(Minghui.org) Soy un joven practicante de Falun Dafa y comencé a practicar en marzo de 2020.

Shifu siempre cuidó de mí

Me diagnosticaron un cáncer raro poco después de nacer. Sin embargo, luego de que se extendiera y se desarrollara hasta la etapa más grave, desapareció repentinamente. Era tan raro que me convertí en objeto de un estudio médico nacional. De vez en cuando tenía que ser hospitalizado y someterme a exámenes detallados.

Después de empezar a practicar y recordar mis experiencias de la infancia, me di cuenta de que Shifu me protegía y purificaba mi cuerpo. También tuve muchas otras experiencias asombrosas de niño, pero no me di cuenta de que eran únicas.

Un día, cuando tenía 14 años, entré de repente en una dimensión diferente. Tuve una experiencia similar hace años, pero esta experiencia me recordó la sensación que tuve antes, que no se podía describir en ningún idioma.

Pensé que los cultivadores de las religiones debían controlar esos sentimientos tan elevados. La semilla de la búsqueda del gran Camino se plantó en mi mente.

Como estudiante, me preocupaba perder este sentimiento elevado si seguía llenando mi mente de conocimientos y valores de los adultos. Lo único que podía hacer era resistirme a dejarme llevar, dejar de confiar en los demás y empezar a buscar mi propio camino en la vida. A lo largo del instituto y la universidad, leí una amplia selección de libros, viajé a muchos lugares y seguí buscando el sentido de la vida.

Encontrar Falun Dafa

Vi información sobre Falun Dafa por primera vez mientras buscaba en Internet en marzo de 2020. Después de leer algunas páginas de un libro de Falun Dafa en línea, me sorprendió felizmente descubrir que era exactamente lo que había estado buscando. Llamé inmediatamente al número del sitio de ejercicios en grupo y aprendí los ejercicios ese fin de semana.

Mientras hacía el tercer ejercicio, sentí la rotación de Falun en mi zona abdominal. Mi vista se aclaró y mi cuerpo se sintió tan ligero después de hacer los cinco ejercicios. Me llené de gratitud.

La primera ola de la pandemia de COVID golpeó a Japón en ese momento. El gobierno japonés anunció una emergencia de salud pública. Tuvimos que quedarnos en casa, así que el ejercicio en grupo se detuvo. Tuve tiempo de leer el Fa en casa. Comencé a avanzar diligentemente en mi cultivación.

Cuando nuestro ejercicio de grupo se reanudó en junio, otro practicante y yo hablamos de proyectos de medios de comunicación relacionados con Dafa. Ya había escuchado sobre el Epoch Times. Mi profesor de Política Internacional citó un reportaje del Epoch Times sobre el Instituto Confucio cuando habló de la infiltración del Partido Comunista Chino (PCCh). Yo no sabía sobre Falun Dafa en ese momento, pero pensé que el Epoch Times era un medio independiente y valiente.

Oportunidades de cultivación

Deseaba ayudar al Epoch Times a aclarar la verdad, así que ayudé a crear vídeos durante los 18 meses siguientes. Me incorporé formalmente al medio de comunicación el pasado mes de diciembre.

Mi primer trabajo fue crear un programa de noticias de quince minutos que se publicaba en las redes sociales todos los días. Seleccionaba las noticias cada noche, y corregía y editaba los borradores del guión a la mañana siguiente. Por la tarde terminaba el guión con el presentador, y grababa y editaba los vídeos. Me puse al hombro cada paso del trabajo de todo el día. Una semana pasó volando. Sentí el reto de trabajar a un ritmo tan rápido, especialmente cuando se producían noticias de última hora.

Mi trabajo conlleva mucha presión. El Epoch Times tiene el mayor número de suscriptores en una plataforma de medios sociales en particular. El programa del que me encargo es un programa de reportajes. Algunos miembros de nuestro equipo trabajan a tiempo completo, pero otros solo pueden hacerlo en su tiempo libre. Hacer programas de noticias requiere una gran eficiencia y calidad. Los que trabajan a distancia no suelen tener la sensación de un ambiente muy intensivo. Algunos pidieron ayuda a sus familias. Algunos no cumplen los plazos. No es fácil hacer asignaciones basadas en la situación especial de cada uno. Estoy agradecido por su contribución fuera de sus ocupadas vidas, pero coordinarse con ellos fue un reto.

Personalmente, pensé que trabajar en proyectos no es cultivación, y no debemos mezclar nuestro deseo de que los miembros de nuestra familia se cultiven. Tienen que querer practicar la cultivación. Creía que mi entendimiento era correcto, pero no me sentía bien con mi estado de cultivación. Mirando en mi interior, descubrí que era una excusa para mi resentimiento después de haber sido interferido por mis diversos apegos.

