(Minghui.org) He pasado por innumerables pruebas de yeli de enfermedad desde que empecé a practicar Falun Dafa en 1995. El estudio del Fa, la práctica de los ejercicios y mirar en mi interior me han ayudado a superar sin problemas estos desafíos.

Una tribulación reciente no se parece en nada a lo que pasé en el pasado. Puso a prueba mi mente y mi cuerpo hasta el extremo debido a su gravedad y a su larga duración.

Pensé: "¡Soy discípula del Maestro Li Hongzhi, niego los arreglos hechos por las viejas fuerzas y elimino cualquier interferencia!". Además de enviar constantemente pensamientos rectos, me medí con los estándares del Fa y corregí mis pensamientos y acciones. Mi creencia me decía que soportaría esta prueba pase lo que pase. Al final tuve éxito, gracias al poder del Maestro y a la ayuda de otros practicantes.

Para mostrar mi gratitud por la compasión del Maestro y la grandeza de Falun Dafa, quiero compartir esta experiencia con otros practicantes.

El comienzo

Una mañana de junio de 2020, salí con los practicantes del barrio para distribuir folletos de Falun Dafa. Cuando regresé a casa para almorzar, noté una erupción roja en mi cara. Los bultos eran del tamaño de un arroz. No le di mucha importancia.

Al día siguiente fui a visitar a la familia de mi hermano. Me preguntaron por mi cara y me dijeron que debería hacerme un chequeo de la erupción.

Al tercer día se me hinchó la cara y los granos se convirtieron en manchas. La piel se engrosó y se puso roja. Dos días después, el enrojecimiento se extendió a mi pecho, estómago y parte inferior del cuerpo. El curso de la erupción fue el enrojecimiento, la hinchazón, las ampollas, la supuración y el picor. El picor era insoportable, sobre todo en las piernas y en la zona íntima. Las molestias me hacían estar irritable y me mantenían despierta toda la noche.

Mantener fuertes pensamientos rectos

No podía salir en público ni unirme a nuestro grupo local de estudio del Fa. Era una interferencia de las viejas fuerzas que trataban de impedirme salvar a la gente y estudiar el Fa. Pensé en cómo eliminarla. Cualquier zona que me rascara supuraba un líquido amarillo. Salía más en cuanto lo limpiaba. Cuando ya no pude soportarlo más, pedí ayuda al Maestro y recité la enseñanza del Maestro:

"El Fa puede revelar todos los apegos, el Fa puede erradicar todas las perversidades, el Fa puede exponer y eliminar todas las mentiras y el Fa puede fortalecer los pensamientos rectos" (Eliminen la inteferencia", Escrituras esenciales para mayor avance (II)).

Los practicantes locales vinieron a ayudarme enviando pensamientos rectos como un solo cuerpo para eliminar las interferencias.

Al cabo de un tiempo, la hinchazón empezó a disminuir. Las manchas rojas de mi piel se volvieron más oscuras. A continuación, las costras secas se desprendieron y una capa de piel muerta se desprendía cada dos días. Mientras soportaba el dolor y la picazón, me lavaba y frotaba la piel escamada. Este proceso duró cuatro meses. Durante estos meses, mi familia y amigos vinieron a visitarme e intentaron convencerme de que fuera al hospital. Algunos decían que era eczema, otros que era herpes, etc. Sus esfuerzos fueron en vano. Se iban con cara de enfado.

Mi nieta lloró cuando me vio, al igual que mi cuñada. Mi sobrina y su marido intentaron asustarme diciendo: "Es una enfermedad de la sangre. Tienes que ir a un hospital importante para que te revisen, si no tu vida corre peligro". Mi otra cuñada le sugirió a mi hijo que me pusiera medicamentos en la comida. Mi hijo sabía que yo no había tomado ningún medicamento desde que empecé a practicar Falun Dafa. Por lo tanto, no hizo lo que su tía le dijo que hiciera.

Fue difícil alejarme de todos estos sentimentalismos de la familia y los amigos. Creo que estaban siendo controlados por las viejas fuerzas para impedir que me cultive. Sabía que debía seguir las enseñanzas del Maestro y eliminar todas las interferencias.

El Maestro dijo:

"“Soy dizi de Li Hongzhi, no deseo otros arreglos ni los reconozco”; entonces ellos no se atreverán a hacer eso. Por lo tanto, todo puede ser resuelto. Cuando realmente pueden hacer eso, no sólo diciéndolo, sino poniéndolo en acción, Shifu definitivamente intercederá por ti" (Exponiendo el Fa durante el Festival de la Linterna, 2003).

Todos mis temores desaparecieron. Estaba tranquila cuando pensaba en las enseñanzas del Maestro.

Rompiendo la interferencia
“Rápido como un rayo, elevándose a alturas cósmicas
Poderoso como un trueno, llegando más allá de los cielos
Barriendo todo el cosmos, ningún lugar queda afuera
Eliminando juntos todos los desviados y los deteriorados”
(Pensamientos rectos, Hong Yin IV). 

13 de febrero de 2014

Repetí el poema del Maestro una y otra vez. Debían ser las viejas fuerzas que intentaban impedirme estudiar el Fa y salvar a la gente. Juré seguir el plan del Maestro para que yo hiciera las tres cosas.

Me puse un sombrero y una máscara. También me envolví con tela las piernas y el estómago para atrapar cualquier supuración. Otro practicante y yo fuimos al mercado. Ayudamos a más de 20 personas a renunciar el Partido Comunista Chino (PCCh) y a sus organizaciones juveniles. El día fue bien. Mi mente estaba tranquila cuando llegué a casa. Esa noche no me picó el cuerpo.

Posteriormente, acudí a nuestro grupo de estudio del Fa, como hacía siempre. Con la ayuda del Maestro y de otros practicantes, ocurrió algo sorprendente. Mi condición empezó a mejorar. El enrojecimiento y la hinchazón disminuyeron, un área a la vez. La irritación desapareció. Mi piel volvió a la normalidad en el cuarto mes.

Cuando más tarde me encontré con conocidos, se quedaron sorprendidos. Me preguntaron cómo me había recuperado sin medicación ni tratamiento. Les dije que el Maestro y Falun Dafa me curaron.

Mi experiencia de superar esta tribulación de enfermedad mostró a mi familia y amigos que Falun Dafa es capaz de salvarnos. Además, la dignidad de Falun Dafa y el poder del Maestro fueron atestiguados por quienes me rodean.

Quiero agradecer al Maestro su compasión. Y quiero dar las gracias a los practicantes que me ayudaron en esta prueba. En el futuro, seré más diligente en el camino de la cultivación.

¡Gracias, Maestro! Gracias, compañeros practicantes.

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