(Minghui.org) Soy una mujer de 90 años del campo que comenzó a practicar Falun Dafa en 1998. Desde entonces, me he recuperado de muchas enfermedades. Además, pasé de ser analfabeta a poder leer Zhuan Falun, las principales enseñanzas de Falun Dafa. Fue realmente asombroso. Solo con la protección del Maestro Li (fundador de Dafa) he podido llegar tan lejos.

Desde el 20 de julio de 1999, el Partido Comunista Chino (PCCh) y el exlíder del PCCh, Jiang Zemin, han lanzado la persecución a Falun Dafa. En la primera etapa, la gente de la Oficina 610 local y la policía fueron profundamente engañados por el PCCh y muy malvados. Como resultado, muchos practicantes fueron llevados a campos de trabajo forzado, cárceles, centros de lavado de cerebro y perseguidos. Algunos fueron retenidos repetidamente bajo custodia policial, donde fueron sometidos a crueles torturas, y algunos murieron.

Tuve el pensamiento: Soy practicante de la Dafa, debo eliminar mi miedo, dejar de lado la vida y la muerte, para difundir la verdad de Dafa a la gente. En los viejos tiempos, la gente reconocía que proporcionando a un monje algo de comida recibiría buena fortuna, sin embargo, ¡la gente de hoy se atreve a hacer algo malo a los que cultivan el Estado de Fo y cometen un pecado!

Después de eso, empecé a ir a las comisarías de policía, a la Oficina 610, al Comité de Asuntos Políticos y Jurídicos, a los Tribunales y a la Procuraduría para despertar las conciencias de la gente. Estas personas eran más cultas que yo, ya que nunca fui a la escuela. Por lo tanto, no conocía ningún principio profundo. De lo que hablé fue de cómo me beneficié de la práctica de Dafa y de la belleza de la Dafa, de lo que había presenciado a través de la experiencia de primera mano de la maldad de los múltiples movimientos políticos lanzados por el PCCh, y les dije el principio de que "el bien es recompensado y el mal es castigado".

Durante los últimos 22 años, cada vez que me enteraba de que había practicantes detenidos y encarcelados, iba con otros practicantes a las comisarías y Departamentos de policía, a la Oficina 610 y a la División de Seguridad Interior para aclararles la verdad y exigir su liberación. Los practicantes colaboramos como un solo cuerpo para aclarar los hechos, lo que conmocionó mucho al mal.

Como resultado, algunos practicantes fueron liberados el mismo día, y otros fueron liberados después de unos días, hasta una semana. Detuvimos a tiempo los delitos que cometían contra Dafa y rescatamos a los practicantes. A veces, cuando nos encontrábamos con practicantes que llevaban tiempo detenidos porque la policía se negaba a ponerlos en libertad, íbamos a la procuraduría y al tribunal para despertar la conciencia de la gente.

Otras veces, para ahorrar tiempo, cuando no podía encontrar otros practicantes que me acompañaran, iba sola. Pensaba que era una buena persona al seguir "Verdad-Benevolencia-Tolerancia", no hacía nada malo, así que no les tenía miedo.

Una vez, fui a una comisaría de policía para exigir la liberación de una practicante. Intenté despertar su conciencia, pero no quisieron escuchar. Entonces dije en voz alta: "Los practicantes de Falun Dafa no hacen ninguna mala acción. Ellos siguen Verdad-Benevolencia-Tolerancia para ser buenas personas, sin embargo, ustedes los tratan como si fueran malas personas o sus enemigos. Permítame preguntarles: ¿qué crimen ha cometido ella? No tiene sentido que la arresten y la detengan. Deberías saberlo. Falun Dafa salva a la gente. Han sufrido tanto hasta el punto de que su familia está arruinada, ¿tienen ustedes conciencia?".

En ese momento, empecé a gritar con fuerza: "¡El Cielo eliminará al PCCh y bendecirá a China! ¡Falun Dafa es bueno! Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno. El pueblo chino solía creer en los dioses y tenía una moral elevada". En ese momento, el director de la comisaría me miró e hizo un gesto de aprobación. Me sonrió y dijo: "¡Te admiro! Te admiro por tu buena salud dada tu edad, y puedo ver que tu voz es muy fuerte". En ese momento, pedí en silencio la ayuda del Maestro para que me diera gong y fortaleza.

Cuando la policía seguía sin liberar a nuestros practicantes, teníamos que ir a la procuraduría para despertar las conciencias de la gente de allí. Dijimos a los funcionarios: "No deberían llevar este caso. Proseguir enjuiciando a los practicantes de Falun Dafa no servirá de nada, ya que se meterán en muchos problemas si se involucran en la persecución. Piénsalo, en el pasado, cuando se veía a los monjes buscando limosna, les daban buena comida. La gente sabía que uno recibiría buena fortuna por tratar amablemente a los monjes. Sin embargo, hoy se condena a los que cultivan el Estado de Fo, la Budeidad. No hay nada malo en que los practicantes sean buenas personas, no han hecho nada en contra de la ley". Mientras tanto, los practicantes enviaban a menudo cartas de aclaración de la verdad a la policía, a la procuraduría y a otras autoridades, denunciando oportunamente a quienes recibían malas retribuciones por perseguir a los practicantes.

