(Minghui.org) Tengo 60 años y comencé a practicar Falun Dafa en 2005, cuando era instructora de yoga. Investigué durante años diferentes religiones, escuelas de iniciación, etc. En mi búsqueda de la razón de ser, estudié y me especialicé en salud mental. Sin embargo, no encontré lo que buscaba. Cuando me hablaron de Falun Dafa lo rechacé, ya que sentía que había terminado mi búsqueda. Pero un amigo me animó a leer el libro Zhuan Falun.

Tomé el libro y leí Lunyu, sobre Dafa. En cuanto leí el primer párrafo sonreí y dije: "Lo encontré... mi búsqueda terminó". Leí todo el libro y, sin dudarlo, decidí practicar Falun Dafa. Nunca pensé en dejarlo.

Durante los primeros cuatro años, ya que estaba desempleada y recién divorciada, me dediqué a leer los libros y conferencias de Shifu (fundador de Falun Dafa) de manera intensiva, entre 10 y 14 horas al día. Terminaba un libro y luego leía el siguiente, una y otra vez. Hacía los ejercicios todos los días. Un mes después, los otros practicantes y yo iniciamos un grupo de lectura.

Los milagros se suceden

Desde que era adolescente, sufría depresión crónica y migrañas de hasta 15 días al mes. De niña mi entorno familiar era muy hostil y desarrollé una baja autoestima. Mi salud era precaria y estaba muy débil debido a una anemia crónica. Desarrollé anorexia nerviosa y tenía un peso inferior al normal.

Aproximadamente tres días después de empezar a leer el Fa, cuando estaba medio dormida, oí a alguien hablar. Una voz masculina dijo, como si le explicara a otra persona: "La única manera de que se cultive es que borremos cosas de su pasado". Sentí como si algo pasara en mi cerebro. No podía moverme y me quedé dormida. A la mañana siguiente, cuando me levanté de la cama, supe que mi depresión había desaparecido. No volví a estar deprimida. Las migrañas también disminuyeron: los episodios se fueron reduciendo hasta desaparecer por completo.

Poco después se produjo otro milagro. Durante varios meses, debido a una caída, mi útero se había desprendido y descansaba sobre mi vejiga. Tenía que orinar cada 15 minutos. Me resultaba difícil recorrer largas distancias porque tenía mucho dolor. Sabía que era necesario operar o extirpar el útero, pero no estaba dispuesta a hacerlo. Esto interfería en mi total concentración cuando estudiaba el Fa porque tenía que parar continuamente para ir al baño.

En un momento en que estaba leyendo sobre la rectificación del universo y cómo Shifu tenía que separar la galaxia de la vía láctea para que no contaminara el universo rectificado, cuando me levanté para ir al baño, dije en voz alta "Si Shifu puede trasladar una galaxia a otro lugar, seguro que puede devolver mi vientre a su sitio". Me quedé sorprendida. Cuando me levanté descubrí que mi vientre estaba de nuevo en su sitio. Después pude leer durante horas sin necesidad de ir al baño. Lloré de gratitud.

Experimenté muchos milagros similares.

Mi responsabilidad como coordinadora de la Asociación Falun Dafa

En 2016 fui designada para ser la persona encargada de la Asociación Falun Dafa de Colombia. La anterior coordinadora era mayor y se hizo a un lado.

Al principio, no acepté porque sentía que otros practicantes de nuestro grupo eran más capaces que yo. Nunca contemplé asumir esta responsabilidad. Pero me di cuenta de que la verdadera razón era que me consideraba completamente incapaz de asumir ese papel. Nunca había sido líder en nada. No confiaba en mi capacidad para tomar decisiones, no quería asumir esa responsabilidad y me aterraba el fracaso.

Le rogué a la coordinadora de área que pidiera a otra persona que estuviera a cargo y le expliqué por qué, pero me dijo: "Shifu quiere que seas tú quien esté a cargo". No dije nada. En mi mente le dije a Shifu: "Si así lo quieres, que así sea. Acepto".

Durante varios años, hice este trabajo. Me sentía resignada y como si fuera una carga impuesta por Shifu. Pero no me sentía bien. Un privilegio tan grande debería ser vivido con alegría y gratitud, pero no fue así. Más tarde me di cuenta de que no entendía profundamente mi misión.

