(Minghui.org) La parálisis es la pérdida de la capacidad de mover parte o todo el cuerpo. La mayoría de las personas con parálisis tienen que depender de sillas de ruedas para el resto de sus vidas. La parálisis causa un enorme sufrimiento no solo para los que la padecen, sino también para sus familias.
Gracias a Falun Dafa, una antigua disciplina espiritual también conocida como Falun Gong, varias personas con parálisis han podido volver a caminar y ahora tienen vidas renovadas.
A continuación se presentan varias de estas historias de recuperación.
(Continuación de la Parte IV.)
Falun Dafa liberó a toda la familia de la enfermedad
La Sra. Mou Yongxia, profesora de secundaria jubilada de la ciudad de Daqing, provincia de Heilongjiang, solía sufrir trastornos sanguíneos y miastenia gravis, un trastorno autoinmune crónico que causa debilidad en el sistema muscular. Durante más de un año, no pudo caminar. Más tarde desarrolló más problemas en los riñones, el corazón y el estómago. Después de dar a luz a sus hijos gemelos, se desmayaba a menudo y estaba al borde de la muerte.
"No podía ser peor", así es como la Sra. Mou describiría su vida antes de conocer Falun Dafa.
Para empeorar las cosas, su hijo mayor tenía una parálisis cerebral parcial, que le causaba defectos de coordinación en el lado derecho del cuerpo. También tenía problemas de desarrollo. Su hermano gemelo tenía diabetes insípida (un raro trastorno que hace que el cuerpo produzca demasiada orina) y solía tener hemorragias nasales.
La madre de Mou ayudaba a cuidar de los gemelos. Sin embargo, quedó con parálisis tras un accidente por una explosión de gas natural. La familia vivía con mucho estrés y el esposo de Mou se divorció cuando los gemelos tenían cinco años.
Cuando tocó fondo, la Sra. Mou empezó a practicar Falun Dafa el 7 de octubre de 1998. En un mes de práctica, ¡todas sus enfermedades desaparecieron! Sus gemelos también se recuperaron de sus enfermedades al empezar a practicar.
Al ver los cambios positivos en sus hijos, la Sra. Mou también convenció a su madre para que practicara Falun Dafa. Después de 40 días, su madre, de 88 años de edad, pudo volver a caminar y se llenó de energía.
El hijo mayor de la Sra. Mou fue admitido más tarde en una universidad y encontró un buen trabajo tras su graduación.
Alguien que estuvo al borde de la muerte
Otra practicante compartió su experiencia de cómo su vida fue renovada por Falun Dafa.
Se jubiló de una fábrica de química eléctrica en la provincia de Hunan. En 1982, en su lugar de trabajo una estufa explotó y todo su cuerpo se quemó. El médico le dijo que tenía una intoxicación sanguínea y le recomendó inyecciones intravenosas periódicas. Unos años más tarde, sus dos brazos se volvieron negros por culpa de las inyecciones y el médico no supo cómo ayudarla.
Con el tiempo, desarrolló una inflamación de la tráquea y artritis reumatoide. No podía caminar sin sujetarse a algo. A veces se desmayaba al caminar.
A los 50 años quedó con parálisis tras sufrir una caída y romperse los pies. Su esposo tuvo una aventura y se mudó. Lloraba todos los días.
Cuando ya no había esperanza de mejora, su vida dio un giro. En agosto de 2007, encontró un folleto de Falun Dafa en su puerta. Al principio no lo creyó. Pero cuando le dolían las muelas y no podía conciliar el sueño dos días después, recordó las frases auspiciosas "Falun Dafa es bueno; Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno" que leyó en el folleto. Decidió probarlo y pronto se quedó dormida. Cuando se despertó, el sol brillaba en su habitación. El dolor de muelas había desaparecido. Estaba sorprendida.
Encontró a un practicante que vivía en su zona y le pidió prestado un ejemplar de Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa. Leyó el libro e hizo los ejercicios de Falun Dafa todos los días.
Una semana después, se veía mucho mejor. Todas sus enfermedades desaparecieron. Un mes después, unos amigos se sorprendieron al verla: "¡Vaya! ¿Cómo has conseguido tener un aspecto mucho más joven? Tu cara parece tan suave y saludable".
Un hombre tira sus muletas después de veinte años
Un trabajador forestal de las montañas Daxing'anling de la provincia de Heilongjiang tuvo un accidente mientras levantaba madera con una grúa. El cable se rompió y lo derribó, y desde entonces perdió la sensibilidad en las piernas.
Avanzando 20 años, a mediados de junio de 1999, un amigo le recomendó que leyera Zhuan Falun. No creía que la lectura del libro le ayudara con las piernas. Su hija, que había empezado a practicar Falun Dafa en ese momento, le instó a que lo intentara. Entonces terminó de leer el libro. Dijo: "Este libro es un tesoro". Más tarde se unió a su hija y a otros practicantes para estudiar el libro juntos y también vio los vídeos de las conferencias.
Una noche, le dolían tanto las piernas que sentía que se las quemaba el fuego. No podía dejar de gritar. Cuando se incorporó a los ejercicios en grupo a la mañana siguiente, tuvo que apoyarse en la pared para terminar de hacerlos .
Resultó que la sensación de ardor era un proceso de purificación del cuerpo. Unos días después, cuando su hija llegó a casa del trabajo, lo vio sentado en la puerta principal. Le dijo: "Mírame". Levantó las muletas, se puso de pie y dio cinco o seis pasos hacia adelante. "¡Puedo caminar!".
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Categoría: Beneficios para la salud