(Minghui.org) Soy una mujer mayor y una de los millones de practicantes de Falun Dafa en China. He practicado Dafa durante 24 años. Habiendo llegado hasta aquí, el viaje puede parecer común, pero sé que ha sido posible, solo gracias al cuidado delicado e inconmensurable de mi Maestro a sus discípulos. ¡Me gustaría compartir los grandes cambios que mi familia y yo hemos experimentado después de que comencé a practicar Dafa como una forma de expresar nuestra inmensa gratitud por nuestro benevolente y compasivo Shifu!

Perdí la esperanza por una enfermedad grave

Crecí en una familia rural pobre en las afueras del condado. Dado que nuestra familia no podía permitirse que yo asistiera a la escuela, desde la infancia tuve que quedarme en casa y ayudar con las tareas del hogar. Esta vivencia me formó en alguien que trabaja duro y puede afrontar las dificultades.

Después de casarme, dar a luz a dos hijos y esforzarme durante años en trabajo pesado, mi salud se deterioró. Además de la artritis reumatoide, que me causaba un dolor constante en las piernas, también tenía dolor de cabeza, enfermedades cardíacas y problemas estomacales graves. Por lo tanto, no podía comer alimentos fríos o duros y solo comía sopa de arroz y otros alimentos fáciles de digerir. A menudo me sentía mareada y débil en el baño sin saber por qué. A veces no podía levantarme de la cama para comer por algunos días.

Solo podía hacer unas pocas tareas del hogar y mi salud me impedía hacer trabajos manuales para ganar dinero. Por lo tanto, la carga recayó sobre mi esposo. Poco a poco su mal humor empeoró. Con frecuencia me insultaba sin motivo alguno, me maldecía con saña y decía que yo estaba discapacitada y que era una carga para él. En repetidas ocasiones intentó echarme de la casa.

Dado el tormento físico y mental, pensé en el suicidio varias veces. Curiosamente, cada vez que quería terminar con mi vida, siempre podía escuchar una voz que susurraba: "¡No mueras, te pondrás mejor más tarde!". Me sentí muy rara, ya que no sabía quién era.

No sabía que mi destino era tan malo, así que compré incienso y fui a los templos los días 1 y 15 del calendario lunar todos los meses para quemarlos en los templos, pidiendo a los dioses que me dieran buena salud. Sin embargo, aunque quemé muchas varitas de incienso, mi salud se deterioraba.

Experimentando el poder de Dafa

Finalmente en 1997, gané una nueva vida después de que comencé a cultivarme en Falun Dafa. Ese día, una practicante vino a mi casa y me pidió que la acompañara a practicar Dafa. Dije: "Estoy a punto de morir. ¿Qué caso tiene aprenderlo?". Ella dijo: “Hermana mía, este no es un ejercicio común. En nuestra área, muchas personas que tenían peor salud se recuperaron por practicar Dafa. Ahora, cada vez más personas están aprendiendo los ejercicios. Si lo practicas, sabrás de lo que estoy hablando”. Al escuchar eso, quise intentarlo, así que fui con ella al sitio de práctica.

Primero aprendí los cinco juegos de ejercicios. Por la noche, escuchaba a la gente leyendo Zhuan Falun o escuchaba las grabaciones de las Conferencias del Maestro Li, ya que yo era analfabeta. Entonces, sorprendentemente, me recuperé de todas mis enfermedades, mi cuerpo se sentía muy ligero. También subí de peso de 39 kg a 50 kg.

De repente lo entendí: cuando estuve a punto de terminar con mi vida, ¡la persona que me dijo que no muriera fue el Maestro! También fue Shifu quien me dijo que las cosas cambiarían para mejor. Así es como sobreviví. Decidí cultivarme firmemente en Dafa.

