(Minghui.org) Tengo la suerte de poder cultivarme como practicante de Falun Dafa. La cultivación ha purificado mi cuerpo. Mis enfermedades crónicas desaparecieron. También he sido testigo de cómo personas que no son practicantes reciben bendiciones de Falun Dafa después de recitar "Falun Dafa es bueno. Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno".

Contraté a alguien para el cuidado de la casa durante los últimos meses de mi embarazo. Creo que ella tenía una relación predestinada con Falun Dafa, porque la contraté al mismo tiempo que conocí Falun Dafa. Sufría varias enfermedades, así que la invité a hacer los ejercicios de Falun Dafa conmigo. Sin embargo, no prestó mucho entusiasmo porque era olvidadiza y tenía que ocuparse de muchas cosas en su vida.

Un día vino a mi casa con el ceño fruncido. Después de entrar, se tendió en el sofá adolorida y me dijo que tenía un fuerte dolor de estómago, que la preocupaba desde hacía muchos años. No sabía qué hacer, porque no tenía ningún medicamento. Acababa de empezar mi cultivación, pero mi prima me había dicho que sus hijos se habían librado de la fiebre y la tos recitando "Falun Dafa es bueno. Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno".

Le conté a nuestra empleada lo que me había dicho mi primo y le pedí que repitiera las palabras después de mí. Ella las repitió durante un rato y las memorizó. Unos minutos después, me dijo que su dolor había disminuido. Una hora más tarde, pudo hacer las tareas domésticas. Fue increíble ver cómo se le quitaba el dolor al recitar las frases, porque apenas estaba empezando a cultivarme. Más tarde me dijo que desde ese día siempre repite estas palabras cuando va a mi casa.

Ella tuvo que dejar de trabajar debido a los requisitos de distanciamiento social cuando se desató la pandemia. Hace unas semanas me llamó y me dijo que un hogar de sus familiares se contagió de COVID. Les pidió que recitaran las frases, pero quería que yo se lo dijera directamente.

Llamé a sus familiares y me enteré de que cinco personas del hogar de siete personas tenían COVID. Estaban muy preocupados. Les hablé de Falun Dafa y les aconsejé que se calmaran y repitieran con sinceridad: "¡Falun Dafa es bueno, y Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno!". Hice una llamada de seguimiento unos días después. Me dijeron que estuvieron recitando estas palabras y que ya no se sentían agotados ni tenían ningún otro síntoma.

Unas tres semanas más tarde, un trabajador médico visitó su casa y les hizo otra ronda de pruebas. Mi empleada me llamó para decirme que todos los resultados habían sido negativos y me dio las gracias. Le dije que le diera las gracias al Maestro. Me alegré mucho por su familia.

Cada vez que leo la sección Qué ha dado el Maestro a sus estudiantes en el libro Zhuan Falun, pongo mis manos frente a mi pecho para agradecerle al Maestro. No hay palabras que puedan describir mi gratitud por las bendiciones del Maestro. ¡Estoy decidida a cultivarme diligentemente y ofrecer la salvación a más seres conscientes!

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