(Minghui.org) Debido a la proximidad de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing y al 20.º Congreso Nacional del Partido Comunista Chino (PCCh), el régimen está llevando a cabo de nuevo la campaña de "Reducción a Cero" dirigida a los seguidores de Falun Dafa. Hasta donde entiendo, se trata de una empresa de gran envergadura y está siendo llevada a cabo por los gobiernos de los municipios, las oficinas de las localidades, los comités de barrio y las comisarías locales.
Las autoridades distribuyen un cuestionario y la policía interroga a cada practicante. Todo el proceso se graba, y los vídeos se entregan como "prueba". Hay tres preguntas fundamentales: "¿Sigue usted practicando Falun Dafa? ¿Cree que Falun Dafa es una secta? ¿Cuál es su opinión sobre el Maestro Li Hongzhi?".
En mi caso, primero las autoridades indicaron a mi jefe, que me presionara antes de que ellos vinieran a mi lugar de trabajo. Mis colegas me dijeron que el secretario del PCCh de la empresa hablaría conmigo al día siguiente, lo que me dio la oportunidad de preparar lo que yo debía decir.
Esa noche, organicé mis pensamientos con mucho cuidado. Sentí que esto iba a ser una gran prueba para mí, pero al mismo tiempo era una oportunidad para validar el Fa y aclarar la verdad.
Shifu dijo:
“Así que no consideren la aparición de cualquier problema que enfrentan como interferencia a vuestras tareas rectas, a tu estudio del Fa, o a tu esclarecimiento de la verdad. Ese no es el caso. Cuando surge un problema, te provee de una oportunidad para esclarecer la verdad” (Exponiendo el Fa en Canada 2006).
Pensé en dejar de lado cualquier idea de ser interferido por las viejas fuerzas. Mientras pudiera conseguir "tener el Fa en mi corazón" y "usar el Fa como el Maestro" a lo largo de este proceso, sería capaz de pasar esta prueba.
En primer lugar, debía evitar una mentalidad competitiva y no actuar como si estuviera en contra de los funcionarios que me interrogaran. De lo contrario, me atraería problemas innecesarios en mi trabajo, mi vida y mis futuras oportunidades de validar el Fa. En segundo lugar, estaba preparado para contarles los hechos sobre los grandes beneficios para la salud de Falun Dafa.
Shifu dijo:
“Como el entendimiento del Fa se hace paso por paso, si hablas de cosas a un nivel alto, inmediatamente se perturbarán. Lo que puedes decir es, “esta práctica es realmente buena y es genial para la salud. Es buena para la mente y el cuerpo y eleva el estándar moral de la gente. Este libro es excelente. ¿Quieres leerlo? ¿Estás interesado en saber más sobre él?” (Exponiendo el Fa en el Fahui Internacional de Nueva York, 2004).
Entonces daré fe sobre la "Verdad", uno de los tres principios fundamentales de las enseñanzas: Verdad-Benevolencia-Tolerancia. No rehuiré a ninguna de sus preguntas y diré mis verdaderos pensamientos. Después, enviaré pensamientos rectos y pediré a Shifu que me ayude.
Al día siguiente, a las 10:30 a. m., me notificaron que el secretario del PCCh quería hablar conmigo. Me enteré de que ocho personas de diferentes departamentos del gobierno habían venido a informar a mi lugar de trabajo sobre la campaña "Reducción a Cero". Este secretario acababa de ser trasladado a nuestra área el año pasado y no sabía mucho de mi situación.
Empezó hablándome de los requisitos de la campaña "Reducción a Cero", que provenía de una rama del alto gobierno. Luego me preguntó si seguía practicando Falun Dafa. Le respondí simplemente que sí. Me preguntó por qué lo practicaba, y le contesté que Falun Dafa me proporciona grandes beneficios para la salud. No argumentó.
Para poder presentar un informe a sus superiores, el secretario trató de persuadirme de que podía seguir practicando, pero sin especificar la práctica de Falun Dafa, ya que otras prácticas de qigong también incluyen un conjunto de movimientos o meditación. Me negué firmemente a aceptarlo. Le expliqué que cada práctica tiene sus propias características, pero que a mí solo me beneficiaba practicar Falun Dafa, y que no podía ir en contra de mi conciencia y decir que era otra disciplina. En mi lugar de trabajo, era conocido por ser preciso, riguroso en mi trabajo de investigación y por no mentir nunca.
En cuanto a que Falun Dafa fuera llamado secta, dije que no había ninguna base legal para ello: "En primer lugar, Falun Dafa no se encuentra entre las 14 sectas enumeradas por el propio Ministerio de Seguridad Pública de China. Esto es una información pública en Internet. En segundo lugar, no hay leyes, reglamentos o documentos oficiales que identifiquen a Falun Dafa como una secta". Lo que dije lo tomó por sorpresa.
Le dije que si no me creía, él podía ir a los departamentos correspondientes para obtener los documentos, y que si había un documento legal que declarara a Falun Dafa como secta, me gustaría verlo y discutir el asunto más a fondo.
También le dije que la autoinmolación de la plaza de Tiananmen era falsa. Había sido escenificada por el PCCh para difamar a Falun Dafa, como se explica en el sitio web oficial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Expliqué tres aspectos: "En primer lugar, el cuerpo de Wang Jindong se quemó hasta tal punto que era imposible que la botella de Sprite con gasolina entre sus piernas, permaneciera intacta después de la autoinmolación. En segundo lugar, la plaza de Tiananmen es tan grande que era imposible que la policía llevara extintores e incluso una manta en tan poco tiempo. La única posibilidad era que los pusieran allí con antelación. Tercero, si Liu Siying tuviera una traqueotomía, le sería imposible hablar". Estaba realmente sorprendido. Concluí: "Lo que he dicho hoy está bien documentado y puede comprobarlo usted mismo".