Uno debe estudiar el Fa para poder cultivarse en Dafa. Pero yo era analfabeta. ¿Qué podía hacer? Sostuve  Zhuan Falun en mis manos. Cada palabra del libro parecía brillar, pero ni aun así podía leerlo. Me sentí tan ansiosa que quería llorar. Hablé con Shifu sobre eso una y otra vez.

Muy pronto, una compañera practicante dijo que podía estudiar el Fa conmigo y enseñarme a leer. Cuando ella leía Zhuan Falun, yo señalaba las palabras. Tan pronto tenía alguna duda, le preguntaba.

Cuando estudiaba el Fa con ella, Shifu a menudo me animaba. Podía ver palabras grandes y brillantes en la pared, las mismas que estaban en el libro. Esto me dio más confianza. Muy pronto, pude leer Zhuan Falun e incluso escribirlo. ¡Qué asombroso!

Después de ello, encontré un trabajo como cocinera en una empresa privada. Terminé quedándome en este trabajo durante 11 años. Mi jefe trabajaba duro y con frecuencia realizaba viajes de negocios durante dos semanas seguidas. Como practicante, mantuve los principios establecidos por Shifu y traté de ser una buena persona. En el trabajo, nunca tuve miedo de las dificultades y no me importaba cuánto me pagaran. Tomé la iniciativa de trabajar más y nunca toqué las pertenencias de mi jefe.

Poco a poco, mi jefe llegó a tener mucha confianza en mí. Cuando estaba fuera, me pidió que cuidara a su anciana madre y a sus hijos. Su madre tenía más de 80 años y sus hijos todavía iban a la escuela. Los traté como a mi propia familia y los cuidaba bien. Su madre a menudo me elogiaba diciendo: “¿Cómo puede haber una persona tan grande en el mundo? ¡Me cuidas mejor que mis propios hijos! ¡Nunca había visto a una persona tan maravillosa como tú!".

Mi jefe estaba muy contento por ello. Sabía que yo era una practicante y apoyaba a Dafa. En mi tiempo libre, también compartía Dafa con otros. Por ejemplo, por la noche, ponía los videos de las conferencias del Maestro a los empleados de la fábrica.

Con los grandes cambios que he atravesado después de estar practicando, mis relaciones familiares y mi situación financiera también han mejorado.

Dafa elimina el resentimiento entre los miembros de la familia

El exlíder del Partido Comunista Chino (PCCh), Jiang Zemin, lanzó la persecución a Dafa el 20 de julio de 1999. Como yo había proporcionado voluntariamente un lugar para reproducir las lecciones del Maestro Li, la Oficina 610 local me señaló como una "persona clave". Irrumpieron en mi casa y luego dijeron que me llevarían a la oficina local para responder algunas preguntas. Tan pronto como me subí a su coche, me llevaron al centro de lavado de cerebro local, donde estuve detenida ilegalmente durante más de 20 días.

Intentaron hacerme escribir una supuesta "declaración de garantía" para renunciar a Dafa. Me negué y dije: “No hay nada de malo en Falun Dafa. Nunca lo escribiré”.

Debido a que el régimen de Jiang incriminó a Dafa e incitó a la gente a odiarlo, muchos de ellos desarrollaron malentendidos sobre Dafa, creando una enorme cantidad de ye. Por lo tanto, Shifu nos pide que aclaremos la verdad a la gente para ayudarles a entender que Falun Dafa es una práctica de cultivación de la Escuela Fo. Shifu vino a salvar seres conscientes, y quien albergue odio por Dafa creará terribles consecuencias. Pronto me uní a otros practicantes para despertar la conciencia de la gente.

Por eso, fui perseguida por miembros del PCCh. Mi casa fue saqueada, me sentenciaron ilegalmente y me extorsionaron con dinero.