Al leer repetidamente las conferencias, llegué a comprender la magnitud de acompañar a Shifu en la rectificación del Fa. Me di cuenta de que lo que menos importaba era lo que yo quería como humano. No vine aquí para ser un humano. Algo tan grande e importante como dirigir un grupo de practicantes era mi misión, era mi verdadera esencia.

En el momento en que me di cuenta de esto, me puse delante de la foto de Shifu. Decidí asumir esta responsabilidad y comprometerme de verdad con mi misión, sin ninguna queja, sin retener nada. En ese momento, mi malestar interior desapareció. Supe que yo y el grupo de mi país formábamos parte del gran ejército de Shifu, en esta gran empresa de la rectificación del Fa dirigida por Shifu.

Recuperando lo perdido

Después de que empecé a practicar Falun Dafa, todos mis problemas de salud desaparecieron. No tuve ni un resfriado común. Mis amigos y mi familia estaban asombrados.

Sin embargo, comencé a experimentar un cambio. Siempre fui una buena lectora y cultivé mi intelecto. Mi capacidad de comprensión de lo que leía era buena. Pero cuando cumplí 50 años, empezaron a ocurrir algunas cosas que inicialmente no supe manejar.

Empecé a tener problemas de memoria. Las cosas pequeñas se borraban de mi mente. Me olvidaba de los compromisos, mi mente se quedaba en blanco a veces, y no podía concentrarme cuando leía el Fa, ni recordar lo que leía. Mi capacidad de aprender y retener información disminuyó.

Esto iba en aumento. Empecé a preocuparme. En mi familia hay varios casos de Alzheimer, y mis hermanos también mencionaron que tenían problemas de memoria y estaban recibiendo tratamiento médico.

La situación continuó hasta que tuve varios lapsos mentales breves y a veces experimenté una especie de fragmentación de los pensamientos. Era incontrolable y no sabía cómo manejar el problema. Sentía que tenía que manejarlo sola. No lo compartía con los demás practicantes porque no quería preocuparlos.

Cuando miré hacia dentro, me di cuenta de que tenía un apego. Solía pensar que la cultivación intelectual era muy importante. Me resultaba inaceptable que alguien no se preocupara por aprender cosas y hacerse más inteligente cuando había tantos medios a su alcance. Decidí dejar de lado esta noción humana y esto me ayudó a sentir más compasión por la gente.

Sin embargo, mi problema de memoria no parecía disminuir. Pedí a Shifu que me diera alguna señal para poder manejar la situación.

Un día me llamó la atención una frase de una conferencia de Shifu "Los estudiantes tendrán cualquier cosa que necesiten porque esto es el Gran Fa cósmico" (Exponiendo el Fa en el Fahui de Australia),

Le dije a Shifu que necesitaba recuperar mi capacidad mental para poder realizar mi trabajo como coordinadora de la Asociación Falun Dafa. Sin memoria era imposible llevar a cabo mi misión, y mucho menos dirigir un grupo.

Recordé las palabras de Shifu: "Siempre y cuando hagas el xiulian y pongas tu corazón firme para cultivarte, todo aquello que has perdido puede ser repuesto" (Segunda Lección, Zhuan Falun).

Estas son las enseñanzas de Shifu, creo completa y totalmente en Dafa. Esto me devolvió la confianza.

Empecé a enviar pensamientos rectos por la mañana y por la noche, todos los días. Los dirigí a mi cerebro para limpiar, recuperar y desarrollar todo lo que necesitaba para mi trabajo de Dafa. Negué todos los arreglos de las viejas fuerzas. Durante un tiempo, cada hora del día, durante 5 minutos recité la fórmula para enviar pensamientos rectos.

Milagrosamente, mi dificultad desapareció. Recuperé gradualmente la concentración y la memoria, y al cabo de unos meses recuperé todo lo que había perdido. Lo mejor fue que también desarrollé otras habilidades que siempre pensé que eran exclusivas de los jóvenes, como dominar Internet, manejar ciertos programas complejos de edición de videos y audios, y el manejo de algunas plataformas de marketing digital y redes sociales, para proyectos de aclaración de la verdad. Shifu me dio más de lo que pedí. Pude capacitar a otros practicantes en estas áreas.

Seguiré cultivándome con diligencia, ya que soy consciente de que mi cualidad de iluminación no es tan alta. Pero también sé que Shifu me proporcionará lo que necesite. Continuaré poniendo mi misión como mi primera prioridad. Nada es más importante.

Estoy muy agradecida con Shifu. Por favor, señalen cualquier cosa que haya dicho que no esté alineado con el Fa.