(Minghui.org) Comparto la cocina y el baño con mis caseros que tienen más de 70 años. Todas las tareas domésticas, incluyendo la compra de alimentos, la preparación de las comidas, el lavado de los platos y la limpieza de la casa, las hace el marido (al que llamo tío). Es muy puntilloso y siempre critica la forma en que su mujer (a la que llamo tía) hace las cosas. En consecuencia, ella lo deja hacer todo.
Llevo ocho años viviendo con ellos. Antes de la pandemia, trabajaban en un casino. Aunque tuve muchos conflictos y tribulaciones con ellos a lo largo de los años, nunca eliminé realmente la raíz de mis apegos. Para evitar las críticas del tío, solía terminar lo que tenía que hacer y me quedaba en mi habitación cuando ellos volvían del trabajo. Sabía que tenía que eliminar mis apegos, pero evitaba los conflictos debido a mi apego a la comodidad.
El encierro de la pandemia expone mis apegos fundamentales
Todos tuvimos que quedarnos en casa debido a la pandemia. No tenía forma de evitar los comentarios del tío.
Al tío le gusta dormir en la cocina porque así puede vigilar todo en la casa. En cuanto salgo de mi habitación, me observa para ver qué hago. Mientras preparo la comida en la cocina, gira la cabeza y me observa cuando entro al baño. Como siempre me mira fijamente, me siento muy incómodo. Tenía que recordarme constantemente que tenía que mejorar mi xinxing cada vez que salía de mi habitación.
Me recordé algo que dijo el Maestro:
"... No devolvieron el golpe ni insulto a su agresor" (Exponiendo el Fa en Sídney).
El tío no me golpeó ni me maldijo; entonces, ¿por qué me molestan estas cosas insignificantes? Los dioses y fo son compasivos con los seres conscientes. Como cultivador, sabía que tenía que eliminar este apego. Empecé a soltar este apego y superé esta tribulación.
A continuación, tenía que dejar de lado mi apego al miedo. Al tío no le gustaba que utilizara la cocina mientras él estaba allí, así que preparaba mis comidas entre el desayuno y la hora de comer. Sin embargo, siempre entraba y se ponía a criticar. Colocaba una gran tabla de cortar sobre la mesada y yo tenía que utilizar el espacio junto al fregadero para cortar mis verduras. Luego iba de un lado a otro y decía cosas como: "Has puesto demasiada agua en la olla". "Baja el grifo del agua". "Baja el fuego". "Tu comida se está cocinando demasiado tiempo". Me ponía muy nervioso. Cuando lavaba el suelo de la cocina, me decía: "La mopa está demasiado sucia". Cuando limpiaba la cocina y la mesada, me decía: "El paño de la cocina está demasiado sucio". Para evitar sus críticas, empecé a utilizar mi propia mopa y paño de cocina. El tío también se quejaba del fuerte olor que desprendía cada vez que cocinaba. Me exigía que abriera la puerta para que entrara aire fresco. Incluso se quejaba del olor a arroz que salía de la arrocera y me decía que cocine el arroz fuera, en el balcón. Cuando llovía o nevaba, no tenía más remedio que cocinar el arroz en mi habitación.
Cuanto más temía cometer errores, más se quejaba. Si me olvidaba de apagar las luces del cuarto de baño o me olvidaba de apretar los grifos de agua, el tío llamaba enfadado a mi puerta y me retaba. Él y su mujer decían que pagaban 50 dólares más de agua porque yo no apretaba los grifos. Cuando llegó la factura del agua, el balance mostraba que la factura no era ni siquiera de 50 dólares por dos meses.
Siempre me sentía muy estresado cuando el tío estaba en casa. Todo lo que hacía le molestaba. Me instaba a terminar de cocinar, pero no se ponía a cocinar hasta una hora después de que yo hubiera terminado. Cada vez que iba al baño, me esperaba en la puerta.
El tío siempre me regañaba por los errores que cometía. Esto me hacía estar estresado y nervioso todos los días. Recitaba cada vez las enseñanzas del Maestro y me recordaba que estaba mejorando mi xinxing.
El Maestro dijo:
"El Ren, es la clave para mejorar el xinxing de uno" (Qué es Ren de Escrituras esenciales para mayor avance).
Los apegos empezaron a aflorar
Un día me di cuenta de que tenía problemas con mi cultivación. La razón fundamental de mi miedo era mi incapacidad para aceptar las críticas. Estaba apegado a salvar la cara y el orgullo y no había eliminado mi ego. Después de identificar estos apegos, el apego al miedo desapareció. Me di cuenta de que no pensaba en los demás ni en el tío. Hacía todo lo posible para evitar que me criticaran. Era un pensamiento muy egoísta. Decidí cambiar mi mentalidad y ser altruista. Este es el estado al que debe aspirar un cultivador.
Después de eliminar mi apego al miedo, afloraron otros apegos como mi mentalidad competitiva. Empecé a inventar excusas y a justificarme cada vez que el tío me corregía.
