(Minghui.org) Después de interminables ciclos de reencarnación y, quizás, de miles de millones de años de espera, finalmente me convertí en practicante de Falun Dafa en agosto de 1995. He tenido muchos altibajos durante los últimos 26 años. Pero con el cuidado y la protección del Maestro Li (el fundador de Falun Dafa), he llegado hasta el día de hoy.

Estableciendo un sitio de producción de materiales de Dafa

En 2005, me di cuenta que sería mucho mejor si pudiera hacer materiales de Dafa para aclarar la verdad, en lugar de depender siempre de otros. Al poco tiempo aprendí a imprimir los materiales por Internet y establecí un sitio de producción de materiales de aclaración de la verdad. También pude proporcionar materiales a otros practicantes de mi zona.

En aquel entonces, otro practicante me instaló el sistema informático y yo solo sabía realizar tareas sencillas. Después de un año, el software caducó y nadie me pudo ayudar porque había muy pocos practicantes con conocimientos técnicos. Pensé: "Si pudiera aprender a hacerlo, no solo sería bueno para mí, también podría ayudar a otros". Tal vez se trataba de un voto prehistórico que había hecho alguna vez.

Con ayuda de Shifu, aparentemente por casualidad conocí a un técnico. Él me enseñó a instalar sistemas operativos de computadoras, a entrar al sitio web de Minghui y a obtener ayuda del Foro Tiandixing con preguntas técnicas. Era como si hubiera encontrado el lugar que me correspondía; ya no me confundían las cuestiones que siempre me habían preocupado.

Minghui sugirió que deberíamos tener sitios de producción de materiales de Dafa floreciendo por todas partes. Otro practicante con conocimientos de informática y yo animamos a los practicantes que nos rodeaban a adquirir computadoras e impresoras si tenían la posibilidad de comprarlos. Al principio, algunos practicantes de mayor edad dudaron porque no tenían ningún conocimiento en informática. Así que les aseguramos a todos que les ofreceríamos toda la formación y el apoyo que necesitaran.

Mediante el estudio del Fa y el intercambio, nuestro grupo local se puso de acuerdo rápidamente en que solo crearíamos más sitios cuando los practicantes que los dirigieran tuvieran el valor de aceptar la responsabilidad de no depender siempre de otros. Nos ayudamos mutuamente y se crearon muchos centros de producción de materiales. Incluso los practicantes mayores aprendieron a entrar en Internet.

Para animar a los practicantes que más se resistían a participar, dejé de proporcionarles materiales, lo que fue un poco duro y difícil para ellos. Pero más tarde, estos practicantes compartieron su entendimiento y dijeron que, al final, se convirtió en algo bueno.

Durante más de una década, cada uno de nosotros tenía contacto directo con Minghui. Conseguíamos lo que necesitábamos por nuestra cuenta. Podíamos ver las nuevas conferencias de Shifu a medida que se publicaban. Cuando se trataba de asuntos importantes, siempre podíamos prestar atención a la dirección de Minghui y mantenernos al día con el progreso de la rectificación del Fa. Esto también redujo la compra centralizada de suministros y la transferencia de materiales, lo que mejoró mucho la seguridad general de los practicantes en nuestra área.

Mirando hacia atrás ese período histórico de cultivación, lo logramos como un solo cuerpo. Realmente sentí que era como dijo Shifu, "la Gran Vía sin forma" (Exponiendo el Fa en el primer Fahui de Norteamérica).

No hay cosas pequeñas en la cultivación

Para los practicantes de China, la seguridad y el mantenimiento de los sistemas informáticos son esenciales. Asumí la responsabilidad de instalar y mantener los sistemas operativos y de enseñarle a mis compañeros a conectarse a Internet de forma segura.

Cuando empecé no tenía conocimientos. Aunque los practicantes técnicos crearon discos con herramientas que estaban listas para usar, pero aún había algunas palabras en inglés que no entendía. Siempre iba solo a las casas de los practicantes a instalar o reparar sus computadores, así que no había nadie con quien discutir si había problemas difíciles. Al tener que ocuparme de varias marcas y modelos de computadoras portátiles y computadoras autoensambladas, a veces no podía entrar en el sistema de arranque, y el disco de instalación fallaba, así que no sabía por dónde empezar. A menudo me preocupaba.

