(Minghui.org) Comencé en serio a practicar la cultivación de Falun Dafa el 16 de diciembre de 2020, aunque ya había entrado en contacto con la práctica en 2015.

Por aquel entonces, mi suegra, que es practicante, me dijo que Falun Dafa era muy bueno y me pidió que lo practicara. En aquel momento sufría de un dolor en la parte baja de la espalda, así que probé.

Aprendí de ella los movimientos de los ejercicios, pero después de practicar durante una semana, volví a casa y no continué. Poco a poco, lo fui olvidando.

Hace más de un año, enfermé de eczema. Me picaba tanto el cuerpo que no podía dormir.

Ambas piernas estaban rojas e hinchadas y supuraban. Durante más de seis meses visité los hospitales, con la esperanza de encontrar una cura, o al menos aliviar los síntomas. Estaba dispuesta a probar todo lo que se conocía para tratar esto. Sin embargo, después de probar todos los tratamientos que los médicos me sugerían, mi eczema no mejoraba.

Mi suegra se dio cuenta de mi estado y me dijo: "Has tenido que tomar muchos tipos de medicamentos y has sufrido durante tanto tiempo, pero aún no te has recuperado. ¿Por qué no haces los ejercicios de Falun Dafa conmigo?". Acepté y pensé que, ya que estaba de acuerdo, no me rendiría esta vez; sabía que debía persistir.

A partir de ese día, me embarqué en el camino de la cultivación. Cuando comencé a practicar, todavía tomaba medicamentos.

No fue hasta más de medio mes después cuando me di cuenta de que tomar medicación mientras hacía los ejercicios no era correcto. Así que dejé de hacerlo y desde entonces no he vuelto a tomar medicación.

También he seguido practicando los ejercicios diariamente desde entonces. Para el segundo ejercicio, comencé haciéndolo de media hora. Después de un mes, lo hice durante una hora. Cuando hacía el segundo ejercicio, me picaban especialmente las piernas y los brazos.

Me picaban tanto que pensé que no podría continuar. El picor era muy fuerte, pero lo toleré. Entonces me empezaron a temblar las piernas. Apenas podía controlarlas y me preocupaba no poder continuar de pie. Intenté pisar fuerte con los pies, pero seguía sintiendo que no podría continuar.

Justo entonces, recordé lo que dijo el Maestro: "tomar las penalidades sufridas como gozo" (Templando la mente y el corazón de uno, Hong Yin).

Seguí recitando esta frase en silencio en mi mente mientras insistía en terminar el segundo ejercicio. Mis piernas estaban hinchadas y seguían supurando, por lo que me picaban especialmente.

Cuando meditaba, no podía doblar mucho las piernas y tenía las rodillas muy altas. Me había lesionado la rodilla izquierda en el pasado, y me dolía tanto que no podía ni siquiera permanecer sentada.

Realmente pensé en soltar las piernas y dejar la práctica. Justo entonces, me pareció oír que Shifu me decía: "Toléralo un rato y se acabará".

Me dije que debía escuchar las enseñanzas del Maestro: "Cada paso debe atravesarse" (Templando la mente y el corazón de uno, Hong Yin).

Si me rendía hoy, tendría que empezar de nuevo mañana. Como soportar las dificultades es la forma de reducir mi yeli (karma), estaba reduciendo mi karma. Sabía que tenía que soportar esta dificultad y que tenía que persistir.

Alentada por Shifu, finalmente perseveré. Un día, leí un artículo en el Semanario Minghui sobre cómo un practicante logró hacer bien la meditación.

La situación de ese practicante era bastante similar a la mía, así que ese artículo me inspiró mucho. Desde el 16 de diciembre de 2020 hasta principios de abril de 2021, había estado practicando Falun Dafa y mi cuerpo cambió mucho.

El eczema desapareció totalmente, ya no tenía picores y la hinchazón había desaparecido. Podía usar agua fría y dormir muy profundamente. Mi apetito aumentó e ¡incluso gané cinco kilos!

En solo unos meses, aprendí a mirar hacia dentro cuando me encontraba con problemas y también conseguí dejar atrás mis quejas y mi odio hacia mis suegros.

No solo eso, sino que me sentía de buen humor y llena de una energía inagotable. Todas estas bendiciones provienen de Dafa.

¡Gracias, Shifu! Gracias, Maestro, por darme una segunda oportunidad de vivir y fortalecer mi determinación de cultivarme firmemente en Dafa.

El Maestro dijo:

“Eliminen cualquier apego que puedan tener y no piensen en [tales] cosas. Simplemente hagan todo lo que un discípulo de Dafa debe hacer y eso lo incluye todo” (Exponiendo el Fa en el Fahui Internacional de Washington D.C., Guiando el viaje).

Definitivamente escucharé a Shifu y seguiré sus enseñanzas para cultivarme.

Ahora, también he empezado a salir para aclarar la verdad. Al principio, no sabía qué decir y no me atrevía a abrir la boca a la vez que me sentía muy ansiosa por ello.

Después de leer con frecuencia el Semanario Minghui e intercambiar experiencias con otros practicantes, aprendí gradualmente a aclarar la verdad.

Ahora, aclaro la verdad siempre que tengo la oportunidad de hacerlo. Aunque no he persuadido a mucha gente para que renuncie al Partido Comunista Chino y a sus organizaciones juveniles, perseveraré y seré firme en mi creencia hacia Shifu y Dafa y me cultivaré de manera firme.

¡Gracias, Shifu!, por su benevolente salvación.

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