Debido a la persecución, mi familia tuvo malos entendidos sobre Dafa. Mi esposo y mi nuera temían que la persecución afectara a nuestro nieto, su hijo, por lo que me insultaron. Incluso los suegros de mi hijo vinieron a insultarme. Ellos se unieron y estaban listos para echarme de la casa. Los entendí y no quería culparlos. Sin embargo, no podía salir de casa y vagar. Tenía que salvaguardar Dafa y mantener mi entorno básico de cultivación. Hablé con ellos y envié pensamientos rectos para eliminar los factores malignos que los controlaban. También rogué en voz baja por la ayuda de Shifu.

Un día, les dije a mi esposo y a mi nuera: “Pagué la construcción de esta casa con los ingresos que tanto me costó ganar. Tengo derecho a vivir aquí. Si tienen miedo de ser perjudicados por mí debido a mi cultivación, podemos vivir separados. Solo tomaré una habitación. Si alguien les pregunta, pueden decirle que me he separado de ustedes y que no tenemos nada que ver ". Nos separamos para poder vivir en paz. Como siempre, continué haciendo las tres cosas que los practicantes debemos hacer.

Cuando mi esposo envejeció, tuvo que ser hospitalizado tres veces en tres años. Después de que supe eso, no me tomé a pecho cómo me había tratado. Cuando estuvo hospitalizado, cociné su comida favorita y le preparé comidas diferentes todos los días. Luego, le pedí a mi hijo que le entregara la comida. Ante la preocupación de que su padre se negara a comer, mi hijo le mintió, diciendo que lo había cocinado su esposa. Mi esposo se recuperó rápidamente, y después de que se enteró de que era yo quien había preparado esas comidas, continuó comiendo la comida que yo cocinaba. Un día, hizo que mi hijo me entregara una gran bolsa de arroz. Sabía que estaba conmovido por mis acciones amables y fue capaz de liberar su resentimiento hacia mí y hacia Dafa.

En los siguientes años, mi hijo y mi nuera querían hacer algunas renovaciones en la casa, pero tenían poco dinero. Cuando supe eso, llamé a mi nuera y le di todos mis ahorros: 200.000 yuanes en total. Le dije: "Si aún no es suficiente, te llevaré a ver a mis parientes para que te presten un poco más". También les prometí que yo pagaría la deuda junto con ellos. Mi nuera no podía creerlo. Durante la renovación de la casa, mi nuera y yo hicimos compras, cocinamos para esos trabajadores y limpiamos la casa juntas.

Mi nuera estaba tan emocionada que me dijo con sinceridad: “¡Madre, eres tan amable! No le diste importancia a cómo te tratamos, y a pesar de eso nos ayudaste económicamente y cocinaste para nosotros. Sé que esto se debe a que practicas Dafa. ¡Te apoyaremos!".

Le dije: “Hija mía, esto es lo que mi Maestro me enseñó a hacer. El Maestro me dio una nueva vida. Después de comenzar a practicar, he gozado de buena salud y no he necesitado tomar ningún medicamento. Así es como he ahorrado dinero. De lo contrario, mis ingresos no serían suficientes para cubrir mis gastos médicos. ¡Somos tan bendecidos por Dafa!".

Mi nuera estuvo de acuerdo conmigo, y más tarde, sus padres también cambiaron de actitud. Se disculparon conmigo y reconocieron que Dafa es bueno. Ahora nuestra familia vive en armonía.

Desde entonces, las autoridades han venido a mi casa varias veces para acosarme. Mi nuera habló por mí: “¿Qué problema hay en que mi madre practique Dafa? Se recuperó de sus enfermedades y goza de buena salud. Ella no usó nuestro dinero ni se convirtió en una carga para nosotros o para el estado. ¡¿Qué hay de malo en ello?!". La gente no tuvo nada que decir y se fue.

Este año cumplo 70 años y mi audición y mi vista siguen siendo buenos. También tengo una tez sonrosada. La gente piensa que solo tengo 40 años.

¡Mi familia agradece a Shifu por todas las bendiciones que hemos recibido de mi práctica en Dafa! No tengo nada para devolverle al Maestro. Solo puedo cultivarme con diligencia y aprovechar el tiempo para salvar seres conscientes.

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