(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en 1996, cuando tenía veinticuatro años. Ahora tengo casi cincuenta.
Mi padre murió joven. Mi madre, una de mis hermanas y yo vivíamos juntas. Mi madre tuvo problemas cardiacos, hipertensión y otras enfermedades. Estuvo postrada en cama durante ocho o nueve años, y a menudo necesitaba ayuda de emergencia.
También enfermé de artritis reumatoide y no podía cuidarme. Mi hermana desarrolló una hernia discal debido a la sobrecarga que suponía cuidar de mi madre y de mí. Intentamos todo tipo de tratamientos para nuestras enfermedades, pero fue en vano.
Conociendo Falun Dafa
Un día, un vecino casualmente nos presentó Falun Dafa. Leí el libro Zhuan Falun y me gustó. El Maestro comenzó a limpiar mi cuerpo de inmediato.
Mientras leía Zhuan Falun también se lo presenté a mi madre y a mi hermana, y les gustó. Las tres emprendimos entonces nuestros caminos de cultivación.
La familia entera se recuperó de todas sus enfermedades. Incluso mi madre, postrada en la cama, volvió a gozar de buena salud. La hernia discal de mi hermana desapareció. Empecé a hacer muchas tareas en la casa. Incluso pude ir en bicicleta al lugar de los ejercicios de Falun Dafa, y mi hermana encontró otro trabajo.
Nuestras vidas eran gratificantes y esperanzadoras. Todos estábamos agradecidos al Maestro.
Un mes después de aprender Dafa, el constructor que había derribado nuestra antigua casa quería trasladarnos a un edificio que acababa de construir. Nos dieron un apartamento en el sexto piso que era media habitación más pequeño que el resto de los apartamentos, a pesar de habernos prometido un apartamento en el segundo piso.
Mi hermana mayor y su suegro querían ir a pelear con ellos. Nosotras en cambio pensamos que, ya que habíamos empezado a cultivarnos, no debíamos actuar como gente común.
Mi madre dijo: "Tenemos que seguir el estándar de un cultivador. El Maestro dijo que un cultivador sentirá que su cuerpo es ligero y podrá subir las escaleras sin cansarse una vez que se abra su gran circulación celestial. ¿Por qué no tomamos el séptimo piso ya que nadie lo quiere?".
Los encargados de distribuir los apartamentos no podían creernos. Muchas personas lucharon o gastaron dinero para conseguir una unidad mejor. Los promotores incluso contrataron guardaespaldas para protegerse. Celebraron una reunión después de escuchar nuestra propuesta, y nos asignaron el mejor apartamento en el séptimo piso.
Dificultades durante el inicio de la persecución
La policía comenzó a interferir con los practicantes que hacían los ejercicios después del 25 de abril de 1999. Por la mañana, algunos policías grababan a los practicantes en vídeo, y algunos utilizaban altavoces o chorros de agua para impedir que hicieran los ejercicios.
Jiang Zemin comenzó a perseguir a los practicantes el 20 de julio de 1999. Nuestra familia se convirtió en el llamado "foco" a partir de ese día.
Era como si el cielo se hubiera caído. La televisión estaba llena de mentiras que difamaban a Dafa y al Maestro durante todo el día, y los amigos y parientes nos llamaban para instarnos a abandonar la práctica.
Mi hermana fue detenida porque llevaba una grabadora y organizaba a la gente para hacer los ejercicios por la mañana. Agentes del Comité Vecinal y de la estación de policía vinieron a saquear nuestra casa y nos detuvieron.
No nos intimidan estas inesperadas tribulaciones. Los agentes del Comité Vecinal y de la estación de policía a menudo intentaban obligarnos a escribir promesas de no practicar Dafa, o a escribir cosas que desacreditaran al Maestro y a Dafa.
Mi madre y mi hermana fueron llevadas a un centro de lavado de cerebro, a una prisión y a un centro de detención muchas veces, y nuestra casa fue saqueada. Mi hermana fue torturada y llevada a un campo de trabajos forzados.
Debido al riesgo de nuevas torturas y persecuciones, mi hermana se vio obligada a permanecer lejos de casa.
Los agentes nos visitaban en las festividades y en los llamados "días sensibles". Decían que venían a ver cómo estábamos, pero el verdadero propósito era conseguir que abandonáramos nuestra cultivación.
Les dijimos: "Antes sufríamos muchas enfermedades. El Maestro salvó a toda nuestra familia. No hay nada malo en seguir Verdad-Benevolencia-Tolerancia y convertirse en una buena persona. No podemos hacer cosas indignas al Maestro y a Dafa".