Cuando parecía que no había esperanza, le pedía a Shifu que me guiara. Sabía que siempre estaba a mi lado. De hecho, cada vez que lo hacía, podía avanzar rápidamente y resolver las cosas. Durante más de una década, pude resolver prácticamente todos los problemas que se me presentaban.

Normalmente tardaba una o dos horas en instalar un sistema si todo iba bien. A veces, cuando me encontraba con un computador de gama baja o con algún problema imprevisto, me tardaba más tiempo, de modo que todos los practicantes eran muy amables y me invitaban a buenas comidas. Después de un tiempo, sentí que esto no era correcto.

Me di cuenta que, aunque en apariencia estaba ayudando a los demás practicantes, lo que estaba haciendo no era un asunto común, sino algo muy sagrado.

Shifu dijo: "Las cosas que a él le conciernen, también te conciernen a ti" (Exponiendo el Fa en el Fahui de Washington D.C., 2002, Colección de Enseñanzas del Fa, volumen II).

Este trabajo era mi responsabilidad. ¿Cómo podría ser como una persona común, a la que se le da una comida por haber brindado algo de ayuda? Desde entonces, para evitar la hora de la comida, intentaba llegar antes o después. A veces, el practicante al que iba a ayudar vivía lejos y tardaba dos horas en llegar. Entonces, para evitar tener que participar en la hora de la cena, comía algo al bajar del autobús.

Una vez, era el día más frío del año en la ciudad del norte donde vivía. Me dirigí a la casa de un practicante y esperé en la estación de autobuses durante casi media hora. Apenas había gente en la calle, que generalmente era muy concurrida. Ese día no llevaba mucha ropa; tenía los pies helados y me chirriaban los dientes. Pensé: "¡Más vale que no me resfríe!". Luego me di cuenta: "No, ¿no esa es una noción humana? ¿Acaso los seres divinos se resfrían?".

Entonces pensé en Shifu. Para salvarnos, Él ha sufrido innumerables penalidades. Mis ojos se llenaron de lágrimas y, al instante, dejé de sentir frío. Al terminar el trabajo, el practicante me invitó a comer, pero me negué cortésmente. Su esposa estaba muy conmovida y dijo: "Solo los practicantes de Dafa son capaces de hacer esto. Nosotros, la gente común, nunca seríamos capaces de comportarnos así".

Cultivarse mientras se interactúa con otros practicantes

Me he dado cuenta que todos los practicantes tienen sus propios méritos. En el transcurso de los años, me he encontrado con practicantes en varios estados de cultivación. Entre ellos, había aquellos que estudiaban bien el Fa y que eran muy sólidos en su cultivación. Fue muy alentador conocerlos y me ayudó en mi propia cultivación. Pero también hubo momentos en que encontré fricciones que pusieron a prueba mi xinxing. A veces, estas situaciones eran incluso muy difíciles. Pero siempre sabía que se trataba de un proceso para superar una tribulación y poder mejorar.

En 2020, una coordinadora de mi zona me dijo que a la mañana siguiente iba a ir a una tienda electrónica a comprar un portátil para otro practicante. Acordamos una cita por la tarde para que la ayudara a instalarlo. Llovió todo el día, pero pensé que debía ir de todos modos, ya que en eso habíamos quedado.

Cuando llegué a su casa, toqué el timbre muchas veces, pero nadie respondió. Pensé que tal vez el camino no era bueno y que ella aún estaba de regreso. Así que fui a revisar su lugar de estacionamiento, y vi que su auto estaba allí. Pero, ¿por qué no abría la puerta? Así que decidí ir a casa de su mamá.

Había mucha agua en el suelo y no podía ver los baches. A los pocos pasos, resbalé y caí en un charco de agua. A pesar de tener casi 70 años, no me lastimé. Me levanté, pero me sentí muy incómodo por dentro.

Sabía que ella estaba en casa. Pensé: "Probablemente no fue a comprar el portátil por la lluvia; entonces me vio llegar y se sintió avergonzada y no abrió la puerta. Fingió que no había nadie en casa, lo que le permitiría poner excusas más tarde. Este adoctrinamiento del Partido Comunista Chino (PCCh) ha hecho que la gente sea demasiado inestable. Si ella no compró la computadora, no es gran cosa; puedo entenderlo. Pero que abra la puerta y lo diga. Por qué le importa tanto mantener las apariencias". Pero luego pensé que no debía pensar en los practicantes de esta manera; tal vez le había surgido otra cosa. Así que fui a casa y revisé mi correo electrónico, pero no vi ningún mensaje de ella.

