De la desesperación a la esperanza y la felicidad

(Minghui.org) Nací con tuberculosis y problemas cardíacos congénitos. Tuve que tomar medicamentos, inyecciones e ir constantemente a médicos. Tosía toda la noche y escupía mucosidad y sufría de insomnio. Me costaba respirar. Tenía problemas de constipación La vida era insoportable y cada día me parecía una tortura: sufría un dolor agonizante. No iba a la escuela debido a mis enfermedades y, por lo tanto, era analfabeta. Mi madre y mi padre se peleaban y discutían mucho por cuestiones económicas para curar mis enfermedades. Al final, mi madre se suicidó bebiendo insecticida.

A medida que fui creciendo, mis problemas de salud mejoraron un poco. Cuando tenía diecinueve años, mi padre arregló un matrimonio para mí. Mi suegra me trataba muy mal. Me obligaba a hacer todo el trabajo de la casa y siempre estábamos enojadas y enfrentadas.

Mis enfermedades empeoraron cuando cumplí 39 años. Además de mis antiguas enfermedades, me diagnosticaron varias nuevas. Me sentía mareada y con náuseas y era incapaz de abrir los ojos. Mi cuerpo sufría un dolor insoportable y me costaba incluso respirar y comer. No podía hacer nada y mi cuerpo estaba cubierto de moratones. Me dolía tanto el cuerpo que no podía dormir por la noche. Como estaba agotada y tenía dolores constantes, siempre estaba de mal humor y discutía con mi familia; mi mal humor también afectaba al trabajo escolar de mis hijos.

Mi esposo ganaba 1000 yuanes (aproximadamente 154 dólares) al mes, lo que no era suficiente para mantener a nuestros hijos, y mucho menos para tratar mis enfermedades. Pensé en acabar con mi vida, ya que no podía hacer nada en casa. Compré el mismo insecticida que consumió mi madre para acabar con su vida. En el verano de 1998, mi situación era desesperada y decidí seguir los pasos de mi madre y acabar con mi vida bebiendo insecticida.

La verdad es que ya había intentado suicidarme. Me parecía que sufría desde el momento de mi nacimiento y que no había cura. La primera vez, me tiré a un embalse y alguien me salvó; la segunda vez, intenté envenenarme friendo un huevo con una caja entera de glutamato monosódico; la tercera vez, tomé más de cien pastillas para dormir, pero me salvó mi familia llevandome al hospital.

Una luz de esperanza

Estaba decidida a acabar con mi vida. Me vestí con mi ropa favorita y, justo cuando iba a tomar el insecticida, oí que alguien me llamaba desde fuera. Escondí el insecticida en la muda de ropa y lo metí debajo de unas mantas.

Era mi vecina que me invitaba a ir con ella a aprender Falun Dafa. Me dijo: "Aquí hay algunos practicantes de Falun Dafa y quizá tus enfermedades se curen si aprendes a practicarlo. Ven conmigo y pruébalo". No quise rechazar su amabilidad y la seguí. Llegamos a una escuela secundaria y vimos a un joven practicante de Falun Dafa con un libro en la mano. Él dijo: "Falun Dafa es el Fa del universo y es una práctica de cultivación".

Mis ojos se iluminaron en cuanto escuché que Falun Dafa era el Fa del universo y que era una práctica de autocultivación. Inmediatamente me llené de respeto por lo divino. El practicante sostuvo el libro Zhuan Falun con ambas manos y leyó en voz alta una parte.

Shifu dijo:

"Siendo alguien que refina gong debes, ante todo, ser capaz de no devolver el golpe al ser golpeado ni devolver la injuria al ser injuriado" (Novena Lección, Zhuan Falun).

Inmediatamente me sentí iluminada y supe que este era un camino que conducía a lo divino. ¡Quería practicar Falun Dafa!

Escuché atentamente toda la mañana y mi cuerpo se sintió muy cómodo. Me sentí muy alegre y pensé: "¡Maestro, ojalá hubiera encontrado Falun Dafa antes!".

Me puse los auriculares y escuché el audio de las lecciones de Shifu todos los días. Me guié por los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Shifu pronto comenzó a purificar mi cuerpo y abrió mi ojo celestial. Mientras estaba recostada en la cama, vi unos Falun (ruedas de la Ley) de colores que hacían ruidos de "balanceo" mientras giraban. Me sentí muy feliz y dije: "¡Shifu está cuidando de mí ahora! Shifu está cuidando de mí".

Tal vez Shifu quería reforzar mi fe en Dafa porque cuando me recostaba era capaz de levitar. Cuando me asustaba, me dejaba caer de nuevo en la cama, pero no me hacía daño.

También vi muchas cosas asombrosas en otras dimensiones, no importaba si mis ojos estaban cerrados o abiertos. Vi palacios celestiales, hadas y fénix. Era tan hermoso que no había palabras para describir lo que veía. Le dije a Shifu: "Shifu, estoy convencida de mi fe en Dafa. No me distraeré con lo que veo en otras dimensiones y seguiré a Shifu hasta el final". Desde entonces, Shifu no me dejó levitar más y mi ojo celestial también se cerró.

¡Todas mis enfermedades desaparecieron en dos semanas! Por primera vez en mi vida estaba libre de enfermedades. Pude volver a hacer las tareas domésticas. Me deshice de todos mis medicamentos y pastillas. Era verdaderamente feliz. Mi familia vivía en armonía y yo también podía trabajar y ganar algo de dinero.

Me disculpé con mis suegros y les dije: "Siento haberlos insultado antes. No volveré a comportarme mal con ustedes. Shifu nos enseña a ser mejores personas y a no 'devolver los golpes o los insultos'". Mi suegro se alegró mucho y expresó: "No te reproches".

Cuando vi que mucha gente leía Zhuan Falun, me sentía ansiosa, ya que era analfabeta. Con lágrimas en los ojos me puse delante del retrato de Shifu y manifesté: "Shifu, quiero aprender a leer". Tenía un libro Zhuan Falun en mis manos mientras escuchaba las lecciones de Shifu. Seguí los caracteres de Zhuan Falun mientras escuchaba el audio de las lecciones de Shifu durante toda la noche. Cuando amaneció, milagrosamente pude leer el índice y el Lunyu. Aunque todavía no sabía cómo leer Zhuan Falun, me arrodillé frente al retrato de Shifu durante dos semanas mientras escuchaba el audio de las lecciones.

Ahora, no solo puedo leer Zhuan Falun, sino que también puedo leer las otras conferencias de Shifu. ¡Falun Dafa es verdaderamente milagroso!

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