Al cabo de un tiempo, cuando volví a la procuraduría para consultar al personal, me dijeron que tales casos habían sido devueltos al departamento de policía dos veces antes de ser transferidos a otro condado. Desde el año pasado, no se había llevado a nadie a juicio en nuestro condado. Hubo dos casos que fueron transferidos a otro condado. Actualmente, una practicante estaba detenida y su caso estaba a punto de ser transferido a otro condado también.

El día del juicio, fuimos al otro condado. Cuando un policía local vio mi bolso, empezó a preguntarme: "¿Qué llevas ahí?". Le dije: "¡Materiales informativos, los he traído para salvar a la gente!". Me dijo: "¡Te los voy a confiscar todos!". Le dije: "Está bien si quieres leerlos. Pero si quieres llevártelos, no puedo dártelos. Estos materiales se imprimieron con el dinero que ahorré llevando una vida muy precaria, son para salvar a la gente".

Empezó a registrar mi bolsa y dijo: "También hay billetes con frases de aclaración de la verdad". Le dije: "Son mis ingresos, tampoco me los puedes quitar". Preguntó: "¿Puedo usar mi dinero para cambiarlo por el tuyo?". Le dije: "Claro. Hemos venido aquí hoy para que todos ustedes entiendan que los practicantes no violaron la ley, son gente buena. Deberían ser capaces de distinguir lo bueno de lo malo, la verdad de la mentira, la bondad de la maldad. Por favor, tengan en cuenta que "¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!". Espero que todos ustedes se mantengan a salvo". Todos dijeron: "¡Bien dicho! ¡Bien dicho!".

Una vez, cuando tomé el autobús, le di a una persona un DVD de aclaración de la verdad. Me dijo: "Me lo has dado, pero ¿sabes quién soy? Trabajo en el departamento de policía. Quiero arrestarte por eso". Le dije: ¿Trabajas allí? Déjame darte uno más. "¿No tienes miedo de que te arresten?", me preguntó. Le dije: No lo tengo. A mi edad, no he hecho nada malo... ¿de qué debo tener miedo? No puedo permitirme contratar a una niñera para que me cuide. Si me arrestaran, me habría ahorrado la molestia de cocinar. Al oír eso, se rió y dijo: "Eres muy graciosa". Le dije: "Estoy aquí para salvarte". Él dijo: "¡Bien dicho!". Le dije: "Será bueno que lo compruebes y veas el material por ti mismo". Entonces me recibió el DVD.

Un día, le di a un guardia de seguridad un DVD de aclaración de la verdad. Como ya lo había visto, se lo entregué a otra persona que estaba a su lado. Me dijo: "Dámelo, para eso estoy aquí". A continuación, comenzó a llamar a la policía. Mientras él se ponía de pie para hacer la llamada, yo simplemente tomé su silla y me senté allí. Pronto llegó un vehículo de la policía, del que se bajaron dos policías. Les dije: "Soy yo quien se lo dio, no tiene nada que ver con el otro guardia. Estoy haciendo algo bueno". Un policía me miró y me dijo: "Deja de hablar, por favor, vete a casa". Como no quería involucrar al guardia de seguridad, dije: "Soy yo quien se lo ha dado. Estoy aquí para salvar a la gente".

En ese momento, había muchos transeúntes. Los policías me pidieron que me fuera a casa. Les dije: "¡Gracias!". Entonces se marcharon. La persona que llamó a la policía dijo: "Los llamé, pero no se ocuparon". En ese momento, al ver a tantos transeúntes, empecé a gritar en voz alta: "¡Es la voluntad de lo divino! La voluntad divina eliminará al PCCh y bendecirá a China. ¡Falun Dafa es maravilloso! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es maravilloso!".

Una vez, fui a la Oficina 610 para aclarar los hechos. En la entrada, un joven me miró con maldad. Lo ignoré y me dirigí a la sala. Una empleada me dijo: "¡Para su edad, lo está haciendo muy bien!". Le contesté: "Intento ser una buena persona, una persona amable. El bien y el mal tienen su retribución y recompensa". Me dijo: "Mira, llevas una bolsa muy grande". Le dije: "Estoy aquí para salvarte, es solo por tu bien". "Por ser tan amable, serás bendecida y vivirás más tiempo". Les dije: "Me va bien, igual que a ti, hacemos el bien a nuestro país". Luego les pasé los materiales.

