¿A dónde fueron nuestras sonrisas?

(Minghui.org) Hace casi un año me uní a un grupo de estudio del Fa en nuestra zona. Este grupo de estudio del Fa está conformado por practicantes nuevos y veteranos. Algunos son practicantes veteranos que han practicado diligentemente durante más de 20 años. Otros son practicantes que dejaron de practicar Dafa cuando comenzó la persecución en julio de 1999 y retomaron la práctica más tarde. Aunque el estado de cultivación de cada uno es diferente, todos son capaces de estudiar el Fa con una actitud seria y solemne. Cuando estudiamos el Fa, no perdemos el tiempo.

Estudiamos el Fa hasta el mediodía. Luego, todos aprovechan el poco tiempo disponible para compartir las experiencias de cultivación mientras comemos el sencillo almuerzo que llevamos. De vez en cuando, cuando alguien dice algo que no tiene nada que ver con la cultivación, un practicante mayor lo interrumpe y no le deja continuar esa conversación.

Me alegra haber encontrado el grupo de estudio del Fa que puede ayudarme a ser diligente y mantener las expectativas estrictas en mi cultivación. Sin embargo, con el tiempo, desarrollé un sentimiento difícil de describir. Cada vez que me unía al estudio del Fa, mi estado de ánimo era un poco bajo, pero no sabía por qué.

Entonces, de repente, un día, me di cuenta que la expresión facial de todos era siempre tan solemne. Ni siquiera un practicante mostraba un poco de sonrisa, especialmente los dos practicantes relativamente mayores que siempre estaban muy solemnes. Nunca los he visto sonreír. Mirándome, ya sea estudiando el Fa o compartiendo experiencias, mi cara es siempre solemne y tensa. Creo que no parezco armonioso ni benevolente.

Una tarde, un practicante del grupo de estudio del Fa llevó a una persona y lo presentó a todos como un practicante, lo que significa que quería unirse al grupo de estudio del Fa. Sin embargo, nadie del grupo saludó a este practicante y todos se mantuvieron relativamente sin expresión. Aunque me sentí un poco incómodo en mi corazón, tampoco mostré muy buenos modales, al igual que el resto del grupo.

Un día, planteé esta cuestión al grupo. Algunos dijeron que no sabían sonreír; otros, que tal vez habían sido viejos taoístas en sus vidas anteriores. Sorprendentemente, nadie se preocupó por este tema y simplemente pasó.

Entonces, pensé en los practicantes que conocía, que no estaban en este grupo de estudio del Fa. Parece que ellos tienen problemas similares. Cuando más pensaba en eso, más sentía que este no debería ser el estado que los practicantes deberían tener.

Después de regresar a casa, me dije que soy un practicante de Dafa. A partir de ahora, debo mostrar la tranquilidad y la bondad que brotan de mi alma interior. Entonces, me miré en el espejo. Mi sonrisa en el espejo era tan rígida y antinatural y mi expresión facial no mostraba ninguna tranquilidad ni benevolencia. Entonces, sentí que mi cultivación era realmente pésima. Si mi alma interior es siempre pacífica y benevolente, mi aspecto exterior debería reflejarlo naturalmente, y no ser rígido y antinatural.

No estar apático y frío

Es cierto que a los practicantes no nos importan mucho muchas cosas del mundo común. Simplemente no nos interesan. Sin embargo, creo que tratarlas sin importancia no significa ser insensible y frío. ¿No deberíamos guardar esa pizca de civilización y modales para saludar a la gente cuando la conocemos? De lo contrario, ¿cómo nos percibirá la gente?

El Maestro Li (el fundador de Falun Dafa) nos salvó del mundo común que está lleno de dificultades. Obtuvimos el Dafa universal. Somos discípulos de Falun Dafa del período de rectificación del Fa. Somos las personas más honorables y más afortunadas de la tierra. Somos los practicantes más afortunados, y la dificultad en nuestros corazones debió convertirse en rocío hace mucho tiempo.

Así que, ¡debemos sentirnos felices y en armonía desde el fondo de nuestros corazones! Ante nuestra familia, esposos, esposas, hijos, familiares y amigos, debemos mostrar el corazón bondadoso y benevolente de un cultivador.

Siempre debemos poner a los demás antes que a nosotros mismos y mostrar la bondad de Dafa en todo momento en lugar de sentir que nada está relacionado con nosotros, incluso hasta el punto de tratar a la gente con frialdad. Esto hará que la gente nos malinterprete.

Lo mismo se aplica al lugar de trabajo. Durante el trabajo con nuestros colegas, tenemos que comunicarnos, coordinarnos y cooperar. Si no mostramos una actitud positiva, radiante y amistosa hacia ellos, ¿cómo podremos cooperar bien juntos? ¿Cómo podemos realizar bien nuestras tareas?

Y lo más importante, cuando aclaramos la verdad a los seres conscientes, si mostramos una expresión insensible sin ninguna sonrisa, entonces estas personas también nos mostrarán una actitud insensible y fría, y se distanciarán de nosotros. Además, este tipo de actitud fría es contagiosa. Si emitimos este tipo de señal, esto es lo que la gente recibirá, y también es lo que la gente proyectará hacia nosotros. En un ambiente así, ¿cómo podría la gente sentirse feliz de escuchar nuestra aclaración de la verdad?

Somos los mensajeros de lo Divino. No solo tenemos que cultivarnos bien, también tenemos la misión de salvar a los seres conscientes. Aunque todavía estamos siendo perseguidos, y debemos hacer bien las tres cosas cada día, todos sabemos que nuestro Maestro ya soportó mucho por nosotros.

¿Cuál es esa pequeña dificultad que enfrentamos ahora? Hay tantas cosas que el Maestro tiene que hacer cada día, pero el Maestro que vemos siempre está sonriendo y muestra benevolencia.

Por eso, practicantes como nosotros que tenemos esta tendencia a la frialdad, debemos reflexionar sobre nuestra cultivación. Somos los discípulos de Dafa más honorables y más afortunados de este universo y nos asimilamos a Verdad, Benevolencia y Tolerancia. ¿Por qué no hay un sentimiento de alegría en nuestros rostros? ¿Por qué no podemos revelar una sonrisa bondadosa que brote del fondo de nuestros corazones?

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