(Minghui.org) La mañana del 15 de enero de 1998, visité a una vecina y me llamó la atención el libro Zhuan Falun. El título me intrigó. Mi vecina dijo que era el texto principal de Falun Dafa y me preguntó si quería leerlo.

Yo dije: "¡Sí!".

Me tomó cuatro días terminar de leer Zhuan Falun, tras lo cual yo estaba muy emocionada. El libro me ayudó a entender por qué la gente vivimos en este mundo, por qué deberíamos ser buenos y cómo asimilarnos a los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia.

Comencé a practicar Falun Dafa y sentí que era la persona más afortunada del mundo; no podía expresar mi júbilo y gratitud al Maestro Li Hongzhi (el fundador de Falun Dafa).

Dafa me rescató de la desesperación

Perdí a mi padre cuando tenía 15 años y vivía con mi madre y mi hermana menor. Éramos pobres, así que no tenía dinero para ir a la escuela. Tuve que trabajar para mantener a mi familia.

Me casé y esposo, vivía en el mismo pueblo, y tenía la esperanza de que pudiera ayudarme a cuidar de mi madre y mi hermana. Sin embargo, después de casarnos, él y yo nos peleábamos constantemente. Él no estaba dispuesto a ayudar en el cuidado de ellas, e incluso peleaba conmigo cada vez que yo hacía algún trabajo para mi madre. Eso me enojaba tanto que me sentía muy afligida. Incluso contemplé el suicidio, pero no podía soportar la idea de dejar atrás a mi madre, mi hermana y mis dos hijos. Así que tuve que tragarme silenciosamente la humillación y seguir viviendo una existencia sin esperanzas.

A los 35 años, tenía muchos padecimientos, como gastritis, hepatitis, colecistitis y tuberculosis. Un día, cuando estaba menstruando, tuve una pelea con mi esposo y mi período se detuvo. A partir de entonces, a menudo me dolían la espalda y el estómago, y el médico dijo que tenía estasis sanguínea. Fui torturada por todos mis problemas de salud y adelgacé mucho. No tenía dinero para ver a un médico.

Fue Falun Dafa lo que cambió mi vida por completo. Desde que comencé a practicar, he vivido de acuerdo con Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Me exijo ser una buena persona, mirar hacia adentro cuando encuentro conflictos, considerar a los demás primero y dejar de lado cualquier agravio. Finalmente, pude tolerar el mal genio de mi esposo y mi familia llego a estar armoniosa.

He estado practicando Falun Dafa durante 23 años y gozo de excelente salud. Fue el Maestro Li quien me sacó del infierno y purificó mi cuerpo. ¡Me dio una segunda vida! No puedo expresar mi gratitud con la suficiente sinceridad. Solo puedo cultivarme diligentemente, hacer bien las tres cosas y ayudar al Maestro a salvar a más personas.

Permanecer firme en mi fe

Me había estado cultivando durante poco más de un año cuando el Partido Comunista Chino (PCCh) comenzó a perseguir a Falun Dafa. Las abrumadoras mentiras y calumnias difundidas por los medios estatales tuvieron un gran impacto en los practicantes, quienes fueron severamente probados y perseguidos. Estaba muy triste y no sabía qué hacer. Solo creí en la bondad de Dafa y de Shifu.

Más de 30 personas en nuestra aldea estaban practicando Falun Dafa, pero después de que comenzó la persecución, se asustaron y se detuvieron. ¡Yo era la única que no lo hacía! No fue hasta 2010, que me comuniqué con un practicante en un pueblo vecino y pude obtener las nuevas conferencias del Maestro y copias de Minghui Semanal.

Después de que terminé de leerlos, se los pasé a otros practicantes. Pero unos días después, alguien denunció a este practicante a la policía y, bajo presión, él les dio mi nombre.

La policía vino a arrestarme y dijo que me llevarían a un centro de lavado de cerebro. Cuando mi esposo vio que me llevaban, estaba tan disgustado, que quería divorciarse.

Les dije a los agentes de la estación de policía que hacía los ejercicios para curar mis dolencias y mantenerme en forma. ¿Estuvo mal ser una buena persona? ¿No habla la constitución de libertad de creencias? No hice nada malo. ¿Por qué me arrestaron? ¿Soy culpable de ser una buena persona?

Mi hermana fue a ver al alcalde del pueblo y le dijo que la policía me había arrestado. El alcalde de la aldea llamó a la estación de policía y le dijo a uno de los agentes: “No ha hecho nada malo. Déjala ir tan pronto como sea posible”.