En ese momento, alguien dijo: "Siempre viene a exigir la liberación de los practicantes. ¿Quién es ella? Haré que arresten a las dos". Yo dije: "¿No sabes qué tipo de relación tenemos? Estoy aquí para hablar en nombre de la justicia, independientemente de que quieras arrestarme o no". Al cabo de un rato, fui de nuevo a su despacho. Al verme, me dijeron: "Bien, has venido. ¿Has venido a salvarnos? ¿Has traído tus libros? Tenemos muchas ganas de leer tus libros". Les dije: "Mientras estén dispuestos a leerlos, les daré los materiales que les traigo gratis. También hay DVDs y memorias USB para que los revisen". Me dieron las gracias.

Más tarde, después de que el nuevo responsable de la Oficina 610 charlara conmigo, me preguntó: "¿Todavía tienes ese libro? ¿Podrías compartirlo conmigo? Soy nuevo aquí, no sé nada, por favor, manténgame informado". Más tarde le di un ejemplar de los Nueve comentarios sobre el Partido Comunista y ¿Cuales son los verdaderos objetivos del comunismo?, así como los DVD de aclaración de la verdad de Dafa. Cuando volví allí, este nuevo director me dijo: "¡Estos libros son espectaculares! Por favor, comparte conmigo cuando salga nueva información".

Ahora, no importa si voy a la comisaría, al departamento de policía, a la procuraduría, al tribunal y a otros lugares para aclarar la verdad sobre Falun Dafa y la persecución contra nuestros practicantes, o si les entrego los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista, ¿Cuales son los verdaderos objetivos del comunismo?, y materiales informativos, la mayoría de ellos aceptan los 'obsequios'. Algunos incluso me pidieron que les entregara materiales informativos, porque les gusta leerlos. Tienen su lado consciente y también son seres que vienen a obtener el Fa. Debemos cultivarnos bien. Si no lo hacemos, no podríamos salvarlos, ya que son los seres que más sufren pues son utilizados por el PCCh y están perdidos en el mundo humano.

Después de que los miembros de la Oficina 610 leyeron esos libros y materiales, me dijeron que querían leer libros de Dafa. Les dije que, aunque nuestros materiales informativos eran gratuitos, tenían que pagar por los libros de Dafa. Estuvieron de acuerdo. Pero aun así, no quería dárselos sin más, ya que eran demasiado valiosos. Así que fui a hablarlo con algunos practicantes. Todos dijeron: "Si realmente quieren leerlos, podemos dárselos, ya que también son seres que vienen por el Fa".

Pero yo no tenía ningún libro extra a mano, y entonces mi hija me entregó de repente un ejemplar de Zhuan Falun. Asumí que fue arreglado por el Maestro. Entonces, junto con Hong Yin (II) que tenía, fui a entregarles estos dos libros. Después de recibirlos, todos estaban muy emocionados. También les dije que no tenía más a mano y que tendrían que hacer un pedido si querían más. La empleada que recibió los libros en primer lugar dijo que terminaría de leerlos esa noche y se los pasaría a la siguiente persona.

De hecho, para nosotros tener un entorno de cultivación tan óptimo no era tarea fácil. Durante aquellos años en los que la persecución era más brutal, nadie se atrevía a tomar nuestros materiales informativos. En cuanto alguien sabía lo que era, se quedaba petrificado. Aunque tuviera el valor de recibirlo, no se atrevían a pasárselo.

Un día, un practicante fue denunciado por alguien que no conocía la verdad sobre Dafa y fue detenido en una comisaría. Esta comisaría está situada en una zona suburbana, a la que era difícil llegar. Otro practicante y yo fuimos allí para exigir su liberación. Intentamos aclarar los hechos a los policías, pero no quisieron escuchar. En consecuencia, me agité y mi mentalidad competitiva también se disparó. El mal se aprovechó de mi brecha y acabé detenida en la comisaría durante varias horas y no me soltaron hasta las 10 de la noche.

Cada vez que salía para aclarar los hechos, me ponía delante del retrato del Maestro, siempre le pedía a Shifu que me fortaleciera. Intentaba dejar de lado la vida y la muerte y eliminaba el miedo. A veces, cuando me dolían los pies, le decía al Maestro: "Tu discípula va a salir a despertar la conciencia de la gente. Maestro, por favor, dame poder". Entonces dejaban de dolerme los pies al caminar. Para empezar, yo no era una persona elocuente, pero cuando se trataba de hablar de la verdad de Dafa, podía hablar muy bien. Era tal como dijo el Maestro:

“Con los dizi repletos de pensamientos rectos,
el Shifu posee el poder de llevarlos al Cielo
(Bondades entre el Shifu y los dizi,  Hong Yin II)

En mis 22 años de cultivación, el benevolente Maestro me protegió cuidadosamente. Con mi fe inquebrantable hacia el Maestro, rara vez fui interferida y he caminado con bastante firmeza en mi camino de cultivación.

Me siento muy bendecida por el Maestro, y Él ha hecho todo, ha fortalecido a sus discípulos y los ayudó a establecer su poderosa virtud.

¡Gracias Maestro! ¡Gracias, Falun Dafa!

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