(Minghui.org) Empecé a practicar Falun Dafa en 1997. Todos los días me levanto a las tres de la mañana para hacer los ejercicios y leer el Fa. Estoy sana y llena de energía. Cuando aclaro la verdad, no me siento cansada por mucho que camine. Cuando, mi nieto dice: «Mi abuela es tan rápida y enérgica». Le respondo: «Es porque practico Falun Dafa».
Alrededor de 2007, un practicante local nos mostró a todos cómo podíamos participar en un proyecto de aclaración de la verdad por teléfono móvil. Yo no tenía un teléfono inteligente, por lo que no podía configurar mi teléfono para hacer llamadas continuamente. Solo podía marcar el siguiente número cuando terminaba de hacer una llamada.
En verano era fácil salir a la calle y hacer llamadas, pero en invierno se convertía en un reto. Después de hacer una llamada, necesitaba sacar el teléfono para marcar el siguiente número, mis manos pronto se quedaban entumecidas.
Modifiqué un guante para que mis dedos quedaran al descubierto. Al principio, el guante resultaba cálido, pero al cabo de un rato se me entumecían de nuevo las manos. También, me llevaba mucho tiempo meterme el teléfono en la manga para calentarlo y luego sacarlo para hacer la siguiente llamada.
Más tarde compré un tipo de pegatina que era tridimensional para poder sentirla con los dedos. Pegué las pegatinas en las teclas que utilizaba con frecuencia. Metí el teléfono en el bolsillo y lo conecté a mis auriculares. Cuando la otra parte terminaba de escuchar, sabía que tenía que marcar el siguiente número. Así logré que mis dedos no se congelaran y pude hacer llamadas durante más tiempo.
Siguiendo la sugerencia de otro practicante de evitar exponer mi ubicación, no me quedaba en el mismo lugar durante mucho tiempo. Necesitaba seguir moviéndome, así que normalmente caminaba durante 3 o 4 horas. Otras veces, iba en bicicleta. En el crudo invierno o en el caluroso verano, insistía en hacer llamadas telefónicas.
Shifu dijo:
«Cultivar genuinamente Dafa,
sólo esto es lo más grande. …».
Intento equilibrar mi vida familiar y la cultivación. Nunca me siento cansada cuando se trata de hacer cosas para salvar a la gente. Cuanto más dispuesta está la gente a escuchar la verdad y a tomar la decisión correcta, más me animo a trabajar más y a hacerlo mejor. Normalmente, en cuanto me ofrezco a ayudar a alguien a renunciar al Partido Comunista Chino (PCCh) y sus organizaciones afiliadas, me dicen: «Sí».
Más tarde, conseguí un teléfono inteligente y las cosas se hicieron más fáciles. Algunos teléfonos móviles podían hacer llamadas telefónicas al mismo tiempo e incluso tenían funciones similares a las de los walkie-talkies. Si activaba la función para hacer llamadas, podía hacer llamadas automáticas para aclarar la verdad y podía contactar con más gente. Si había algo que no entendían, podía responder a sus preguntas.
Advirtiendo a la gente del peligro
Cuando llamé por teléfono a un hombre de mediana edad, le pregunté si había oído hablar de Falun Dafa antes. Dijo que lo conocía e incluso había leído Zhuan Falun. Pensó que Falun Dafa era bueno. Sin embargo, cuando le hablé de renunciar a las organizaciones del PCCh, no quiso escuchar.
Empecé a aclararle la verdad y después de escuchar mi explicación durante un rato, dijo: «¿Por qué la gente que practica Falun Dafa no se limita a practicar en casa? ¿Por qué salen a hablar con la gente?». Le dije: «El PCCh tomó el control de China en 1949. Aunque no hizo la guerra, el Partido utilizó todo tipo de movimientos para causar la muerte de más de 80 millones de personas en China, como la Campaña de los Tres Antis, la Campaña de los Cinco Antis, el Movimiento Antiderechista y la Revolución Cultural. Ahora, persiguen a los practicantes de Falun Dafa que creen en Verdad, Benevolencia, Tolerancia. Sustraen los órganos de los practicantes mientras están vivos y sin anestesia para ganar dinero».
Continué: «Ya que el PCCh ha hecho tantas cosas malas y ha matado a tanta gente, ¿cómo puede el Cielo perdonarlo? Nosotros, los chinos, tenemos un dicho: “Si la gente no castiga a los malhechores, el Cielo impondrá el castigo”. Todos los chinos están bajo el régimen del Partido. Para sobrevivir, nos unimos al PCCh y a sus organizaciones afiliadas».
«El Cielo está a punto de eliminarlo; si no renunciamos a nuestras afiliaciones, seremos eliminados con él. No hemos hecho esas cosas malas, pero tendremos que morir con él. ¿No es esto malo? Por eso es tan urgente renunciar al PCCh y distanciarnos de él. Cuando el Cielo lo aniquile, no tendrá nada que ver con nosotros. Cada uno de nosotros tiene el derecho y la oportunidad de comprender la verdad y elegir su propio futuro. Espero que no pierdas esta oportunidad».
Continué: «Piénsalo: si yo sé que hay una curva peligrosa en el camino pero tú no lo sabes, ¿no querrías que te advirtiera de ello? Hoy te enfrentas a esta opción». Después de hablar durante casi media hora, finalmente accedió a renunciar a su afiliación al Partido.
El proceso de aclarar la verdad es una oportunidad de cultivación. Uno se encuentra con todo tipo de personas. Algunos entienden la verdad, renuncian a las organizaciones del PCCh y nos dan las gracias, mientras que otros nos regañan. Algunos quieren que se les pague para que renuncien y otros amenazan con denunciarnos. A mí no me conmueve nada. Somos los seres más afortunados de este universo. Bajo la benévola protección de Shifu, estoy haciendo lo correcto. Soy feliz cada día, sin importar las dificultades que encuentre.
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Categoría: Aclarando la verdad