​Cuando una adversidad parece insuperable, creer en Shifu y el Fa revierte todo

(Minghui.org) Un incidente reciente me ayudó a darme cuenta de que cuando encuentro un problema difícil, si sinceramente pido la ayuda de Shifu, todo se resolverá. Cuando mejoro mi xinxing, las dificultades se reducen y puedo superarlas rápidamente.

Mi hija conoció a un militar, se enamoró y decidieron casarse. Hace un mes, el hombre le dijo a mi hija que antes de que los oficiales militares puedan casarse, la novia y sus familiares inmediatos debian obtener un certificado de la estación de policía local que indique que nadie en la familia practica Falun Dafa.

Mi cuñado, que no es practicante, usó sus conexiones en el Comité de Asuntos Políticos y Jurídicos para obtener más información sobre el requisito y cómo obtener el certificado. La respuesta fue: Presentar los tres comunicados al Comité Vecinal.

Hizo que su esposa (mi hermana) consultara con el Comité Cecinal. Se enteró de que estaba en la lista negra porque había ido a Beijing para apelar por Falun Dafa. Compartió la información con nuestra familia.

Todos me señalaron con el dedo, diciendo: “Deberías escribir las declaraciones. Luego, podrías practicar en secreto todo lo que quieras después de que tu nombre sea eliminado de la lista. Por favor, no arruines el futuro de tu hija”. Mi hija también me amenazó: “¿Lo vas a hacer? Te dejaré si no lo haces.

Todos me presionaron para que escribiera las tres declaraciones. Mi hermana y yo fuimos a consultar con el Comité Vecinal. Me hizo esperar afuera. Cuando salió me dijo que iba a escribir las tres declaraciones a mi nombre y que las firmara. Me negué: “Nadie va a escribir nada. Quien lo escriba asumirá las consecuencias”.

Estaba bajo tanta presión que incluso era difícil respirar. Estaba pasando por una intensa lucha interna y mi mente estaba llena de pensamientos sobre cómo resolver el problema. No pude dormir.

Por un lado, nunca traicionaría a Shifu escribiendo las tres declaraciones o dejando que mi familia cometiera pecados contra Dafa. Por otro lado, si mi hija no pudiera casarse por mi culpa, mi familia malinterpretaría Dafa, ¿y eso no los empujaría al otro lado?

Me preocupé y no encontré ninguna solución de ninguna manera. Ansiosa e impotente, fui a ver a la practicante Feng, con la esperanza de recibir su consejo.

Feng entiende Dafa muy claramente. Ella dijo: “Deberías pedirle ayuda al Maestro. Cree en Shifu y cree en el Fa. Deja a un lado tu sentimiento por tu hija y trata de deshacerte del miedo. Ve a la estación de policía con pensamientos rectos y obtendrás el certificado. El Maestro te ayudará”.

Mi corazón se sintió más ligero. Envié pensamientos rectos apuntando a mi “sentimiento” y “miedo” y miré para adentro.

Descubrí que, de hecho, estaba muy apegada a mi hija porque me ocupaba de todo por ella. Por ejemplo, tan pronto como me levanté, la revisé y la toqué. Hice deliciosos desayunos para ella. Mis pensamientos se centraron en ella todo el día. Tenía miedo de que ella se lastimara o que se ofendiera conmigo si no hacía lo que esperaba.

Para calmarme, comencé a recitar el Fa de Shifu:

“Viviendo en la ilusión, el hombre simplemente no puede dejar estas cosas. Alguien no puede dejar a su hijo, dice qué bueno que era él, aunque él ha muerto; o dice qué buena era su madre, que también ha muerto; él está casi muerto de tanta tristeza, prácticamente quiere seguirlos a ellos por el resto de su vida. Por qué no piensas un poco, ¿acaso esto no viene a atormentarte? Se emplea esta forma para que no puedas pasar un buen día” (Sexta Lección, Zhuan Falun).

Después de unos días, sentí que gran parte de mi sentimiento y miedo se disiparon, pero aún no podía mantener una mente inquebrantable y pacífica. Mi esposo y mi familia seguían presionándome para obtener el certificado. Les dije que definitivamente no traicionaría a Dafa y a Shifu y retrasé ir a la policía.

Cuando fui a ver a la practicante Ping, ella dijo: “Esta es la persecución de las viejas fuerzas. No lo reconozcas. Pídele al Maestro que te fortalezca”. Le pedí ayuda al Maestro. Estaba decidida a creer plenamente en Shifu y el Fa. Me dije que con el Maestro a mi lado podría sortear esta tribulación.

Cuando sentí que mi mente estaba tranquila, estaba lista para ir con mi esposo a obtener el certificado. Antes de ir, pedí a los practicantes locales que me enviaran pensamientos rectos. Un practicante dijo: “¿Puedes pedirle a tu esposo que se vaya sin ti? De esa manera no tienes que pasar por todos esos problemas”.

Cuando regresé a casa, le pedí a mi esposo que fuera solo. Fue a la comisaría y le dijeron que el documento estaba en un formato incorrecto y que no se podía sellar. Cuando escuché esto, me di cuenta de que la prueba era para mí y no podía usar ninguna excusa para eludirla. Debo eliminar mi “miedo” y no podría actuar engañosamente.

Me decidí a ir y pedí a algunos otros practicantes que me ayudaran a enviar pensamientos rectos. Cuando mi esposo y yo llegamos a la estación de policía, caminé directamente a una silla, me senté y envié pensamientos rectos.

Pedí en mi corazón: “Maestro, por favor fortaléceme y ayúdame. El Maestro tiene la palabra en todo. Por favor, deja que la persona con el sello haga lo correcto y no cometa un pecado contra Dafa. Que elija un futuro brillante”. Mi mente estaba libre de distracciones y me sentía confiada.

Mi esposo trajo tres copias del certificado sellado y ninguna tenía la palabra "Falun Dafa". Después de enviárselo a mi hija, dijo que no había ninguna mención de “Falun Dafa” y le pidió a su padre que volviera a consultar con la comisaría. La policía confirmó que era la plantilla que habían estado usando.

Mi hija luego se lo envió a su prometido. Cuando se lo envió a sus supervisores, le dijeron que estaba bien.

Nuestra familia estaba aliviada y feliz. Les dije que había estado pidiendo la ayuda de Shifu y que por eso tuvo éxito. Todos estuvieron de acuerdo, "¡Dafa es poderoso!". Mi padre, que solía recitar “Falun Dafa es bueno” sin mucho entusiasmo, ahora está totalmente convencido.

Después de contarles a otros practicantes lo que sucedió, dijeron: “El Maestro lo sabe, y todo lo arregla Él. Es tu corazón el que cuenta; si cumples con los requisitos, el Maestro te ayudará a hacerlo”.

En un mes, mi mentalidad pasó de ser inestable a firme, de la confusión a la racionalidad, y de aferrarme a los apegos a la relajación después de dejarlos ir. Este viaje está grabado en mi corazón, aunque el proceso de dejarlo ir fue desgarrador.

Según tengo entendido, no importa cuán difícil parezca la situación, si le pedimos ayuda al Maestro, se resolverá.

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