El Maestro me salvó una vez más

(Minghui.org) Estaba gravemente enferma y moribunda, pero tuve la suerte de empezar a practicar Falun Dafa el 10 de abril de 1997. El misericordioso Maestro Li Hongzhi (fundador de Falun Dafa) me dio una segunda vida, por lo que todavía estoy aquí hoy y tengo la oportunidad de caminar por el camino de la cultivación de Dafa. No tengo palabras para expresar mi gratitud al Maestro por las bendiciones que me ha concedido.

Accidente de motocicleta

El Maestro me salvó una vez más el 16 de junio de 2021. Iba al banco en la gran moto eléctrica de mi esposo. Al llegar, me estrellé contra un bloque de hormigón fue un estrepitoso golpe. El impacto fue tan fuerte que caí con fuerza y todo mi cuerpo se estremeció. No podía respirar y pensé que me moría. En ese momento apareció un pensamiento en mi mente: "Soy una practicante y estoy protegida por el Maestro. Estaré bien".

Inmediatamente después de tener ese pensamiento, pude volver a respirar con facilidad. Estaba muy agradecida, sabiendo que el Maestro me había salvado. ¿Pero cómo podía pensar que me estaba muriendo? Los Fashen del Maestro siempre están a mi lado protegiéndome. ¿Cómo podría estar muriendo? Me arrepiento de haber tenido un pensamiento tan negativo.

Me revisé y me levanté sin dificultad. Traté de parar la moto, pero era demasiado pesada. Al cabo de un rato, vino un joven y me ayudó. Después de que levantamos la moto, me preguntó si estaba bien y si necesitaba algo. Le dije que estaba bien y le agradecí repetidamente su ayuda. Luego se fue.

Fui al banco a hacer un depósito. Cuando volví e intenté echar a andar la moto, la rueda delantera no giraba. Otra persona me ayudó a empujarla hasta un taller cercano.

Cuando el mecánico vio la moto, gritó: "¡Debe haber sido un impacto fuerte para causar tanto daño!". Me preguntó si estaba herida, y me miró asombrada cuando le dije que estaba bien.

La propietaria de la tienda renuncia a la Liga Juvenil

La dueña de la tienda contigua al taller de reparación me dejó entrar amablemente en su local para sentarme y descansar. Cuando me preguntó qué había pasado, le conté toda la historia y le dije: "Hoy he conseguido una segunda vida. El Maestro de Dafa me ha salvado". Ella quedó sorprendida y respondió con profunda emoción: "Resulta que Falun Dafa es realmente bueno. Varias personas me hablaron antes de Dafa y me pidieron que renunciara a la Liga Juvenil (una de las organizaciones afiliadas al Partido Comunista Chino), pero no les creí y no renuncié".

Continué: " Estaba predestinado que nos conociéramos hoy. Lo que acabo de contarle fue mi experiencia personal que ocurrió hace apenas una hora. Falun Dafa salva a la gente, y nuestro Maestro está aquí para salvar a la gente. Mi Maestro no solo me ha salvado hoy, sino que también me salvó hace más de 20 años. En 1997, sufría una grave enfermedad cardiopulmonar y estuve en cama durante más de 100 días. Ninguna medicina podía curarme y solo esperaba morir. Una tía me enseñó a practicar Falun Dafa. Después de solo tres días, el Maestro purificó mi cuerpo. Vomité media palangana de mugre verde y mi estómago hinchado volvió a su estado normal. Al cabo de una semana pude hacer las tareas domésticas y tres semanas después ya trabajaba en el campo. Mi familia estaba muy contenta y decía que Falun Dafa tenía poderes milagrosos".

"Por lo que has dicho", añadió la dueña de la tienda: "Falun Dafa es realmente asombroso. Hay un practicante de Dafa en mi pueblo, que mencionó lo buena que era la práctica unas cuantas veces, pero yo no quería escuchar. Ahora entiendo que Falun Dafa es realmente una buena práctica. Por favor, ayúdame a renunciar a la Liga Juvenil a la que me uní en el pasado".

Le di un amuleto y le dije: "Recite con frecuencia las palabras de este amuleto: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno", y estarás a salvo. Dafa protege a las personas buenas como tú".

Ella me agradeció efusivamente, así que le respondí: "Deberías agradecer a Dafa. Solo mi Maestro tiene la capacidad de protegerte".

Ella dijo en voz alta: "Le agradezco a Dafa y a su Maestro".

Esclareciendo la verdad a los oficiales de policía

Me empezaron a doler las costillas cuando llegué a casa, pero pude dormir bien esa noche. Después de terminar las tareas de la casa al día siguiente, pasé el resto del tiempo estudiando el Fa, haciendo los ejercicios y enviando pensamientos rectos. Al tercer día, escuché el ladrido de un perro justo después de terminar el quinto ejercicio. Al mirar por la ventana, vi a tres personas entrar al patio: dos policías y el secretario del PCCh del pueblo. Salí a saludarlos. Un oficial me preguntó amablemente si era fulana de tal.

Reconocí que yo era esa persona y les invité a pasar. Uno de los agentes vio mis manos sujetando mi cintura y me preguntó: "¿Qué le pasa a sus manos?".

Les contesté: "Mis manos están bien, pero me duelen las costillas". Les conté mi accidente y se sorprendieron al verme de buen humor. Un oficial dijo: "Hemos venido a verificar si todavía practicas Falun Dafa".

"Si no lo hiciera, probablemente habría muerto ese día". Ambos oficiales me animaron a practicar en casa y a no hacerle publicidad.

"¡Uy! Lo que les acabo de contar sobre el accidente fue hacer publicidad a Dafa", comenté.

Los dos oficiales parecían divertidos y dijeron al unísono: "Está bien. Esta vez no cuenta". Tanto el secretario del PCCh como yo nos reímos.

Cuando se fueron, los acompañé hasta la puerta y les dije que no volvieran más, "ya que la gente puede pensar que habían venido a arrestarme".

Me dirigí al secretario del PCCh del pueblo y le dije: "No los traigas aquí. Tú sabes la verdad sobre Dafa".

Parecía avergonzado y respondió: "Se acerca el 1 de julio (el aniversario de la fundación del PCCh) y mis superiores me ordenaron que viniera. Es solo una formalidad para seguir sus órdenes". Acariciando su bolsillo, añadió: "Sé que Dafa es bueno. Llevo esa cosa buena [el amuleto de Dafa] conmigo todos los días".

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