Tenía un apego a la comodidad. Veía como una carga manejar la situación especial de cada uno mientras trataba de completar el trabajo. Tuve una discusión con una practicante que trabaja en nuestro proyecto a tiempo completo.

Le pregunté: "Nuestro proyecto exige que se cumplan los plazos. ¿No es mejor pedir a fulano que trabaje en otros proyectos?". Ella respondió: "Hay que aplicar la compasión". Sus palabras parecían apuntar a mi apego a la comodidad. Tiene más o menos mi edad, pero empezó a practicar de niña con sus padres. Comprende mejor las relaciones familiares de los practicantes.

No estuve en desacuerdo, pero tampoco me lo creí. Dije: "Dar prioridad al trabajo de los medios de comunicación que salva a la gente es ser compasivo. ¿Acaso las relaciones familiares no son sentimentales?".

Me resultaba difícil entender mi dilema. Sin embargo, el estudio diario del Fa me ayudó a encontrar la raíz de mi problema. Desde la adolescencia me resistí a dejarme llevar por lo que era popular. Dejé de confiar en los demás y busqué mi propio camino. Mis ideas egoístas me impedían colaborar bien con otros practicantes.

Shifu nos dijo:

"Para el hombre, la cosa más difícil de dejar son sus conceptos. Algunas personas no pueden cambiar sus conceptos, aunque incluso tengan que dar sus vidas por doctrinas falsas. Sin embargo, los conceptos mismos son adquiridos después del nacimiento del hombre, no son innatos. El hombre siempre cree que tales ideas inmutables –ideas que pueden hacerle pagar cualquier precio sin pensarlo dos veces– son sus propios pensamientos. Incluso cuando vea la verdad, él intentará rechazarla. En realidad, a excepción de la pureza e inocencia innata de uno, todos sus conceptos son formados después de su nacimiento y no son el ser real de uno" (Para quién existes, Escrituras esenciales para mayor avance).

La noción que me formé de adolescente se había convertido en algo habitual. No había otros practicantes de Falun Dafa en mi familia o círculo de amigos. Siempre pensé que era correcto no confiar en los pensamientos de los demás, porque así evitaba ser influenciado por la gente común de la sociedad actual. Cuando trabajé en mi cultivación con la intención de cambiar esta noción, me iluminé.

En primer lugar, el proceso de obtener el Fa y todo lo que sucede después está arreglado. No se debe a nuestro propio arreglo. Como un discípulo de Dafa, solo puedo trabajar en el entendimiento del Fa y en la toma de buenas decisiones. Los discípulos de Dafa deben tener fe en el arreglo de Shifu. Si nos apegamos a nuestro propio entendimiento del Fa o confiamos verdaderamente en el arreglo de Shifu es una cuestión fundamental y mide si hemos dejado de lado nuestras propias nociones.

Las cosas se volvieron en la dirección correcta después de que vi la brecha en mi cultivación.

Tuve una breve discusión con otro practicante que trabaja a tiempo completo en nuestro proyecto. Él desempeñaba el papel principal en nuestro equipo y trabajaba más que los demás. También creció en una familia de practicantes y tiene un buen entendimiento de las relaciones familiares. A pesar de estar tan ocupado, se las arregló para mantener a los practicantes que yo consideraba que debían ser despedidos.

Al ver lo agotado que estaba, le pregunté: "¿Pedimos a fulano que trabaje en otros proyectos? Trae mucho estrés si seguimos así". Me dijo que lo entendía, pero me explicó: "Tienes razón desde el punto de vista del trabajo, pero puedo entender la situación de los demás. Por eso no puedo renunciar a ellos".

Compartió conmigo su entendimiento de la cultivación, especialmente la diferencia entre cultivarse como menor de edad y como adulto, y el dolor de no poder lograr todo lo que deseaba. Su experiencia era completamente diferente a la mía. Me sentí profundamente conmovido y comprendí completamente su sentimiento. Me quedé sin palabras al ver mi mentalidad estrecha y mi falta de compasión.

Se fue después de nuestro intercambio. Yo me fui unos minutos después. En ese momento, la sensación de intensa presión que llevaba todo este tiempo empezó a disolverse. Se me llenaron los ojos de lágrimas.

Shifu nos dijo:

"Frecuentemente, digo que si uno actúa completamente por el bien de otros sin el más leve propósito o entendimiento personal, lo que uno dice hará que los oyentes se conmuevan a derramar lágrimas" (Conciencia lúcida, Escrituras esenciales para mayor avance).

Contuve mis lágrimas y disfruté de la belleza de soltar mis apegos. Mi mente se tranquilizó de forma asombrosa, sin ningún tipo de pensamiento. Desde entonces, ya no me siento frustrado cuando surgen situaciones difíciles. Los problemas se resuelven fácilmente si los manejo con calma.

¡Gracias, Shifu, por tu compasiva salvación! ¡Gracias, compañeros practicantes!

(Presentado en el Fahui de Japón 2022)