(Minghui.org) Cuando el huracán Ida inundó la ciudad de Nueva York en septiembre de 2021, yo estaba viviendo en el sótano de una casa cerca de Kissena Park.
Una escapada de último momento
El 1 de septiembre de 2021, llovía a cántaros en Nueva York. Cené con unos amigos y me fui a casa, cansado. Cuando me preparé para ir a la cama y me iba a dormir, oí a mi casero gritar: "¡Levántate, rápido!". Me levanté inmediatamente y me vestí. Le pregunté al propietario qué pasaba y me dijo que estaba entrando agua en la casa. Vi agua en el suelo de mi baño. Intenté averiguar de dónde venía el agua y encontré más agua que entraba en mi habitación por la puerta trasera.
Empecé a preocuparme porque, como artista, tenía muchos libros, cuadros y bocetos, de tantos, que tenía la mayoría en el suelo. Inmediatamente recogí algunos libros y los puse sobre el sofá y la mesa. Cada vez entraba más agua, así que intenté sacar el agua con una palangana. Me di cuenta de que el desagüe de la casa estaba lleno botando agua. Nunca pensé que pudiera haber tanta agua en tan poco tiempo.
De repente, oí un fuerte golpe. Me di la vuelta y vi que el agua, tan alta como el techo, entraba en mi habitación por la puerta trasera como una bestia. Fue tan repentino y fuerte que cerró mi puerta principal. En un instante, el agua inundó toda mi habitación. Tardó unos tres segundos. Un segundo después, el agua había subido hasta mis muslos. En otro segundo había subido hasta mis hombros. Justo cuando mi cabeza estaba a punto de hundirse, rompí el cristal de la puerta principal, y el agua "salió disparada" a través del cristal roto.
Rompí un segundo cristal de la puerta principal y el agua salió a toda prisa. El nivel del agua en mi habitación bajó hasta mi cintura, y escapé a través del cristal roto la puerta principal. El cristal me cortó profundamente la mano, y más tarde necesité 47 puntos de sutura para cerrar la herida.
Conseguí llegar a la sala de estar de mi casero en el primer piso, solo para descubrir que nuestra calle estaba inundada y los coches sumergidos. En un instante, el sótano en el que vivía estaba bajo el agua. Salí con vida en el último segundo.
Nos dijeron que una familia de tres personas de nuestro barrio se había ahogado. También eran artistas.
El milagro de una caja de libros de Falun Dafa
Durante dos días estuve débil por toda la sangre que había perdido. Tres días después, cuando el agua se retiró, bajé al sótano porque estaba preocupado por una caja de libros de Falun Dafa que había comprado en la librería Tianti. El sótano era un gran desorden, pero finalmente encontré la caja que buscaba. La parte superior no tenía cinta adhesiva. La abrí y fui testigo de un absoluto milagro: ¡toda la caja de libros de Falun Dafa estaba seca y nueva!
Esto me conmovió mucho. Con la mano herida, até la caja solo con la otra y la subí. Llamé a mi casero y a su mujer: "¡Vengan a ver esto!". Ambos son amables budistas. Dijeron asombrados: "¡Esta caja intacta de libros de Falun Dafa es realmente un milagro!".
Secuelas y agradecimiento
Esta experiencia me cambió profundamente. En un nivel profundo, me di cuenta de que no vale la pena aferrarse a nada, excepto a Dafa. Es lo único real.
En primer lugar, sé que en circunstancias normales, si hubiera golpeado el vidrio con la mano, no habría pasado nada. Además, en el último segundo, mi mano estaba sumergida y completamente impotente, pero aun así pude romperlo, lo cual fue un milagro. A primera vista, podría parecer que fue la fuerza del agua combinada con la fuerza de mi mano la que rompió el cristal, pero creo que fue el Maestro Li quien me protegió.
En segundo lugar, al otro lado de la puerta trasera (por donde entró el agua) estaba el garaje de mi casero, que daba a una colina. Las paredes del garaje estaban construidas con gruesos y grandes ladrillos. El agua se había acumulado en el garaje hasta atravesar una pared tan fuerte. Era capaz de destruir todo lo que encontraba a su paso. El propietario y su esposa tuvieron suerte de haber salido de ese lugar a tiempo. De lo contrario, podrían haber muerto a causa de ese muro en un par de minutos.
Mi casero y su mujer han vivido en Nueva York la mayor parte de su vida y nunca habían visto nada parecido.
Durante todo el proceso, recitaba constantemente: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Era muy natural para mí seguir recitándolo, y me salía del corazón. Las palabras no son suficientes para expresar mi gratitud al Maestro Li por salvar mi vida. Mi gratitud va más allá de las palabras. Deseo que mi corazón pueda estar más limpio para ser digno de la salvación del Maestro.
Veo esta experiencia como una gran victoria. Cuando mis amigos vinieron a visitarme, vieron que muchos de mis cuadros y una gran cantidad de mi trabajo estaba destruido junto con cientos de libros. Dijeron: "¡Ay, cuántas obras han sido destruidas; me duele el corazón de pensarlo!". Yo les dije: "No se angustien. En realidad, siento una especie de alegría porque las verdaderas victorias las siente el corazón. Ahora tengo una visión diferente de la vida".
Aconsejaré a los chinos que conozca, vaya donde vaya, que renuncien al Partido Comunista Chino (PCCh) y a sus organizaciones juveniles para salvarse. Quiero que las personas que todavía están engañadas por el PCCh despierten. Quiero decirles: "Es hora de despertar y renunciar al PCCh. Por favor, renuncien". (Por cierto: El PCCh sigue persiguiendo a Falun Dafa, al igual que a otros numerosos grupos. Por lo tanto, su yeli (karma) es enorme, y su desaparición inminente. Se aconseja a aquellos que son miembros de sus organizaciones que renuncien a ellas).
Entiendo que la agitación en el mundo actual es solo un preludio, y que aún están por venir desastres más terribles. Los practicantes saben que las personas engañadas por el PCCh se enfrentarán a la eliminación, y sus vidas son las que más peligro corren. Por lo tanto, a los que no han renunciado al PCCh, ¡por favor, apresúrense y renuncien!
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