(Minghui.org) La forma en que me gusta contar a la gente los hechos sobre Falun Dafa y la persecución es ir de puerta en puerta y entregarles volantes. Durante este proceso, muchas de mis nociones humanas han sido expuestas para que pueda eliminarlas. He distribuido mucho material en casi todas las comunidades de los alrededores de mi casa.

En un momento dado, sin siquiera darme cuenta, me descuidé. No quise distribuir materiales de esclarecimiento de la verdad en lugares más lejanos porque muchas de las comunidades exigen ahora tarjetas de acceso para entrar. Las puertas de entrada solo se pueden abrir con una tarjeta, así que decidí que los practicantes locales de esas comunidades podrían cubrirlas y que yo buscaría otro proyecto en su lugar.

Un día recordé que aún quedaban algunas zonas de mi propia comunidad sin cubrir. Solo conozco las contraseñas de las puertas de entrada para la mitad mi comunidad, así que solo entregué a esa mitad. También pensé que tal vez podría ir a la otra mitad colándome detrás de otra persona.

Así que fui a intentarlo. Todavía había mucha gente en la plaza, así que caminé de edificio en edificio. No vi a nadie entrar ni salir. Me acerqué a la puerta del edificio y tiré de ella, pero no se abrió. Pensé en la llave que llevaba en el bolsillo y decidí intentar abrir la puerta con ella.

La llave era para el portón de mi unidad, pero lo intenté de todos modos. La cerradura hizo clic y se abrió. Agradecí al Maestro en mi corazón. Es cierto que:

"La cultivación depende de uno mismo, el gong depende del shifu". (Primera Lección, Zhuan Falun)

Mientras tengamos el corazón para salvar a la gente, el Maestro puede ayudar.

Terminé rápidamente de distribuir los materiales en los departamentos y me fui a casa.

De camino a casa pensé: "Habiendo sido hoy testigo de la maravilla de Dafa y de la grandeza del Maestro, debería escribir un artículo". A menudo me recuerdo que no podemos aflojar con la realización de las tres cosas. El Maestro siempre está a nuestro lado cuando actuamos desde el Fa.

Creyendo en el Maestro y en Dafa. Con pensamientos rectos, los milagros ocurren

Por Duxin, practicante de la provincia de Shandong, China

Mi hijo trabaja como vendedor en otra provincia. Lo recogí en la Estación del Este en la mañana del 23 de enero de 2021. Después de llegar a casa, recibió algunas llamadas y me pidió que me apresurara a comer algo rápido para poder llevarlo de vuelta a la estación de autobuses.

Mi automóvil es un scooter de cuatro ruedas que funciona tanto con electricidad como con gas. Mi casa está a poco más de 5,5 km de la estación. El scooter se quedó sin electricidad después de recorrer 4 km, así que intenté arrancar el motor con gasolina al menos cinco veces, pero el motor se paró después de unos cuantos intentos y dejo de funcionar. Mi hijo dijo: "¿Se estará quedando sin gasolina?". Lo comprobé y aún quedaba medio depósito de gasolina. ¿Por qué no funcionaba? Mi hijo estaba preocupado por si llegaba tarde.

De repente recordé que soy una discípula de Dafa y que el Maestro es omnipotente. Cuando un discípulo tiene problemas, pide ayuda al Maestro. En mi corazón dije: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". El scooter entonces comenzó a avanzar. Conduje a través de dos intersecciones y subiendo dos cerros y llegamos a la estación a tiempo.

Mi hijo alabó a Dafa por este milagro. Estoy muy agradecida a nuestro compasivo y gran Maestro.

Desde la estación hasta el taller de reparación había algo menos de 3 kilómetros. Seguí pidiendo ayuda al Maestro. Repetí en silencio "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". El scooter pasó lentamente por los cruces y llegó al taller.

Le conté al mecánico lo que había pasado en el camino. Se subió al Scooter y accionó el encendido. Le oí decir que no había electricidad en absoluto, y que no podía arrancarlo. En ese momento, seguí repitiendo en mi mente "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Le dije al mecánico: "Tiene electricidad, puedes arrancarlo". Hizo un sonido dos veces, pero no arrancó.

Le dije: "¿Tal vez olvidó ventilar el sistema cuando cambió la línea la última vez?". Estuvo de acuerdo en que ese podía ser el problema. Tras una cuidadosa inspección, resultó que el inyector de combustible estaba bloqueado. Después de arreglar el problema, mi scooter volvió a arrancar y todo volvió a la normalidad.

Sin electricidad y con una avería, recorrió unos milagrosos ocho kilómetros con el apoyo compasivo del Maestro. Si crees en el Maestro y en Dafa, los milagros pueden ocurrir; si crees en el Maestro y en Dafa, no hay tribulación que no puedas pasar.

¡Estoy agradecida al Maestro!

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