(Minghui.org) Me surgió un gran deseo de colaborar cuando escuché que Shen Yun necesitaba ayuda en Polonia este año. Tuve la oportunidad de tomarme el tiempo libre en el trabajo, así que supe que debía hacerlo.

Oportunidad de mejorar

Me sentí honrada porque creo que es una gran bendición colaborar con Shen Yun. Siento que es lo mismo que estar al lado del Maestro.

La primera ciudad a la que fuimos a ayudar fue Toruń. Debido a la pandemia de COVID, había ciertas restricciones y requisitos en Polonia. Los practicantes polacos pidieron a los practicantes que estaban vacunados que vinieran, ya que sólo los que estaban vacunados podían estar dentro del teatro. Yo estaba vacunada, así que, aunque no sabía inglés, me asignaron para ayudar dentro del teatro. Compré un traje y dos blusas.

Los planes cambiaron en cuanto llegamos a Toruń. Me dijeron que no estaría dentro del teatro, sino que vigilaría los autobuses en el exterior. Enviaron a los hombres a trabajar dentro.

Hacía frío fuera, y como me había preparado para ayudar dentro del teatro, no había traído ropa de abrigo. Hasta que no me puse todo lo que tenía no entré en calor. Me quejé: "Me dijeron que ayudaría dentro como seguridad, pero me colocaron fuera. En cambio, asignaron a los hombres más fuertes para ayudar adentro".

Más tarde, miré en mi interior y vi que mi infelicidad era fruto de mi egoísmo, mi vanidad y mi envidia.

Como era la primera vez que vigilaba autobuses, también me sentía insatisfecha porque los coordinadores no me habían explicado con detalle a qué debía prestar atención mientras los vigilaba.

En mi lugar de trabajo, a veces se imponen tareas similares, pero antes de empezar, se me instruye de antemano al respecto, y solo cuando me familiarizo con mi deber empiezo a trabajar.

Esta vez, la insatisfacción surgía de mi necesidad de comodidad y del deseo de controlar mi situación. Siempre he tratado de planificar mi vida, y siempre ha sido importante para mí ajustarme y planificar con antelación; pensar en todo por adelantado. Estos pensamientos errados, por supuesto, se formaron de las ideas y los pensamientos humanos mientras vivía en familia o trabajaba en un empleo. También me di cuenta de que tenía el deseo de presumir.

Sólo más tarde me di cuenta de lo ocupados que estaban los coordinadores polacos, de la cantidad de cosas y de la responsabilidad que tenían que soportar. Pero aun así tenían que tratar con los practicantes que se quejaban como yo. Tal vez había causado interferencias con mis pensamientos negativos y mi arrogancia.

El Maestro lo arregló todo y me emparejaron con una practicante polaca que se esforzó en ayudarme. Me ofreció ropa de abrigo y me dijo a qué debía prestar atención mientras vigilaba los autobuses. También me daba ánimos cuando me quejaba.

Al día siguiente, me sentí cansada cuando me levanté por la mañana. Ese día llegué a un punto de ruptura. No tenía pensamientos rectos y al mirar los autobuses, pensé: "Qué sentido tiene vigilarlos, solo son cajas de metal y además la zona está vigilada por cámaras de vídeo. No pasará nada".

Pensé en dejar ese deber al día siguiente. Mi compañera percibió que yo no estaba bien y siguió animándome. Me di cuenta de que tenía que deshacerme de mis pensamientos negativos.

Inspirada por ella, mientras caminaba alrededor de los autobuses, de repente los vi como dos grandes ángeles blancos con las alas extendidas, uno femenino, el que llevaba a las bailarinas de Shen Yun, y el otro masculino, el que llevaba a los bailarines. Los ángeles eran muy nobles, y los Seres Divinos - los artistas de Shen Yun, estaban sentados en sus alas, y los ángeles los llevaban a las distintas ciudades para actuar.

