(Minghui.org) Muchos practicantes de Falun Dafa con camisas amarillas y pantalones blancos llegaron a la plaza de la antigua estación central de autobuses de Tel Aviv un sábado por la mañana.

Es un lugar abarrotado, repleto de tiendas de ropa de oferta, verdulerías, puestos en medio de la acera, venta de artículos para el hogar, pescaderías y puestos de electrónica. Suena música de rock a todo volumen, y masas de residentes chinos compran alimentos y otros productos. La gente grita, hay mucho ruido. También se percibe el olor del pescado, incluso de algunos que se han echado a perder.

En medio de todo este caos, había una "isla" de silencio y belleza ese sábado por la mañana. Eran los practicantes de Falun Dafa con camisas amarillas, que estaban en filas y hacían los ejercicios al son de la suave música. Como flores de loto que emergen de un pantano, aparecieron en medio del ruido, la suciedad y el caos del mercado.

Los practicantes de Falun Dafa hacen una demostración de los ejercicios a los transeúntes.

Los practicantes israelíes decidieron en 2001 que era muy importante aclarar la verdad directamente a los residentes chinos, y que tenían que contarles sobre la brutal persecución a los practicantes de Falun Dafa en China.

Los chinos que viven en Israel pueden aceptar y leer información sobre la práctica sin ninguna preocupación, y pueden pensar por sí mismos. Es importante que los chinos que viven en Israel vean que la práctica de Falun Dafa en Israel es segura, que está permitida, que no serán amenazados y que nadie piensa que sea algo malo.

Entre los practicantes había niños y mujeres de todas las edades, incluida una anciana de 90 años que permanecía de pie bajo el calor abrasador (36 grados centígrados) con las manos levantadas en el aire, con un aspecto muy saludable y fuerte. Se notaba que practica Falun Dafa. También había familias enteras y parejas jóvenes. Cada uno vino por su propia voluntad.

Los practicantes, procedentes de todo el país, se alinearon en filas y realizaron los ejercicios al son de la suave música de ejercicios. A pesar del ruido, los practicantes pudieron cerrar los ojos y concentrarse en la práctica. Algunos repartían folletos y flores de loto, y otros sostenían carteles.

Los practicantes sostenían carteles con información en chino.

La mayoría de los transeúntes son trabajadores chinos. Todos hablaban en chino entre ellos. Los practicantes de Falun Dafa de ascendencia china que viven en Israel hablaron con ellos y consiguieron convencer a algunos de que renunciaran al PCCh. Les hablaron de Falun Dafa y de los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Algunos firmaron su renuncia al PCCh, otros escucharon y asintieron en señal de comprensión, mientras que algunos solo querían huir, creyendo todavía en las mentiras del PCCh sobre Falun Dafa y negándose a tomarse un volante.

Una practicante china aclara los hechos a un trabajador chino local.

Una mujer se acercó a un practicante que llevaba un cartel y le preguntó: "¿Cuándo van a volver?". Dijo que se acordaba bien de nosotros y añadió: "¡Hace veinte años me salvaste!" y mostró a los practicantes las cicatrices de su antebrazo. Dijo: "Ustedes son muy buenas personas".

Un conductor sentado en un coche que se detuvo dijo que nos conocía y que ya nos había visto varias veces en el Desfile de Jaffa. Sonriendo de oreja a oreja, recalcó que era un fan y nos agradeció el importante trabajo que hacemos.

Un transeúnte chino se dirigió a un practicante no chino y le dijo: "No tienes ni idea de lo que pasa realmente en China. Soy de China y sé que Falun Dafa es malo". Se negó a tomar el periódico chino que le ofrecimos, pero fue él quien se acercó a los practicantes e inició una conversación. De pronto, un practicante que hablaba chino se unió a la plática. Tras una profunda y animada conversación con él, el transeúnte chino acabó aceptando un volante.

Un hombre de ascendencia africana recibió un volante y lo leyó en voz alta. De repente, se detuvo. Se notaba que estaba muy emocionado. La practicante que le dio el volante dijo que lo que está ocurriendo en China es muy triste, y él estuvo de acuerdo con ella, entre lágrimas.

Una practicante dijo que la atmósfera era magnética y que podía ver cómo todos los años de protestas y aclaraciones de la verdad en la estación central culminaban en este momento. Repartió folletos de aclaración de la verdad y un periódico en chino publicado en Israel. Al principio, los chinos se negaban a tomarlo. Ella dijo: "Una vez que me acerqué a ellos con compasión y pensamientos rectos, aceptaron el volante. Al principio la barrera fue difícil de cruzar, pero una vez que me centré en su bienestar y en lo importante que es para ellos aprender la verdad sobre Falun Dafa y la persecución, aceptaron el volante".

Otro de los practicantes dijo: "Me quedé después de que todos se fueran y repartí folletos. Estuve en el mismo lugar donde hicimos los ejercicios y repartí folletos. Nuestra practicante de habla china estaba a punto de irse en su bicicleta, pero cuando llegaron los chinos, se acercó a ellos y firmaron su renuncia al PCCh".

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