Empezó a tener mal carácter. Me gritaba y me miraba fijamente. Al ver su mal genio, volvía a mi habitación y recitaba las lecciones de Maestro de Zhuan Falun.
Un día le pregunté al tío cuándo pensaba preparar la comida porque quería cocinar unas costillas. Cuando la tía me dijo que podía seguir cocinando las costillas, el tío se acercó y me señaló enfadado: "¡A partir de ahora solo puedes cocinar de 10 a 11:30 de la mañana!". Le dije a la tía que eso era muy injusto, que apenas tenía tiempo para cocinar. Me dijo que no tuviera en cuenta lo que decía el tío. Luego dijo: "¿No cultivas Verdad, Compasión Tolerancia? No discutas con él". Le dije: "Ya me habría mudado si no practicara Falun Dafa".
Se puso muy nerviosa cuando le mencioné que me iba a mudar. Llamó a su hija y esta se disculpó conmigo. Me sentí avergonzado y me disculpé por haber causado un gran alboroto. A partir de entonces, la tía llevaba al tío a su habitación cada vez que cocinaba. Sin embargo, él seguía encontrando excusas para salir. Sabía que tenía que mejorar en mi cultivación, tener un corazón tolerante y no discutir. ¿No es esto lo que debe conseguir un cultivador? Después de eso, ya no me alteraba cuando me gritaba.
Cultivando mis apegos capa por capa
Empecé a pensar que se habían eliminado muchas capas de mis apegos, pero me sentí desesperado y deprimido después de presenciar el declive de los valores morales humanos durante las últimas elecciones presidenciales. Estaba en el baño cuando el tío me gritó por tardar demasiado. Si esto hubiera ocurrido en el pasado, lo habría dejado pasar sin más, pero las tribulaciones suelen pillarte desprevenido. No pude contenerme porque ya estaba enfadado. Me enfadé más cuando recordé cómo me había tratado en el pasado. Ya no quería mirar hacia dentro y andaba por la casa con la cara larga. Empecé a pensar en formas de hacerles la vida imposible. No fue hasta esa tarde, cuando decidí mirar hacia dentro, que me tranquilicé. Aunque ya no estaba enfadado, seguía teniendo una expresión de descontento en la cara mientras hablaba con el tío y la tía. Pensé: "¡¿Cómo puedo llamarme a mí mismo un cultivador con pensamientos tan malos?!".
El tío esperó fuera del baño al día siguiente y dijo que quería tener una charla conmigo. Me dijo: "Me disculpo por mi actitud de ayer". Me sentí avergonzado inmediatamente. ¿Cómo puede un anciano común disculparse con un cultivador? La tía dijo: "El tío no suele ser así. Solo a ti te trata así. Tal vez los seres divinos de tu dimensión están usando al tío para que te trate de esta manera para que puedas subir de nivel en la cultivación. ¿De qué otra manera puedes llegar a la perfección?". Respondí: "Todo es culpa mía. No soy un cultivador muy diligente. Si fuera más diligente, no habría discutido con el tío".
Esta experiencia me indicó que debía mirar hacia dentro e identificar mis defectos. Debía ser compasivo con ellos y soportar su comportamiento. No solo debía eliminar mis apegos, sino también ir más allá del ámbito humano ordinario y comportarme como un verdadero cultivador.
El tío ya no supervisaba mi cocina ni me miraba mal. Tal vez mejoré en la cultivación porque no me regañaba tanto. Me di cuenta de que me ayudó a mejorar mi cultivación. ¿Cómo podía sentirse cómodo cuando adquiere yeli (karma) para ayudarme a eliminar mis apegos? Debería agradecérselo.
Durante los fríos días de invierno, el tío y la tía siempre apagan la calefacción cuando se van a trabajar. Me congelo en mi habitación aunque tenga puesta mi chaqueta y mis pantalones de invierno. Durante el verano, apagan el aire acondicionado cada vez que perciben una brisa en el exterior. Mi habitación es extremadamente calurosa, hasta el punto de que me salen sarpullidos por el calor. Conseguí superar estas tribulaciones pensando en los practicantes de Falun Dafa encarcelados y perseguidos en China.
Me habría sido imposible soportar estas tribulaciones si no hubiera practicado Falun Dafa. Un colega mío en China dijo una vez: "Antes no podíamos hablar contigo. Si decíamos algo que no era de tu agrado, podrías ignorarnos durante días. Has cambiado mucho después de empezar a practicar Falun Dafa". Yo mismo estoy asombrado de estos cambios. ¿Cómo podría haberlo hecho sin el poder de Dafa? Solo Dafa es capaz de cambiar fundamentalmente a una persona. He experimentado la magnificencia y el poder de Dafa.
Estoy agradecido por los arreglos del Maestro y agradecido por la salvación del Maestro.
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Categoría: Mejorándose uno mismo