(Minghui.org) Empecé a practicar Falun Dafa en 2005. Me gustaría compartir mi extraordinaria experiencia de cultivación para validar la maravilla de Dafa y manifestar mi gratitud por la gracia salvadora de Shifu.

Hace varios años, noté un bulto en mi brazo izquierdo. No le presté mucha atención, pero mi cuñada me dijo que su hermana tuvo un bulto similar que resultó siendo un cáncer de mama. Me sorprendió escuchar eso. Sabía que estaba mal sentirme así, pero no eliminé ese pensamiento completamente. De vez en cuando, pensaba en eso y se convirtió en un apego.

En 2020 tuve una discusión con mi esposo y empecé a sentir mucho resentimiento con él. Un par de días después, sentí un bulto en mi seno izquierdo. Recordé lo que me dijo mi cuñada y empecé a tener miedo. Sabía que era causado por mi pensamiento no recto y no lo eliminé a tiempo.

El bulto se agrandó y mi pecho se puso duro. Los compañeros practicantes me ayudaron enviando pensamientos rectos, pero sentí que mi cultivación era pobre, y mi creencia en el Maestro y en Dafa no era firme. Me preocupé y tuve aún más miedo.

Entonces mi pecho empezó a hincharse y a sangrar, y finalmente, reventó. Salió mucha sangre por un agujero del tamaño de una taza. La carne podrida en el borde de la herida era horrible. Le pedí a Shifu que me salvara, y recité sinceramente "Falun Dafa es bueno, Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno". La hemorragia disminuyó y me llevaron al hospital.

El médico que me atendió se sorprendió. Me dijo: "He sido médico durante 30 años y nunca he visto algo tan grave. Se le abrió todo el pecho". En ese momento, el médico no podía limpiar la herida porque seguiría sangrando, una situación potencialmente peligrosa. "Prepárense para lo peor", le dijo a mi familia.

Estaba muy débil y pálida, pero tenía la mente clara. Sabía que era una cultivadora y que el Maestro Li (fundador de Dafa) me estaba cuidando. No dejaba de recitar: "Falun Dafa es bueno, Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno".

Me examinaron y me dijeron que tenía un cáncer de mama avanzado. La enorme lesión era tan profunda que llegaba hasta mis costillas. La carne estaba necrótica y se había vuelto negra. Tenía mal olor y seguía sangrando; era espantoso.

Mientras estaba en el hospital, soñé que caminaba con otras personas cuyas bolsas estaban vacías, mientras yo llevaba un gran fardo de maíz. Me di cuenta que Shifu me estaba dando una pista para que abandonara mi apego a la vida y a la muerte.

En otra ocasión, soñé con una entidad que estaba tendida en una cama con su espíritu a medio camino dentro y fuera. Escuché que alguien decía: "Cuando se preocupe por los demás, podrá seguir viviendo". No sabía muy bien qué pensar de eso.

Unos días después me dieron de alta para ir a casa y esperar la segunda ronda de quimioterapia, aunque el médico pareció sugerir que tal vez no podría soportar el tratamiento.

Cuando regresé a casa, tuve otro sueño en el que otras personas ya habían hecho su cosecha, pero yo aún tenía que hacer la mía. Fui a casa a buscar el equipo, pero alguien con una hoz en la mano llamado "Zhaojie" me detuvo. Después de un rato, me dejó ir y dijo: "Solo estaba bromeando".

"Zhaojie" se pronuncia igual que "enorme calamidad" en chino. Me di cuenta que esta tribulación era una enorme calamidad para mí, pero que al final me pondría bien, que Shifu me estaba ayudando a eliminar mi yeli (karma) que había acumulado durante muchas vidas.

Unos días más tarde, tuve una fiebre de 39 grados que duró varios días. Cuando me hospitalizaron, mi cantidad de glóbulos blancos era tan solo de 400/ul (lo normal es de 4.500 a 11.000/ul). El médico nos dijo que mi médula ósea había dejado de producir glóbulos blancos. La fiebre subió a más de 39 grados. El médico emitió un aviso de estado crítico y le dijo a mi hijo: "Si la fiebre de su mamá no baja, estará en grave peligro".