Seguí pensando en eso, así que volví a entrar en mi buzón y vi su mensaje. Como era de esperar, decía: "No fui a comprarlo por la mañana porque llovió. Fui por la tarde. ¿A qué hora puedes venir mañana?". Me dije que no me debía quejar, pero aún me sentía muy intranquilo, así que le respondí: "No tengo tiempo mañana. Esperemos a vernos el viernes en el estudio del Fa". Pensé: "¿Cree que voy a ir siempre que me lo diga? ¿Acaso soy de su propiedad?".

Cuando estudié el Fa esa noche, leí lo siguiente:

“Una persona malvada es dominada por el corazón de la envidia. A raíz de su egoísmo y despecho personal, se queja que no le tratan justamente.

Una persona virtuosa siempre mantiene un corazón de compasión. Sin ninguna queja ni odio, toma la dificultad como alegría.

Un ser iluminado no tiene ningún apego en el corazón. Él contempla tranquilamente a la gente mundana extraviándose en las ilusiones”.

(Grado de Conciencia, Escrituras Esenciales para Mayor Avance)

Vi que mi grado de conciencia aún no era muy alto. Después de cultivarme durante tantos años, todavía pensaba solo en los defectos de los demás y me quejaba demasiado. Esto estaba lejos de ser una persona virtuosa. Me dije: "¿Cuál es el problema? ¿No es solo cuestión de avanzar en wuwei y quitarse un vestido más? Solo tenía que asegurarme de llegar a tiempo y hacer lo que se supone que debo hacer. Además, la coordinadora tiene mucho que hacer todos los días. No es fácil para ella".

En el grupo del estudio del Fa del viernes, me encontré con la coordinadora, y ella llevó el portátil. Después, me dijo: "No me siento bien pidiéndole que vaya a mi casa otra vez. Quedemos aquí mañana por la noche. Está más cerca de su casa". Pude ver que ella también se estaba cultivando. Ella no mencionó lo que había sucedido, y yo tampoco le pregunté. Fue como si no hubiera pasado nada.

Mirar hacia adentro cuando encontramos problemas

Una vez, una practicante llamada Chen nos citó en la casa de otra practicante un sábado para reparar un computador. Me dio la dirección y me pidió que llegara a las 9 a. m. Sin embargo, cuando llegué allí, me di cuenta que no era la dirección correcta.

Di una vuelta por la comunidad, pero no encontré a nadie conocido, así que solo me quedé esperando en la puerta del complejo. Supuse que si Chen no me veía, me buscaría.

Pasó media hora y no llegó nadie. Pensé: "Ya que estaba previsto que se hiciera hoy, debería hacer el trabajo y no esperar a otro momento". Entonces fui a casa de Chen y le pedí a su esposo que la llamara y le dijera que me recogiera en la puerta. Al poco tiempo nos encontramos y fuimos juntos a la casa de la practicante.

Pero entonces Chen me pidió que fuera a su casa para ayudarla con su computador de escritorio. Era mediados de julio y hacía mucho calor, y yo todavía llevaba el portátil que Chen me pidió que instalara la semana anterior. Así que ese día subí y bajé las escaleras de dos edificios, y mi camisa estaba empapada de sudor.

Cuando llegamos a la casa de Chen, me enteré de lo que había pasado en la mañana. Chen había olvidado la dirección y me había dado una equivocada. Después de darse cuenta, le pidió al esposo de la practicante que me enviara un mensaje de texto. Pero lo envió a un teléfono que había perdido hacía años. Así que, por supuesto, nunca lo recibí.

Pensando en esto, el asunto pudo haberse resuelto en media hora, pero tomó toda la mañana. Evidentemente se trataba de una interferencia de las antiguas fuerzas. Debía haber factores o apegos que debíamos mirar. En ese momento, me esforcé por mantener la calma y me pedí que mirara hacia dentro. Me di cuenta que era una oportunidad para cultivar mi impaciencia.

En el pasado, los compañeros practicantes generalmente eran muy respetuosos conmigo. Cada vez que programaban una cita, siempre organizaban las cosas con mucho esmero, así que rara vez tenía experiencias desagradables. Me di cuenta que no era necesario culpar a nadie.