A partir de ese momento, empecé a ver mi deber de forma diferente y me di cuenta de lo importante que era cumplirlo correctamente.

Comprendí que la seguridad de la gente común no puede proteger los autobuses, no importa cuántas cámaras de vídeo se instalen, sólo los practicantes pueden hacerlo. Al caminar alrededor de los autobuses y vigilarlos, los practicantes creamos un campo de energía, una barrera protectora a su alrededor.

También tuve la oportunidad de colaborar con Shen Yun en la ciudad de Lublin, donde vigilé los autobuses por la noche. En Lublin, estaban estacionados fuera de la ciudad.

Las noches eran muy frías, así que mi compañera y yo acordamos que nos turnaríamos mientras estábamos de guardia: una descansaría en el coche y la otra patrullaría fuera.

La zona estaba muy oscura. Cerca del edificio donde estaban estacionados los autobuses, había una lámpara que se iluminaba sólo cuando registraba movimiento. Cuando llegó la hora de cambiar, salí del coche y primero recorrí toda la zona. Cada vez que me fijaba en un gran perro en la esquina del edificio, este enseñaba los dientes y ladraba con fuerza.

No tenía miedo. Le dije: "Haces un buen trabajo. Me ayudas a vigilar los autobuses, es un trabajo sagrado. Gracias, pero de momento todo está bien, si necesito tu ayuda te llamaré".

Cada vez que lo decía, el perro desaparecía. Curiosamente, cuando mi compañera estaba de guardia, el perro nunca venía a ladrar. Tal vez las viejas fuerzas enviaron a este perro para alterarme y asustarme. Pero desde que tuve fuertes pensamientos rectos, el perro se puso del lado de las fuerzas buenas y ya no interfirió conmigo.

Realmente quiero que Shen Yun venga a mi país, pero para que eso ocurra, nuestros practicantes necesitan prepararse con antelación. Es muy bueno que el Maestro nos dé la oportunidad de colaborar con Shen Yun en otros países. Al asumir distintas responsabilidades, entendemos cuántos recursos humanos se necesitan, qué actividades hay que hacer para promover el espectáculo y cómo se debe suministrar. También son grandes oportunidades para interactuar con los practicantes de otros países y fortalecer nuestra coordinación general entre los practicantes. Esto a su vez nos ayudará a organizarnos para que Shen Yun venga a nuestro país en el futuro.

Mirando hacia atrás, entiendo que nada es una coincidencia. El Maestro tenía todo planeado para mí. Cuando estaba dentro del teatro y vigilando específicamente una puerta, el Maestro envió a aquellos a los que debía salvar.

Cerca de la puerta que tenía que vigilar había un baño. Una mujer joven vino a limpiarlo y me habló en ruso. Dijo que era de Ucrania, y que ella y otras dos madres e hijos huyeron de la guerra de Ucrania a Polonia, y que el teatro les dio trabajo.

Le dije que era de Letonia y que había venido a Polonia para ayudar a Shen Yun. Como ella quiso saber más sobre Shen Yun, le hablé. Me dijo que limpiaba con sus amigas la gran sala de este teatro, donde se celebran conciertos y actuaciones, y que soñaban con sentarse en esas cómodas butacas y disfrutar de una bonita actuación.

Le dije: "Los sueños se hacen realidad, ¿quieres ver Shen Yun? Ella respondió: "Sí". Le dije: "Te voy a regalar una entrada para este espectáculo". Se sintió muy emocionada y dijo: "Pero tengo un deseo, quiero que mis amigos de Ucrania vean este espectáculo conmigo".

Por supuesto, no tenía ni idea de cuánto costaban las entradas. También entendía que sus amigas no podrían comprar entradas para ellas, porque acababan de llegar, tenían muchos hijos y tenían pocos ingresos. Todo el dinero que ganaban lo necesitaban para mantener a sus familias.

