(Minghui.org) Durante el punto álgido de la persecución en 2001, las autoridades me pusieron a mí y a muchos practicantes de Falun Dafa en un Campo de Trabajos Forzados. Los periodistas locales vinieron al campo para entrevistar a los practicantes con la intención de escribir una historia que desprestigiara a Falun Dafa y a los practicantes.

Les dije: "Déjenme contarles mi experiencia. Una vecina mía, ya jubilada, sufría problemas de corazón y apenas podía hacer las tareas domésticas. Una mañana me dijo: "¿Por qué no hace que su esposa practique Falun Dafa conmigo? Yo me recuperé de mis problemas de corazón dos meses después de empezar a practicarlo". Sus palabras me dieron esperanza. Caminaba a un ritmo saludable y ya no parecía estar enferma. Le prometí que transmitiría sus palabras a mi mujer.

"Mi mujer tenía 31 años y un historial de cinco años de enfermedades cardíacas. Visitó varios hospitales importantes y se sometió a muchos tratamientos, pero nada le ayudó. Nueve días después de empezar a practicar Falun Dafa, su condición cardíaca mejoró. Dos semanas después, se recuperó completamente de la enfermedad".

Dije: "Mi madre empezó a practicar Falun Dafa cuando tenía 70 años. Por aquel entonces sufría una docena de enfermedades. Las cicatrices endurecidas cubrían su pecho. Las tenía desde los seis años. A los cuatro meses de practicar, todas las cicatrices desaparecieron, dejando atrás músculos y piel sanos.

"Un médico le dijo a mi tía que tenía un cáncer de hígado terminal y que no viviría para ver el Año Nuevo Chino ese año. Mi tía empezó a hacer los ejercicios de Falun Dafa con mi madre. Un mes después, el cáncer de hígado desapareció. Celebró el Año Nuevo Chino y empezó a trabajar en la granja después".

Entonces le expliqué los cambios positivos que experimenté después de empezar a practicar. "Empecé a trabajar después de graduarme. Al principio, rechazaba los sobornos. Si no podía negarme, daba el dinero a mis supervisores. Después de ver cómo mis supervisores abusaban del dinero de la empresa, me acostumbré a ello y también me corrompí. Sin embargo, eliminé estos malos hábitos después de empezar a practicar Falun Dafa. No me llevaba a casa nada que no fuera mío, ni siquiera un trozo de papel.

Una vez compré una comida a un cliente en un viaje de negocios. Como hablamos principalmente de temas personales, rompí el recibo y no me reembolsaron la comida. Debo ser sincero ya que Falun Dafa nos enseña a serlo.

"Mi compañero de trabajo tenía cáncer en la columna vertebral y estuvo paralizado de la cintura para abajo durante tres años. Tres meses después de empezar a practicar Falun Dafa, se recuperó completamente".

Les dije a los periodistas que tenía muchas más historias y que todos los casos que describía podían ser verificados. Estaría encantado de llevarles a las personas de las historias para que pudieran entrevistarlas. "¿Informarían de los casos con veracidad si los verificaran con su propia investigación?", pregunté. Se miraron y no dijeron nada.

Volví a mi celda y llamaron a otro practicante para que hablara con los periodistas. El practicante volvió en dos minutos. Me quedé desconcertado y con curiosidad por lo que dijo. Me dijo que solo había dicho: "La verdad siempre será verdad, y las mentiras siempre serán mentiras".

Las autoridades metieron a mucha gente en el Campo de Trabajos Forzados después de que les sorprendieran apostando. Uno de ellos era supervisor en el gobierno del condado. Cuando le hablé de Falun Dafa y de la persecución, comentó: "Lo sé. Todo lo que dices es cierto. El PCCh dirige el país con propaganda y mentiras". Luego me dijo: "Cuando me encargaba de confiscar los libros de Falun Dafa, escondía uno de cada título. Ahora tengo una colección completa de libros de Falun Dafa en casa. Sé que los libros serán tesoros inestimables en el futuro".

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