(Minghui.org) ¡Hola Maestro! ¡Hola compañeros practicantes!

Me gustaría contarles cómo experimenté de primera mano que nada es trivial en la cultivación.

En 2018, por una serie de acontecimientos, me mudé a Nueva York con mis dos hijos. El día a día parecía duro y había muchos inconvenientes. Mis hijos estaban ocupados con la escuela y yo no podía soportar el dolor de vivir sola. Pensé en volver a Florida y entonces me torcí el pie derecho. No pude caminar durante más de 4 meses. Justo antes de que Shen Yun actuara en Florida, mi pie torcido estaba casi curado y volví para ayudar.

Mi primera llamada de atención

Antes y durante las actuaciones de Shen Yun de 2019, me salieron ronchas. Me picaba tanto que no podía dormir. Grandes zonas de mi cuerpo estaban rojas, hinchadas y me picaban. A veces mi cara estaba roja y se parecía a la de un cerdo, pero cuando tenía que salir a encontrarme con gente, mi cara volvía a la normalidad. A pesar del dolor y la incomodidad, podía hacer lo que tenía que hacer. La noche anterior a la presentación inaugural de Shen Yun, las erupciones seguían sin dar señales de desaparecer.

El dolor me estaba agotando y no podía dormir. Así que le dije a mi marido: "Yo me quedaré en casa y ve tú y sigue el cronograma. Si hay algún problema, puedo ayudar por teléfono". Me dijo que no podía pedir permiso en el trabajo y que no podía hacerse cargo.

Mi hija dijo de repente: "¡Mamá, debes tener pensamientos rectos! Las cosas malas están interfiriendo contigo y no te dejan ir, ¡debes ir!". Sentí que el Maestro utilizaba su boca para animarme. Cuando salí al día siguiente, todo el enrojecimiento, la hinchazón y la picazón habían desaparecido.

Miré hacia dentro, pero no encontré nada. Entonces me examiné desde los principios más básicos de la cultivación. Sabía que no había estudiado el Fa ni hecho los ejercicios lo suficiente. Tampoco miraba hacia adentro cuando encontraba tribulaciones.

Un tumor señala mis apegos fundamentales

En 2020, un tumor del tamaño de un huevo creció en mi cuello. Los otros practicantes estaban muy preocupados. Mi marido estaba tan preocupado que me preguntó si quería ir a ver un médico. Lo pensé y les dije a mi marido y a los otros practicantes que no iría al médico. Lo afrontaría con la actitud de un cultivador.

Me cansaba fácilmente y no tenía energía. Aunque no afectaba mi capacidad para estudiar el Fa o hacer los ejercicios, no tenía energía y no quería hacer nada. Cuando miré hacia adentro me di cuenta de que no me interesaba salvar a la gente. Me apegaba a estar cómoda, pero sabía que aún no había encontrado la verdadera razón.

Me sentía angustiada porque, aunque miraba hacia dentro, ¡no encontraba el apego que me causaba el tumor! Realmente no sabía qué hacer. Recordé lo que dijo el Maestro:

"Pero siendo una persona común que solo desea ser una persona entre la gente común y curar sus enfermedades, no va. Hay quien piensa: «Si me curo, haré el xiulian». El xiulian no tiene ninguna condición, si quieres el xiulian, entonces haz el xiulian" (Primera Lección, Zhuan Falun).

De este pasaje del Fa, me di cuenta de que si te quieres cultivar, debes simplemente cultivarte. Sentí que el Maestro señaló mi problema cuando leí "Pero siendo una persona común que solo desea ser una persona entre la gente común, ...". Me relajé en mi cultivación porque estaba apegada a la búsqueda de una vida mejor. Este apego me hizo estar menos decidida a cultivarme, en cambio, pensaba en cómo vivir feliz y bellamente en la sociedad humana común.

Debido a que he estado relajada en la cultivación por demasiado tiempo, cuando traté de profundizar y mirar hacia adentro, sentí como si una capa de niebla me detenía.

Cuando estudiá el Fa, este pasaje me llamó la atención:

"Pero en estos tantos años de xiulian, todos atravesaron el camino con vientos y lluvias; muchas personas lo han atravesado realmente mal, constantemente cometiendo todo tipo de errores y hasta se han acostumbrado a ellos, consideran que no es nada; incluso cuando llegan las tribulaciones demoniacas no se dan cuenta dónde yace el problema, ya que se han acostumbrado y consideran que solo son pequeñeces. Xiulian; ¿qué significa “no tener brechas” (wu-lou)? No existen pequeñeces" (Enseñanza del Fa en el Fahui de la Costa Oeste 2015).