Pensé que sería demasiado caro para mí comprar tres entradas, pero entonces recordé que anteriormente había ofrecido entradas a mis parientes de Polonia para ver Shen Yun. Mis parientes no me respondieron, así que no me había gastado ese dinero.

Pensé que tal vez estas mujeres de Ucrania tenían una relación predestinada conmigo y que después de ver Shen Yun se convertirían en seres de mi mundo. Si fuera ese el caso, ¿no serían mis parientes? Así que accedí y le compré entradas a las tres mujeres.

La mujer me contó que empezaron a surgirle varios problemas después de que la llamara esa noche para darle las entradas de Shen Yun. En ese momento otra empresa había empezado a llamarla para pedirle que trabajara en otro lugar. También cuando viajó en tranvía al teatro para ver el espectáculo encontró obstáculos. El viaje duró 45 minutos en lugar de los 15 minutos que tenía que durar.

 Todos esos inconvenientes no la detuvieron: tenía un gran deseo de ver Shen Yun.

Me llamó al día siguiente, después de ver la obra y me dijo: "Sabía que el espectáculo iba a ser muy bueno, ¡pero resultó ser algo aún más grandioso! A mis amigas también les encantó el espectáculo. Ahora, cuando trabajo en el teatro y veo a los artistas de Shen Yun, los miro con un gran respeto".

Una prueba de fe

Tuve que volver al trabajo ni bien regresé de Toruń. Teníamos la obligación de hacernos una prueba antes de entrar al trabajo, para confirmar que no habíamos contraído la COVID.

Una semana después de volver de Polonia, di positivo en el test COVID. Mi primer pensamiento fue ocultarle el resultado a mi jefe. Pero me di cuenta de que era una practicante y no debía mentir, así que se lo dije al jefe. Tuve que entrar en cuarentena y enviar más pruebas al laboratorio. Estaba un poco desconcertada y me sentía confusa.

Me sentía animada después de volver de Toruń, porque había tenido la oportunidad de ver Shen Yun y fue indescriptible. Durante el espectáculo, me sentí como si me hubieran elevado al cielo. También sentí cómo el Maestro limpiaba mi cuerpo durante toda la actuación. Pensé que mi cultivación había mejorado.

Ahora tenía dos pensamientos. Por un lado, un pensamiento humano se manifestó: cómo pudo pasarme esto, tal vez soy una mala practicante. Por otro lado, otro pensamiento humano se deslizó: tal vez no sea tan malo, me enfermaré y obtendré un certificado de que pasé la COVID y ya no tendré que vacunarme.

Ahora comprendo que estos dos pensamientos humanos fueron puestos por las viejas fuerzas para engañarme con una trampa y que aceptara sus arreglos.

Aunque tenía la oportunidad de cambiar todo enviando pensamientos rectos y mirando hacia adentro, lo tomé todo de forma pasiva. Así que seguí los arreglos de las viejas fuerzas. Y cuando llegó el resultado del laboratorio, fue positivo para COVID. Esto redujo mi fe al mínimo.

"Los verdaderos Dafa dizi todos tienen energía, y ellos mismos son los que eliminan el ye, eliminan las bacterias" (Raciocinio).

Más tarde comprendí que si actúas y piensas como una persona común, entonces todo te sucederá como le sucedería a una persona común.

En cualquier situación, un practicante debe mantener la lucidez y estar preparado para los nuevos desafíos. Las viejas fuerzas están dispuestas a ponernos a prueba, incluso en los momentos en que sentimos que nos hemos elevado. En esos casos, pueden valerse del estado de exultación y de los sentimientos humanos como la alegría, la satisfacción, etc.

Y, por supuesto, se valen de nuestros apegos para arrastrarnos a sus redes. Un practicante solo necesita perder los pensamientos rectos por un momento y en el momento siguiente puedes sentir cómo las viejas fuerzas comienzan a manipularte. Cuanto más profundamente te atrapan en sus redes, más difícil resulta desenredarse y escapar de ellas.