Los directores, los oficiales del registro de hogares y los Secretarios de la Junta Vecinal siempre nos visitaban en los "días sensibles". Aprovechábamos la oportunidad para contarles los hechos sobre Falun Dafa. Manteníamos nuestra casa muy bonita y limpia, y todos los que venían comentaban esto, Sentían que nuestra casa era especialmente bonita.
La realidad es que tenemos al Maestro protegiéndonos, y emitimos el campo recto de los cultivadores. Tanto el director como la secretaria dijeron que nuestra casa era la más limpia entre todas las de la comunidad.
Persistimos en mantener nuestra creencia durante estos últimos años de persecución y nunca hemos sucumbido al mal. Nunca escribimos las tres declaraciones, no vendimos a los compañeros practicantes y no nos resentimos con aquellos que nos persiguieron.
Cultivando benevolencia y bondad
Con la benevolencia y la bondad que cultivamos en Dafa, contamos a la gente los hechos de Dafa, y les informamos acerca de la persecución que experimentamos y la bondad de Dafa.
Todos los que nos visitaron cambiaron su actitud y aprendieron que Falun Dafa era bueno cuando se relacionaron con nosotras.
La supervisora de la unidad me llamó durante la pandemia del año pasado y me preguntó si había salido. Respondí a todas sus preguntas y le deseé seguridad durante la pandemia. Se conmovió y me deseó lo mismo.
Cuando la supervisora de la unidad y la secretaria vinieron a mi casa por la campaña "Reducción a cero", yo estaba tranquila y en paz.
Al verme, la secretaria dijo: "Pareces muy joven". [Porque parecía tener 20 años] Le dije: "Es porque practico la cultivación de Falun Dafa". Ella se rió.
Empecé a contarle directamente los hechos sobre Falun Dafa. Me hizo muchas preguntas sobre temas que no entendía, como por ejemplo sobre el "25 de abril" y el "20 de julio". Me tomé mi tiempo y le expliqué todo.
Le dije que Dafa enseña a los practicantes a vivir según los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, y que es muy eficaz para curar las enfermedades. Le conté la verdad sobre la autoinmolación en la plaza Tiananmen, la persecución a los practicantes, la sustracción de sus órganos y las sanciones a los represores por parte de Estados Unidos.
Hablamos durante más de una hora, y ella escuchó atentamente. Estaba contenta cuando se fue, y no mencionó nada sobre las tres declaraciones.
La supervisora de la unidad y el funcionario del registro de hogares regresaron unos días después y dijeron que su Jefe quería que presentáramos las tres declaraciones.
Después de exponer la razón de su visita, el oficial dijo: "En realidad, no me importa si los escribes o no. Sé, por haber tratado con ustedes, que todos son buenas personas.
"No son como los describieron, dijeron que perjudican a la sociedad. Nuestros superiores han querido que viniéramos; es nuestro trabajo. Tampoco podemos evitarlo".
Les dije: "Ve y diles que todas tuvimos muchas enfermedades antes, y que cultivarnos en Falun Dafa nos hizo saludables. El Maestro salvó a nuestra familia.
"Hemos sido perseguidas estos últimos años solo porque nos negamos a renunciar a nuestras creencias. No podemos hacer cosas inadmisibles: de ninguna manera firmaremos las tres declaraciones".
Mi hermana y yo volvimos a contarles los hechos sobre Falun Dafa. La supervisora no se creyó del todo lo que le dijimos sobre las torturas utilizadas contra los practicantes.
Le preguntó al oficial de registro de hogares si eso era cierto. Él contestó que sí.
Les contamos muchas cosas y nos escucharon con gusto. El oficial dijo: "Piensa que estamos aquí para charlar. Se siente bien hablar con ustedes. Me parece que los practicantes lograron lo que nosotros no pudimos.
“No te obligaré a hacer cosas que no quieras hacer [refiriéndose a la firma de las tres declaraciones]. No saquearé tu casa ni detendré a nadie. Las protegeré".
Cuando se iban, El oficial dijo: "Falun Dafa restablecerá definitivamente su reputación". Todos sonreímos.
La supervisora de la unidad dijo: "Ojalá no hubiera esta persecución, entonces podría venir a visitarte a menudo. Me gusta visitarte. Podemos tratarnos como hermanas en el futuro. No pediré las tres declaraciones.
Espero que todas las personas buenas crean que "Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno", y tengan un buen futuro.
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Categoría: Aclarando la verdad