​Como Falun Dafa me cambió de estar perdido a encontrarme

(Minghui.org) Empecé a cultivar Falun Dafa cuando tenía 24 años. Me diagnosticaron esquizofrenia a los 22 años, y aunque en su mayor parte respondí bien a la medicación, experimenté importantes síntomas negativos (una manifestación común de la esquizofrenia). Esto significaba que no me comunicaba mucho, estaba deprimido, era muy callado y retraído, también apático y tenía poca motivación.

Aunque se puede decir que me costó un tiempo captar y comprender plenamente la esencia de la meditación y la cultivación, pronto empecé a darme cuenta de que la causa fundamental de mis síntomas negativos era vivir la vida a toda prisa y no ser autoconsciente y plenamente consciente de mis pensamientos y sentimientos.

La cultivación de Falun Dafa pronto me cambió, y me convertí en un ser humano más comprometido, presente, hablador y elocuente, en lugar de un adicto al trabajo atolondrado que no sabía cómo frenar y reflexionar sobre los asuntos personales y la vida misma.

También empecé a apreciar gradualmente la belleza de la cultura tradicional china. Lo que más me intrigaba de esta cultura en particular era cómo cada parte de ella -ya sea el intrincado lenguaje, la comida o la forma de comer y celebrar festividades especiales- unía fundamentalmente a las personas y les permitía bajar el ritmo y estar completamente presentes. Descubrí que la cultura tradicional china es mucho más profunda y compleja que la cultura occidental, muy superficial y centrada en el exterior. La cultura tradicional china parece centrarse en los significados internos y en la belleza interior.

Cuando empecé a practicar Falun Dafa, mi familia no era muy receptiva a ello y parecía bastante confundida en cuanto a por qué estaba practicando algo que era fundamentalmente chino en lugar de seguir con mis raíces católicas de acuerdo con la forma en que fui criado. Sin embargo, debido al hecho de que tengo parientes cercanos que también tienen esquizofrenia, los miembros de mi familia más cercanos vieron por sí mismos lo mucho mejor que estaba en términos de independencia, actividades sociales y capacidad intelectual en comparación con ellos, desde que tomé la práctica de Falun Dafa. Ya no estoy perdido. También son testigos de mi camino personal, en el que pasé de estar muy retirado de la vida a estar totalmente comprometido.

Sorprendentemente, todos los miembros de mi familia aprecian ahora plenamente Falun Dafa y la belleza de la cultura tradicional china que les presenté a través de las actuaciones de Shen Yun.

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