Shifu dijo: "Para un cultivador, todas las frustraciones que él encuentra entre la gente común le son ordalías para atravesar y todos los elogios le son pruebas para pasar" (Un cultivador naturalmente es parte de ello, Escrituras esenciales para mayor avance).

Cuando regresé a casa, estaba un poco cansado, pero mi mente estaba tranquila porque sé que cualquier cosa aparentemente desagradable es buena para nuestra cultivación. Aprendí a mirar hacia dentro de acuerdo con los requisitos del Fa.

Unos días después, Chen vino a mi casa y dijo: "Mi esposo no cultivador comentó que nuestro conflicto fue arreglado a propósito el otro día... Pareció entender algo, ¿no es así?".

En ese momento, realmente me quedé sin palabras y pensé: "Ella es una persona interesante. Estuve toda la mañana dándole vueltas en mi cabeza. No solo eso, ella no se disculpó e insinuó: 'Incluso una persona común sabe lo que pasó, así que tiene que mirar hacia adentro. No puede culparme a mí'. Era como si no asumiera ninguna responsabilidad".

Pero aún así me contuve y me limité a contestarle con calma: "Miré hacia adentro. No me he quejado de nada, ¿cierto?". Ella dijo: "De acuerdo", como si estuviera satisfecha con mi respuesta. Aunque no dije nada más, mi mente aún se sentía incómoda: "Hasta mi nieto de seis años sabe pedir disculpas cuando hace algo malo. Pero resulta que ella es educada y lleva tantos años cultivándose".

Cuando salimos a comprar los suministros, llegó tarde varias veces y nunca se disculpó. Pero entonces mi mente dio un giro: "¿No es esto aún ver hacia afuera y tratar de determinar quién está bien y quién está mal? Los discípulos de Dafa solo deben cultivarse. Debo mantener mi compasión y ser más tolerante y comprensivo con los demás. Cuando peleamos sobre quién tiene la razón y quién no, ¿quién será feliz al final? Las viejas fuerzas. Debo tomar el camino dispuesto por Shifu".

Eliminar la mentalidad de ostentación

Durante un período de tiempo asistí a un grupo de estudio del Fa lejos de casa. Había bastantes practicantes de fuera de la ciudad, así que aproveché el tiempo para brindarles algo de apoyo técnico. En una ocasión, vi que algunos practicantes usaban amuletos laminados como marcapáginas y pregunté: "Tengo varios tipos de archivos de separadores de libros bonitos que descargué de Minghui. ¿Por qué no hacemos algunos?". El coordinador no dijo nada en ese momento, así que me limité a imprimir unos cuantos y a pedir al grupo que plasmara los separadores de libros cuando hicieran amuletos la próxima vez.

Sin embargo, cuando regresé, vi que algunos separadores de libros habían sido doblados y tirados a la basura, y había dos en el mismo lugar que no habían sido plastificados. Sabía que no estaban interesados. Me sentí un poco avergonzado, así que recogí los separadores de libros y los llevé a casa.

Alguien me dijo más tarde: "Debería ayudarnos en lo que necesitamos, en lugar de ofrecer cosas que sabe hacer". Recordé la propuesta de separadores de libros que hice y entendí por qué no fueron bien recibidos.

Llevaba poco tiempo ahí. Creí que sabía hacer algo bonito y quería compartirlo. Pero no tuve en cuenta que los practicantes de ahí tenían sus arreglos y proyectos. ¿No era esta mi mentalidad de ostentación?

Luego vi más hacia dentro y me di cuenta que mi mentalidad de ostentación era bastante fuerte. Me encantaba compartir mis experiencias y dar mi opinión sobre todo. En el fondo, me sentía mejor que la mayoría de la gente. Crecí rodeado de elogios y estaba acostumbrado a escuchar palabras de admiración. Como resultado, desarrollé una fuerte mentalidad competitiva, un apego a la reputación y la mentalidad de mirar a los demás por encima.

Tengo mucha suerte de haber encontrado Falun Dafa en esta vida. Me hizo cambiar mis ideas, dejar de lado mi yo y alinearme con las necesidades del cuerpo de los practicantes de Dafa. Dafa me ha transformado de una persona egoísta con un fuerte ego en alguien que puede realmente comprender y tolerar a los demás. Solo siguiendo los requisitos del Fa puedo limpiarme y completar mi misión histórica.

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