El secretario volvió a hablar conmigo al día siguiente. Me confirmó que Liu Siying sí había hablado después de su supuesta traqueotomía. Luego sacó un documento de la Oficina de Administración del Distrito y dijo que en él se declaraba que Falun Dafa era una secta. Yo le contesté: "La Oficina de Administración es un organismo encargado de hacer cumplir la ley. Puede formular sus propias reglas y regulaciones de acuerdo con las regulaciones del gobierno de nivel superior, pero no tiene la autoridad para determinar que Falun Dafa es una secta.
"Este documento no especifica en cual ley está basado, por lo que no es válido. La persecución a Falun Dafa ha tenido un gran impacto en la comunidad internacional, por lo que si no se puede encontrar un documento oficial, entonces significa que no hay ninguna ley relevante que declare a Falun Dafa como secta".
Luego dijo que el Tribunal Superior y la Procuraduría Suprema han tenido interpretaciones judiciales sobre el asunto. Yo refuté: "Según la Ley de Legislación, el Poder Legislativo y el Poder de Interpretación Judicial, pertenecen a la Asamblea Popular Nacional. Las interpretaciones judiciales del Tribunal Supremo y la Procuraduría Suprema no son válidas".
Me contestó que muchas cosas se basan en las interpretaciones judiciales del Tribunal Superior y la Procuraduría Suprema. Entonces aproveché para decirle que la persecución a Falun Dafa era meramente la voluntad personal de Jiang Zemin. Sus sucesores, Hu Jintao y Xi Jinping, nunca dijeron nada al respecto. La Orden N.º 50 de la Administración General de Prensa y Publicaciones incluso levantó la prohibición a los libros de Falun Dafa.
También le hablé del tema de la política: "Los practicantes de Falun Dafa no tienen ninguna agenda política. Dafa se ha extendido por todo el mundo durante casi 30 años. ¿Qué grupo no haría públicas sus intenciones políticas después de tanto tiempo? Falun Dafa nunca ha dicho que quiera derrocar al PCCh, pero hemos dicho que el PCCh ha mentido en muchas cosas y que no hay que creer todo lo que dice. Todas las afirmaciones que el PCCh ha hecho sobre Falun Dafa definitivamente son falsas".
El secretario aceptó en general, el punto de que uno no debe creer todo lo que el PCCh dice. Él sabía de qué trataba Falun Dafa en esencia y expresó cierto grado de reconocimiento por mi claridad de pensamiento y mi búsqueda de la verdad.
Al tercer día, un oficial de policía y el director del comité de vecinos hablaron primero conmigo. Se habían enterado por mi jefe, de mi posición y parecían un poco indefensos ante mi afirmación de que la persecución a Falun Dafa no tiene base legal. Enfatizaron una y otra vez, que no les importaba que yo practicara o no Falun Dafa, que solo seguían las formalidades y que esperaban que yo cooperara con ellos.
Intenté mantener una mente serena durante este proceso, pero mi posición era muy firme: "No voy a ir en contra de mi conciencia, no voy a mentir cuando me hagan cualquier pregunta, y mis respuestas son mis verdaderos pensamientos". Entonces ellos trataron de intimidarme: "Si no cooperas con nosotros, aceleraremos tu caso y puedes ir a la cárcel. El trabajo de tu cónyuge e incluso el futuro de tus hijos se verán afectados".
En todo este tiempo, mantuve una mente recta. También mantuve un pensamiento silencioso en mi corazón: Esperaba mostrar las verdaderas cualidades y el carácter de un practicante de Falun Dafa a través de mis palabras y acciones. Bajo ninguna circunstancia renunciaría a mi creencia en Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Al mismo tiempo, también pedí ayuda a Shifu.
Una hora y media después, las cosas cambiaron. El director de la oficina de la localidad y el director de la comisaría vinieron a hablar conmigo. Pidieron a todos los demás que abandonaran la sala. El director de la oficina local, primero me aseguró que no me obligaría a mentir y expresó su respeto por aquellos que dicen la verdad. El director de la comisaría también expresó su sentimiento de que no hay nada malo en creer en Verdad-Benevolencia-Tolerancia, y dijo que podía seguir practicando Falun Dafa y que podía tener materiales y libros de Dafa en mi casa.
Les di las gracias por no obligarme a mentir. Después, me hicieron algunas preguntas que no tenían nada que ver con las llamadas tres preguntas centrales y me dijeron que me fuera a casa. Así que el asunto quedó resuelto, y me acordé del poema de Shifu:
“Con los dizi repletos de pensamientos rectos,
Shifu posee el poder de llevarlos al Cielo”
(Bondades entre Shifu y los dizi, Hong Yin (II)).
Creo que el desenlace satisfactorio fue el resultado de dos cosas. Una fue que no tuve una mentalidad competitiva en ningún momento durante los tres días de interrogatorio. En segundo lugar, lo tomé como una oportunidad para validar el Fa y aclarar la verdad. A través de mis palabras y acciones, demostré a todos los que hablaron conmigo que los practicantes de Falun Dafa dicen la verdad incluso bajo presión, lo que es muy raro en la sociedad actual. Además, pude explicarles con éxito que no hay base legal para la persecución.
Lo anterior son mis opiniones y entendimientos personales. Si algo es inapropiado, por favor, señálenlo.
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