Me di cuenta de que tenía que evaluar si mis pensamientos y mi comportamiento, a los que me había acostumbrado, se ajustaban a los principios del Fa. En el proceso de buscar en mi interior las cosas pequeñas, descubrí que tenía un apego a la belleza. Quería parecer atractiva. Como sentía que el tumor era tan feo, quería cubrirlo con ropa o un pañuelo. También descubrí que tenía demasiado afecto por mis hijos. Aunque es natural que las madres amen a sus hijos y se preocupen por ellos, como practicante, debía medir mi relación con mis hijos desde una perspectiva más elevada, en lugar de enredarme en las emociones como una persona común.

Seguí mirando hacia dentro. El tumor seguía ahí, pero no estorbaba, así que lo ignoré. En noviembre, el tumor empezó a hincharse. Me dolía todo el cuello, la cabeza e incluso hablar y comer. Tenía fiebre y me sentía aturdida. Solo podía permanecer despierta durante dos o tres horas al día. Me di cuenta de que reconocía su existencia y que aún había espacio para hacer un mayor avance en mi cultivación. Pedí al Maestro que me guíe. Cada momento que estaba despierta, estudiaba el Fa.

¿Creo realmente en el Maestro?

Empecé a pensar en mi entendimiento, en la cultivación y en mi fe en el Maestro y en Dafa. Descubrí que detrás de mis diversos apegos superficiales estaban ocultos la fama, el interés propio y el sentimentalismo. Detrás de estos apegos había uno profundamente oculto que me hacía tener reservas sobre mi fe en el Maestro y en Dafa.

Recordé una actuación de Shen Yun. Un maestro taoísta pidió a sus discípulos que saltaran desde un acantilado. La mayoría de ellos no se atrevió, pero uno de ellos saltó sin dudarlo. Cuando vi esta escena, imaginé que yo sería la que saltaría del acantilado sin dudarlo. Pero después de pasar por muchas pruebas que afectaban a mis apegos fundamentales, me di cuenta de que era uno de los que no tenía suficiente fe en el Maestro para saltar.

Mirando hacia atrás en mi camino de cultivación a través de los años, encontré que me había estado enfrentando a la prueba de si creía o no verdaderamente en el Maestro y en el Fa. Cuando me enfrenté al camino de cultivación que el Maestro dispuso para mí, pero que no se ajustaba a mi egoísmo y nociones, ¿qué elección hice? Cuando pensé en eso, me sentí avergonzada. Al mismo tiempo, sentí la compasión ilimitada del Maestro y los esfuerzos que hizo por mí. Vi que el Maestro dispuso todo tipo de oportunidades para exponer mis apegos.

Las palabras de mis hijos y de mis compañeros practicantes me señalaron dónde podía mejorar. Al leer las enseñanzas pude calmarme y pensar: "¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Por qué estaba practicando Falun Dafa?". En mi proceso de cuestionamiento, vi claramente que no hay felicidad ni comodidad en este mundo. Todo lo que tengo es otorgado por el Maestro. Realmente quiero volver a mi verdadero hogar. Fue la primera vez, después de 20 años de práctica, que tuve tan claro mi deseo de alcanzar la consumación. Si quiero volver, debo creer en el Maestro y en el Fa sin reservas. Tuve que cambiar y eliminar mi egoísmo, y tomar el camino dispuesto por el Maestro.

Cuando encontré el quid de la cuestión fundamental que obstaculizaba mi cultivación y mi capacidad de mirar hacia dentro, me iluminé de repente y mi cuerpo se relajó al instante.

Tal como dijo el Maestro:

"Si verdaderamente puedes tener un estado mental determinado con respecto a tu cultivación y puedes dejar los sentimientos humanos, entonces no tomará siquiera un segundo y tu enfermedad habrá desaparecido" (Enseñando el Fa en el Fahui de Houston).

El tumor dejó de doler inmediatamente, ¡y dos días después desapareció por completo! Después de más de 20 años de cultivación, ¡volví a ser testigo de lo sorprendente que es Falun Dafa!

A partir de estas manifestaciones de yeli de enfermedad, pude ver que debido a mi falta de atención a muchos asuntos triviales que (en la superficie) no parecían estar relacionados con mi cultivación, perdí muchas oportunidades de mejorarme. Esto dio lugar a la acumulación de muchas pequeñas tribulaciones. Como no pasé esas pruebas, las pruebas se hicieron más grandes. Todavía tengo muchas brechas en mi cultivación y sé que no me he cultivado bien. Me gustaría agradecer al Maestro que no se haya rendido conmigo. Trabajaré duro, y espero poder un día volver a casa con el Maestro.

(Presentado en la Conferencia del Fa de Florida de 2022)