Esa noche estuve entrando y saliendo de mi conciencia. Mi cuerpo estaba muy ligero, como un trozo de papel, flotando arriba y abajo en otra dimensión. Llegué a un puente lleno de gente. Debajo del puente había un abismo de tres mil metros al que la gente del puente estaba cayendo y muriendo.

Yo estaba a punto de caer y estaba aterrorizada. Me agarré al puente y usé todas mis fuerzas para gritar: "Falun Dafa es bueno, Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno". Inmediatamente, una estatua dorada de Buda se elevó y mi cuerpo flotó hacia ella. Me desperté y la fiebre había desaparecido.

A la mañana siguiente me sentí cómoda y de buen humor, como si no hubiera pasado nada la noche anterior. Supe que en ese momento crítico Shifu había salvado mi vida y purificado mi cuerpo.

Completé con éxito dos rondas de quimioterapia y sobreviví. Los médicos y las enfermeras comentaron: "¡Es un milagro!".

"Cuando se preocupe por los demás, podrá seguir viviendo", recordé esa frase. Pensé que quería hacerlo a partir de ahora, abandonar el yo, ser considerada con los demás y cultivarme para ser un ser desinteresado. Quería salvar a todos los seres de mi dimensión. Les dije: "Solo quiero salvarlos, que se asimilen a Dafa conmigo, y que digan conmigo: 'Falun Dafa es bueno, Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno'".

Descubrí que durante tantos años no estuve cultivando verdaderamente mi xinxing. Debí haber mirado hacia dentro desde hace mucho tiempo. Traté de hacer cosas de Dafa como cultivación. Pero todavía tenía muchos apegos, como la competitividad, el resentimiento, el egoísmo, la ostentación, la lujuria y el miedo. ¡Era muy peligroso!

Le dije a Shifu en mi corazón: "¡Gracias, Shifu, por salvarme! Me he cultivado mal, pero Shifu se ha ocupado de mí. Estoy decidida a convertirme en una verdadera discípula a partir de ahora, a cultivar mi xinxing y a actuar según los principios de Falun Dafa. Consideraré a los demás primero en todo y en cualquier cosa, seré diligente y haré bien las tres cosas".

Cada vez que el médico venía a vendar mi herida, mi familia preguntaba: "¿Se curará sola?".

El médico respondía: "Va a ser difícil sin cirugía. Tenía un cáncer en fase terminal. La herida es profunda y está infectada. Si la cortamos toda, la herida sería demasiado grande sin un injerto de piel. E incluso con un injerto de piel, las posibilidades no son buenas salvo un milagro. A menos que crezca carne nueva, va a ser difícil. Tendremos que esperar y ver".

Parecía que el médico había perdido la esperanza. Se limitaba a venir a diario a limpiarla y vendarla. Yo creía firmemente que mi herida sanaría: ¡era una discípula de Dafa y tenía un Maestro! Le dije a mi familia: "La herida se curará sola. El Maestro es todopoderoso".

La siguiente vez que llegó, el médico estaba muy sorprendido. Le escuché decir a su asistente: "¡Mire, hay mucha carne nueva creciendo, lo cual es muy raro y una buena señal!".

Cuando estaba en el hospital, estudiaba el Fa y hacía los ejercicios siempre que podía. También recitaba a menudo "Falun Dafa es bueno, Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno". En otro sueño, escuché una voz que decía: "La herida está curada".

Unos días después, el médico se sorprendió especialmente y dijo: "Ya está empezando a curarse. Nunca había visto algo así. Está evolucionando muy bien". A partir de entonces, la herida se redujo rápidamente. En un mes aproximadamente, la piel estaba tan lisa y suave como antes, sin rastro de cicatriz. Fue increíble.

Varios días después, el bulto del brazo también desapareció. A partir de ese momento, estaba completamente recuperada. Todos decían que era un milagro.

Ahora estoy sana, mi piel es clara y delicada, y parezco mucho más joven. Mi familia y mis familiares, que habían estado muy preocupados y angustiados, ahora están aliviados y felices. Todos se quedaron asombrados al ser testigos de la maravilla de Dafa.

Mi gratitud va más allá de las palabras. Gracias, Shifu, por su gracia salvadora. No lo defraudaré. Me cultivaré con diligencia y haré bien las tres cosas.

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