(Minghui.org) Después del evento celebrado en Ginebra el 15 de julio, los practicantes de Falun Dafa de la Suiza francófona celebraron otra actividad el 20 de julio en la que pedían que se pusiera fin a los 22 años de represión en China.

Cuatro parlamentarios asistieron a este acto en Neuchâtel, capital del cantón suizo de Neuchâtel. Se trata de Niels Rosselet-Christ (presidente del Partido Popular), Johanna Lott-Fisher (diputada de Neuchâtel), Jean Paul Weittstein (antiguo portavoz del Parlamento de Neuchâtel) y Jean Fehlbaum (antiguo diputado de Neuchâtel).

Situada junto al lago de Neuchâtel, el mayor lago de Suiza en su totalidad, Neuchâtel es conocida por la relojería tradicional hecha a mano. En la Place des Halles, los practicantes instalaron un puesto, realizaron demostraciones de ejercicios y crearon conciencia sobre la persecución que sufre Falun Dafa en China, incluida la sustracción forzada de órganos. Muchos transeúntes se detuvieron para obtener más información.

Evento de practicantes de Falun Dafa en Neuchâtel, Suiza, el 20 de julio de 2021.

Los transeúntes se acercan para obtener más información.

La persecución ha demostrado que el comunismo es como una toxina

Niels Rosselet-Christ, presidente del Partido Popular en el cantón de Neuchâtel

En su discurso, Rosselet-Christ dijo que la historia de los últimos 100 años ha demostrado que el comunismo es una ideología mortal. Decenas de millones de personas, o incluso más, han perdido la vida por su culpa.

La brutalidad del partido comunista chino (PCCh) es especialmente sorprendente, añadió. Ha reprimido a numerosos grupos minoritarios, incluidos uigures, tibetanos y practicantes de Falun Dafa. Estas atrocidades indican que la ideología que representa el comunismo es tan dañina como una toxina.

Aquí, en Suiza, los practicantes pueden practicar libremente sus creencias. Por eso es muy importante salvaguardar los valores de la democracia y la libertad. Esto permite a todos seguir pacíficamente su creencia. De hecho, la fe puede liberar a la gente de los regímenes totalitarios con la ayuda de lo divino. Y esto es lo que temen los regímenes autoritarios.

Una escena pacífica

Johanna Lott-Fisher, diputada de Neuchâtel

Lott-Fisher dijo que eventos como este le dan la oportunidad de conocer a los practicantes de Falun Dafa, que han protestado persistentemente de forma pacífica. Por otro lado, lamenta mucho escuchar sobre la brutal represión en China, especialmente la sustracción forzada de órganos y el comercio de los mismos.

Después de dar un discurso, Lott-Fisher se quedó a un lado observando tranquilamente a los practicantes hacer los ejercicios en grupo. Estaba muy conmovida y no quería irse. Dijo que era una escena pacífica, con una fuerte energía colectiva. Es importante que uno mire hacia dentro cuando se encuentra con conflictos. Esto nos ayudará a mejorar individualmente y a cooperar mejor entre nosotros.

Tragedias inimaginables

Jean Paul Weittstein, exportavoz del Parlamento de Neuchâtel

Weittstein llegó a la concentración después de recorrer más de 30 km en bicicleta y agradeció a los practicantes sus esfuerzos por defender la libertad de expresión. Lo que han sufrido los practicantes de Falun Dafa en China es horroroso, ya que nadie tiene el derecho de torturar a otros. Además, las víctimas de estos casos son un grupo de personas que buscan la paz, la bondad y la felicidad. Por eso le sorprende que puedan ser maltratados de esta manera.

Mientras observaba los ejercicios de grupo, dijo que le gustaba la atmósfera pacífica del evento, así como la armonía de los practicantes.

Más presión para el PCCh

Jean Fehlbaum, exdiputado de Neuchâtel

Fehlbaum dijo que observar los ejercicios en grupo de los practicantes era relajante. Señaló que le era difícil entender por qué el PCCh consideraba esta práctica como una amenaza y la suprimía desde hacía más de 20 años.

La sustracción forzada de órganos que sufren los practicantes también le recordó la barbarie en la Edad Media. Dijo que la comunidad internacional debería despertar y ejercer más presión sobre el PCCh para que ponga fin a esta brutalidad.

Fehlbaum también cree que la enseñanza de los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia de Falun Dafa son muy importantes. Estos valores son consistentes con los valores que Suiza y Europa en general han salvaguardado. Espera ver a más personas de las generaciones más jóvenes participar en él porque es muy significativo.

Es hora de despertar

La enfermera Christine Piffaretti dijo que tanto a ella como a su hija les gustó el ambiente pacífico del evento y la amabilidad de los practicantes, y que era difícil imaginar que el PCCh pudiera perseguir a estas personas, especialmente con el horrible crimen de la sustracción forzada de órganos.

Además, dijo que los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia son valores universales. Son importantes en todas partes y en todo el mundo, no solo en China.

Otras personas animaron a los practicantes a seguir con el buen trabajo y algunos firmaron peticiones para apoyar los esfuerzos. Impresionada por el ambiente de paz y tranquilidad, una mujer dijo que le gustaría aprender los ejercicios. También dijo que nuestra sociedad necesita los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia.

La gente firma la petición que pide que se detenga la persecución en China.

Una mujer dijo que es demasiado trágico que el PCCh persiga a un grupo de personas que pretenden mejorar su salud y convertirse en mejores ciudadanos. El gobierno suizo no debería seguir manteniendo relaciones comerciales con un régimen que viola los derechos humanos.

Ejercicios en grupo de los practicantes de Falun Dafa.

El PCCh ha sustraído órganos para obtener beneficios, dijo un transeúnte. Es hora de que los ciudadanos suizos abran los ojos, despierten a la realidad y dejen de hacer negocios con un régimen así.

Otra persona dijo que en China no hay libertad de creencias ni de pensamiento. Y el PCCh censura incluso Internet. Lo que el régimen quiere es controlar la mente de las personas e imponer la ideología comunista. Animó a los practicantes de Falun Dafa a continuar con sus esfuerzos hasta que la persecución llegue a su fin.

La gente hace preguntas y firma peticiones para apoyar a los practicantes.

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