Pude irme a casa esa tarde. Después, me dije: "Voy a seguir practicando Dafa. ¡Nadie me puede parar! ¡Voy a cultivarme hasta el final con el Maestro!".

En mayo de 2018, el jefe de la aldea vino a verme. Tenía un documento que quería que firmara. Vi que era una declaración de garantía de que dejaría de hacer los ejercicios. También tenía palabras calumniando a Dafa y al Maestro. Dije: “Esto es un montón de mentiras. Definitivamente no lo firmaré. ¡Somos buenas personas y no hay nada de malo en ser una buena persona!".

Mi esposo estaba tan enojado que me golpeó dos veces. Luego tomó un taburete y me lo arrojó. Levanté el brazo para protegerme y terminé con un gran hematoma. El jefe de la aldea presenció esto y dijo: "¡Si no quieres firmarlo, no lo hagas!". Entonces se fue.

A partir de entonces, mi fe se hizo más fuerte. ¡Creía más en el Fa y quería seguir practicando diligentemente hasta el final!

Aclarando la verdad con pensamientos rectos

Cuando comenzó la persecución, perdí mi ambiente de cultivación y las autoridades y mi familia me presionaban constantemente. Sin embargo, todavía hacía las tres cosas que los practicantes debemos hacer.

Pensé: el Maestro me salvó y me dio una segunda vida. No importa lo difícil que sea, debo hacer bien las tres cosas. ¡Esta es la responsabilidad y misión de un discípulo de Dafa! "Con el Maestro y el Fa aquí, ¿a qué le pueden temer?” (Exponiendo el Fa en Sidney).

Ahora uso mi cuerpo sano, mis experiencias de cultivación y acciones rectas para validar Dafa, aclarar la verdad y ayudar a Shifu a salvar a la gente.

Desde 2016 he trabajado para un negocio en una aldea vecina. Ese año tenía 65 años, pero trabajaba tan duro como un hombre joven y no me sentía cansada. Siempre que mis compañeros de trabajo comentaban que yo gozaba de buena salud y que no parecía alguien de 60 años, aprovechaba la oportunidad para aclararles la verdad.

La familia del dueño del negocio tiene 202 m² (50 acres) de tierra. Mi trabajo consistía en cuidar los árboles jóvenes: plantar, injertar y podar. ¡Hacía todo tipo de trabajos! El dueño vio que lo hacía bien, así que me mantuvo ahí. Trabajé allí durante cuatro años. En ese tiempo, le decía la verdad sobre Dafa cada vez que tenía la oportunidad.

Una vez me pagaron de más 50 yuanes el día de pago. Cuando me di cuenta, se lo devolví inmediatamente. Dijo: “Nadie más haría eso. ¡Los practicantes de Falun Dafa son realmente buenas personas!”.

El secreto para ser bendecido

Cuando el dueño se lastimó la espalda baja y no pudo trabajar, dije: “¡Renuncia el PCCh y a sus organizaciones juveniles! Esa es una buena forma de proteger tu vida y tu futuro. Recita "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno" y serás bendecido”.

Él respondió: "Si recitar estas palabras puede curar mi espalda y vender los árboles jóvenes, renunciaré".

Dije: “El PCCh es marxista y ateo. Desde que llegó al poder, ha destruido templos y demolido iglesias a cada paso para evitar que la gente crea en dioses y budas. ¿Cómo podrían los dioses y los Budas protegerte, cuando que prometiste dar tu vida al PCCh?".

“Entonces ayúdame a renunciar. ¡Te creo!".

Su hijo escuchó esto y me pidió que lo ayudara a renunciar también al Partido. Tanto el padre como el hijo habían sido miembros del PCCh durante años. ¡Yo estaba muy feliz por ellos!

Medio mes después, la espalda del propietario se recuperó y se vendieron todos los árboles jóvenes. Ese año, ganó cientos de miles de yuanes y compró una casa nueva. ¡Todos los seres que conozcan la verdad sobre Dafa y se retiren del Partido serán bendecidos!

Mi esposo tuvo neumonía y vomitó sangre. Desde entonces renunció a las organizaciones del PCCh y a menudo recita "¡Falun Dafa es bueno!". Sus padecimientos ahora han desaparecido.

Con la repentina propagación del coronavirus el año pasado, las ciudades y aldeas de toda China fueron cerrados, lo que hace difícil para los practicantes aclarar la verdad.

Comencé a distribuir más de cien folletos de Dafa cada noche a las 2 a. m. Me tomó poco más de una hora cada vez. También llamé a mis familiares y amigos para explicarles la importancia de renunciar al Partido y les dije que recitaran "¡Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!".

¡Gracias, Maestro, por tu compasiva salvación!

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