(Minghui.org) Me gustaría compartir algunas de mis experiencias de cultivación ocurridas en mi lugar de trabajo.
Cuando uno de mis parientes le dijo al dueño de una empresa que yo me cultivaba en Falun Dafa, me invitó a unirme a su empresa como contable. Acepté la oferta.
Después de comenzar a trabajar, me enteré de un par de cosas interesantes. La primera fue que un director de proyectos de la empresa era también un practicante de Dafa. Entonces me dijeron que el propietario había leído Zhuan Falun antes de 1999. Pensé que el dueño debía conocer la verdad sobre Falun Dafa y reconocer las bondades de los principios del Fa, y supuse que trataría bien a los practicantes de Dafa.
Trabajé diligentemente y seguí los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Mi jefe apreciaba lo que hacía y escuchaba mi opinión. También confiaba en los practicantes de Dafa e insistió en que empezara a manejar las cuentas bancarias de la empresa. Pensé que era una buena oportunidad para validar el Fa en el lugar de trabajo y acepté la responsabilidad.
Como mi trabajo iba bien y mi jefe confiaba en mí, comencé a descuidar mi cultivación. Poco a poco permití que la envidia, la vanidad, la arrogancia y la autoestima se fortalecieran. Debido a mi falta de estudio del Fa, y a no enviar pensamientos rectos ni mirar hacia adentro, no mejoré mi xinxing, e incluso fomenté mi naturaleza demoníaca.
Respondiendo a medidas injustas
Nuestro compasivo Maestro, Shifu Li me iluminó constantemente y creó oportunidades para que reconociera y eliminara mis apegos. Un día, mi jefe se quejó de la baja moralidad y la falta de fiabilidad de la gente. Le contesté: "Sería estupendo que todos fueran como el director del proyecto", que también era practicante de Falun Dafa. Mi jefe inesperadamente señaló muchos de los defectos de esa persona. Sus palabras me molestaron, y me esforcé por defender al director del proyecto. Finalmente, mi jefe dijo: "¿Por qué siempre proteges a tu gente?".
Shifu utilizó las palabras de mi jefe para iluminarme. Me di cuenta de que solo me gustaba escuchar cosas buenas sobre los practicantes de Dafa, siempre trataba de defenderlos, tuvieran razón o no, y me sentía muy incómodo al escuchar una opinión contraria sobre cualquier persona que se cultivase en Dafa.
Mi punto de vista era egoísta y mostraba el apego a la búsqueda. Quería que el jefe entendiera los hechos sobre Falun Dafa y fuera amable con los practicantes de Dafa, y que todos los practicantes de Dafa tuvieran buena reputación. Estos deseos indicaban mi fuerte búsqueda de la reputación, mi poderoso egoísmo y mi sentimentalismo hacia los compañeros practicantes. Con todos estos apegos, no podía validar la grandeza de Dafa y dejar que la gente entendiera la verdad para que se salvara.
Shifu dijo:
“Esto no surge de un corazón de misericordia; él no ha descartado para nada ese corazón de fama y beneficios, así que es absolutamente imposible que nazca un corazón de misericordia” (Segunda Lección, Zhuan Falun).
Después de comprender mejor el Fa de Shifu, me recordaba con frecuencia que debía validar verdaderamente el Fa en lugar de validarme. A veces, cuando hacía algo bueno y quería presumir, rechazaba este pensamiento y controlaba mis palabras para no hablar de ello. También usé pensamientos rectos para negar la idea de validarme, y con el tiempo disolví este apego.
Eliminando mi mentalidad competitiva
El jefe redujo sustancialmente el salario del otro practicante unas cuantas veces. Cuando vi esto, me olvidé de usar el Fa para evaluar las cosas. Me sentí agraviado de que el jefe se hubiera aprovechado de la bondad de los practicantes de Dafa, y pensé que podía haber algo malo controlándolo.
Después de desarrollar un prejuicio hacia mi jefe, él también se mostró descontento conmigo y a menudo me regañaba delante de los demás. Un día, justo a la hora del almuerzo, el jefe recibió una llamada en la que se le pedía que transfiriera inmediatamente una suma de dinero. Me pidió que lo hiciera. Yo era muy reticente, ya que quería ir a casa y enviar pensamientos rectos. Por mi falta de atención, envié el dinero a un número de cuenta equivocado.
Cuando volví al trabajo por la tarde, el jefe me regañó en voz alta y me amenazó con descontar el dinero de mi sueldo. No mantuve mi xinxing y discutí con él. Posteriormente, miré en mi interior y vi muchos apegos, como la envidia, el resentimiento y la búsqueda de intereses personales. También comprendí que quien intimidaba a un practicante de Dafa acumulaba yeli (karma).
