(Minghui.org) Hace poco tuve una sensación incómoda en la garganta. Estaba bien cuando no hablaba, pero era desagradable cuando hablaba. Afectaba a mi estudio del Fa, ya que no podía leer en voz alta cuando recitaba el Fa. Pensé que se trataba de eliminación del yeli (karma) y que estaría bien en unos días. Sin embargo, se prolongó durante un tiempo, lo que me recordó que debía mirar hacia dentro y encontrar mis apegos.

Me pregunté por qué no podía hablar y pensé en lo que había dicho recientemente que no estaba en línea con el Fa. Así que, le pedí al Maestro que me ayudara a encontrar la causa raíz.

El Maestro vio mi deseo sincero, y un día al enviar pensamientos rectos me vino un pensamiento de que a veces hablaba de algo que no debía. Esto puede crear yeli (karma). Mi garganta estaba bien después de descubrir mi problema.

Rara vez hablaba de temas delicados relacionados con la empresa para la que trabajaba, incluso con los miembros de mi familia. Mantenía una actitud profesional hacia mi trabajo. Tampoco hablaba de cosas que otros practicantes no debían saber cuándo trabajaba en proyectos de Dafa.

Creía que lo había hecho bien en este aspecto. Sin embargo, mientras hablaba con un practicante sobre otros practicantes que ambos conocíamos, sentí que estaba compartiendo experiencia de cultivación, pero terminé hablando de mis desacuerdos con la forma de hacer las cosas de algunos practicantes. A veces, hablaba con entusiasmo. También acepté casi siempre lo que otros me decían sobre otros practicantes. Todo esto ya no se ajustaba a los requisitos del Fa.

El Maestro dijo:

"Por ejemplo, entre unos y otros hay conflictos como «tú eres bueno, él no lo es» o «tú haces el xiulian bien, él no»; estos en sí mismos son conflictos. Hablemos de algo corriente como «yo hago lo que quiero» o «este asunto ahora tiene que hacerse así y asá»; de esta manera quizás hieres a alguien inconscientemente. Debido a que los conflictos entre los seres humanos son todos muy complicados, se puede crear ye sin intención" (Octava Lección, Zhuan Falun)

Nunca pensé que fuera tan grave. Un practicante hizo algo que yo consideraba que no era bueno, pero no debía cotillear sobre ello. Si hablaba casualmente con otros sobre ese practicante, no solo afectaría a esa persona, sino que también podría afectar al funcionamiento del proyecto de Dafa en el que estábamos trabajando.

Si me formaba una opinión a partir de una información incompleta o debido a un malentendido, entonces la situación podría empeorar. Además, mis entendimientos podrían ser erróneos. Si digo algo que no debería decir como practicante, esto me haría acumular yeli (karma).

El Maestro señaló:

"El pensamiento humano tiene una debilidad, y ustedes han descubierto esto con el pasar de los años al aclarar la verdad: la primera idea que se les mete queda fijada. (Risas) Una vez que una persona acepta cierta idea, evaluará lo siguiente en base a esa idea (Enseñando el Fa en la reunión de NTDTV, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. IX).

Si alguien juzgara a una persona basándose en las "cosas malas" que hizo, yo me formaría una opinión sobre esa persona basándome en la información que me dieron.

Nadie es perfecto y los practicantes tienen apegos de los que deshacerse durante la cultivación. Si nos hablan de las deficiencias de un practicante, es posible que siempre tengamos eso en nuestra mente e ignoremos sus méritos y cosas buenas.

Cuando profundicé, también descubrí que los practicantes de los que cotilleaba solían ser los que yo despreciaba y no me gustaban o con los que no estaba de acuerdo. Tenía el deseo de que los demás estuvieran de acuerdo conmigo para reforzar la idea de que yo tenía razón. Además, cuando los practicantes hacían algo que yo consideraba poco razonable, tenía la necesidad de expresar mis sentimientos hacia ellos. En realidad, eso exacerbaba mis apegos a mirar a los demás por encima del hombro, los celos y la ostentación.

Gracias Maestro por permitirme ver mis apegos. Siempre he sido reacio a admitirlos y los he escondido inconscientemente en lo más profundo de mi corazón. Por fin he tenido la oportunidad de mirar estos lugares ocultos, exponer mis apegos y purificarme.

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