Más o menos al mismo tiempo, otros practicantes de mi región dieron positivo en la prueba de COVID. Su situación era similar a la mía. Todos tenían un requisito obligatorio en el trabajo: estar vacunados.

Estos practicantes también desarrollaron nociones humanas erróneas y se mostraron reacios a vacunarse. Así, las viejas fuerzas se aprovecharon de sus brechas y crearon ilusiones de enfermedad. Creo que estos practicantes lo tomaron en forma pasiva y por lo tanto siguieron los arreglos de las viejas fuerzas.

El Maestro dice:

"No estoy diciendo que no se apliquen la inyección, y tampoco estoy hablando sobre qué te hace la plaga. No vayan al otro extremo, eso es todo corazones humanos. Lo que quiero decirte es que te estás evaluando a ti mismo con los corazones de la gente común, en lugar de mirar a los problemas desde la perspectiva de cultivadores, esto es una omisión en la cultivación" (Despierten).

El problema en nuestro grupo era que nos aferrábamos a nuestras nociones humanas y no creíamos plenamente en el Maestro. En vez de estudiar el Fa y fortalecer nuestros pensamientos rectos, nos enfrascamos en la lectura de varios artículos científicos, médicos y otros similares sobre las vacunas y el virus.

Por supuesto, hubo factores que contribuyeron a la incapacidad de los practicantes locales para cultivarse diligentemente. Después de que se iniciaron las restricciones COVID en nuestro país, no podíamos estudiar el Fa juntos ni hacer actividades para aclararle la verdad a la gente, cara a cara.

Aunque leía el Fa con otros practicantes de mi país cada semana, no hice mucho esfuerzo para animar a los practicantes locales a unirse y estudiar el Fa juntos por Internet.

Además, cuando reanudamos nuestro estudio local del Fa, noté que pasábamos mucho tiempo discutiendo sobre política y sobre las cosas que pasaban en el mundo. Como yo misma tenía este apego, no traté de disuadir a los practicantes para que no mantuviéramos estas conversaciones.

Más tarde, cuando se nos permitió organizar eventos para aclarar la verdad en nuestra región, lo retomamos con pereza y sin mucho entusiasmo. Al principio era muy difícil hablar. Parecía que estábamos aprendiendo a esclarecer la verdad desde el principio.

Creo que esta tribulación del yeli de la enfermedad, que las viejas fuerzas dispusieron para mí y los demás practicantes del grupo, y la forma en que la tomamos y la atravesamos, reflejaba el estado de cultivación general de nuestro grupo.

Aunque los síntomas de la COVID fueron leves para mí y los demás practicantes, lo tomé como una advertencia de que si la próxima vez no lo superamos, podría acabar peor o incluso mucho peor.

Aunque no superé esa prueba, después de algún tiempo el Maestro me brindó otra oportunidad de ir a otra ciudad de Polonia para colaborar con Shen Yun y aproveché la ocasión.

El año que viene me jubilaré y tendré más tiempo y oportunidades para colaborar con Shen Yun. Quiero seguir colaborando con Shen Yun. También quiero que Shen Yun venga a mi país, Letonia, y a los países vecinos, Lituania y Estonia.

Haré todo lo posible para colaborar en ese proyecto. Por supuesto, hasta entonces, tengo que hacer mis deberes: trabajar duro para mejorarme, y también aprender nuevas habilidades, como aprender inglés, al menos al nivel de conversar.

Con mi experiencia, quiero inspirar a otros practicantes que quieran colaborar en Shen Yun, pero que tengan dudas sobre sí mismos o algún otro problema que les impida hacerlo.

Cumplamos los votos que hicimos al Maestro. Mientras haya oportunidades, ¡ayudemos al Maestro a salvar seres conscientes!

Gracias, Maestro, por darme la oportunidad de colaborar en Shen Yun.

Mi comprensión es limitada, así que si ven alguna laguna, por favor señalela.

(Presentado en el Fahui de Europea 2022)