Pensé que no debía aceptar pasivamente estas deficiencias. Tenía que eliminar los factores de las viejas fuerzas que manipulaban al jefe para aprovecharse económicamente de los practicantes de Dafa. Sin embargo, también sentí que mi entendimiento era superficial y que realmente no había identificado la raíz del problema.
Cuando esa noche compartí mis experiencias con otro practicante, me dijo: "Estás enfrentando a la gente común con una mentalidad competitiva, lo cual no muestra compasión en absoluto". De repente me di cuenta de que la causa fundamental era en realidad mi mentalidad competitiva. No está mal ser bueno con mi jefe y evitar que cree yeli, o negar los arreglos malignos de las viejas fuerzas. Sin embargo, si utilizaba métodos humanos y me peleaba con la gente debido a una mentalidad competitiva, ¿cómo podía salvarlos?
Me di cuenta de mis omisiones de cultivación y reconocí sinceramente mis errores a Shifu. Quería verdaderamente validar el Fa y salvar a mi jefe. El verdadero yo, que esta asimilado a Verdad-Benevolencia-Tolerancia, no debe ser controlado por los apegos y nociones humanas injustas. Como practicante de Dafa, solo puedo ayudar en la salvación de los seres conscientes, no en su destrucción.
Envié pensamientos rectos para eliminar la mentalidad competitiva y la envidia impuesta por las viejas fuerzas, y separé mi conciencia principal del falso yo y de los apegos. Mi cuerpo y mi mente se volvieron claros y pacíficos.
Me rectifiqué después del conflicto con mi jefe
Mi jefe compró muchos tipos de vinos por valor de decenas de miles de dólares y los puso en el almacén de la empresa. Cuando salió del trabajo, se olvidó de cerrar completamente la puerta. Tampoco me di cuenta de lo sucedido cuando salí del trabajo. Me llamó esa noche y me acusó de no haber cerrado la puerta del almacén. Me dijo que por casualidad salió a dar un paseo y vio que la puerta no estaba cerrada. Si le hubieran robado el vino, habría sido una gran pérdida para él.
Al día siguiente, me pidió explicaciones y quiso reducirme el sueldo. Me sentí agraviado y que estaba siendo injusto. Aunque me recordé que debía permanecer tranquilo, aun así, hablé sin pensar primero. "No estoy de acuerdo. Es injusto. Si no he cerrado la puerta, puede reducirme el sueldo. Pero no es culpa mía y no debería pagarme menos". Mi jefe se enfadó aún más: "Te voy a suspender el sueldo por ahora. Discutámoslo primero en una reunión".
Volví a darme cuenta de que estaba equivocado después de desahogarme con él. Me pregunté, si mi verdadero yo puede tolerar el universo, ¿por qué mi falso yo no puede tolerar unas palabras de los demás y preocuparse tanto por las actitudes de la gente?
Recordé el Fa de Shifu que había estudiado recientemente:
“Si eres capaz de hacer esto, los distinguirás: “Oh, este pensamiento no es bueno y debe ser eliminado. Debería librarme de él. No debería pensar así”. Esto es, en sí mismo, eliminarlo” (Exponiendo el Fa en el Fahui del Oeste de los Estados Unidos).
Comencé a reprimir mi naturaleza demoníaca y envié pensamientos rectos para limpiar mis dimensiones. Rápidamente me calmé y recuperé la compasión. Sentí pena por los seres conscientes que estaban en el laberinto y atribulados por la fama, la fortuna y el resentimiento. Además, mi jefe me estaba ayudando a mejorar mi xinxing. No debería tener resentimiento hacia él.
Shifu dijo:
Cultivador practicante
Busca tú mismo los errores
Elimina todo tipo de corazones humanos
No te quedes atrás en grandes pruebas, pequeñas pruebas, no pienses en caer
El que tiene la razón es él
El que está equivocado soy yo
¿Por qué contienden?
(Quién tiene razón, quién no, Hong Yin III)
Me preparé y entré en el despacho de mi jefe con una sonrisa. Pude sentir que se sorprendió momentáneamente. Comprendí que los malos factores que había detrás de él se desintegraron después de que me rectifiqué. Empezamos a hablar de asuntos de trabajo de forma muy relajada. Después de eso, nuestra relación volvió a ser armoniosa.
Le dije a mi jefe: "Realmente te has beneficiado de Falun Dafa. Si no, no me habrías dejado manejar una docena de tus cuentas bancarias en Internet. Si no practicara Falun Dafa, ¿confiarías tanto en mí?". Estuvo de acuerdo con mis palabras y desde el fondo de su corazón reconoció que los practicantes de Dafa son las personas de mayor confianza del mundo.
Me alegré de que pudiera distinguir lo correcto de lo incorrecto. También estoy muy agradecido por los atentos arreglos de Shifu que me permitieron mejorar mi xinxing. Gracias Shifu por su compasiva protección.
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