(Minghui.org) Soy una practicante de Falun Dafa, tengo 60 años y vivo en Calgary, Canadá. Iniciamos la petición “Poner fin al PCCh” en septiembre del 2020 y me gustaría compartir algunas de mis experiencias de cultivación durante el camino. Si encuentran algo inapropiado, por favor señálenlo con compasión.
Saliendo de mi zona de confort
Solo sé unas pocas frases en inglés como “Hello” y “Thank you”. Mi barrera al idioma fue la primera tribulación que tuve que superar mientras recogía firmas. No tenía confianza y a menudo me limitaba a poner los carteles en el parque y dejar que la gente firmara la petición por su cuenta. No hubo mucha gente que firmara la petición y empecé a preguntarme si yo era capaz de recoger firmas. Me animé y comencé a hacerlo.
Me armé de valor y salí de mi casa. Justo cuando salía, tropecé y me caí al suelo. Me costó mucho levantarme por el dolor y sentía que no podía andar. ¿Por qué las cosas no me resultaban fáciles? Quería volver a casa y ya no recoger firmas. No obstante, tuve un segundo pensamiento: “¿No es esto ceder ante las viejas fuerzas? Esto era una tribulación que debía superar. Aguanté el dolor y seguí caminando. Ese día recogí un total de setenta firmas. Al final del día cuando me quité los zapatos, me quedé atónita. Tenía el pie hinchado y cubierto de moretones de color negro y púrpura. Durante los siguientes días no me quedé en casa, en lugar de eso, seguí recogiendo firmas para salvar a más seres conscientes.
Me iluminé a que el Maestro soportó mucho por mí. Comencé a mirar a dentro y pensar en el proceso de cultivación entre mi esposo y yo durante la última década. Al principio, ambos nos guiábamos por los principios de Dafa de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Cuando encontrábamos problemas, mirábamos adentro, encontrábamos nuestros apegos y eliminábamos nuestros pensamientos negativos. Después de un tiempo, comenzamos a aflojar y a acusarnos el uno al otro y ambos nos sentíamos incómodos con la presencia del otro. A veces pensaba con tristeza: “¿Realmente tengo tanto yeli? ¿Cuándo acabará esto?”. Me sentí desesperada y confundida. No podía encontrar la raíz de mis problemas. Cuando recogía firmas nada salía como estaba planeado. Después de la caída, comencé a mirar adentro seriamente y encontré muchos apegos.
Pensé en lo que una vez dijo el Maestro.
El Maestro dijo:
“Mientras te cultivas, considera tus sufrimientos, golpes emocionales, interferencias a tu xinxing y demás, como cosas buenas. Si consideras todos tus sufrimientos, tus tribulaciones demoníacas, y demás de ese tipo de situaciones por las que pasas como cosas malas, entonces eres una persona común” (Enseñando el Fa en la conferencia de Nueva York 2008, Colección de enseñanzas del Fa, Vol. VIII).
Un día, después de comer, comencé a compartir mis experiencias con mi esposo. Ambos admitimos nuestros apegos y me iluminé a que mientras tengamos el corazón de mirar adentro, el Maestro dispondrá una oportunidad para nosotros. ¡Los nudos que habían estado enterrados en mi corazón durante 10 años se desataron en un solo día! Mi esposo me animó y me dijo: “Ve a recoger firmas y no te preocupes por nada, cuando vuelvas preparé la comida”. Esto me emocionó.
El invierno en Calgary es muy frío. Después de contemplar el vasto paisaje cubierto de nieve, sentí que prefería quedarme en casa con el calor. Miré por la ventana y al ver toda esa nieve, empecé a sentirme perezosa. Pensé: “Es imposible salir fuera”. Aunque salió el sol por la tarde, seguí sin querer salir. Me senté y comencé a leer una experiencia escrita por una practicante de China. Esta practicante compartió sobre cómo perseveró en esclarecer la verdad a pesar de las estrictas medidas de seguridad durante la pandemia. También animaba a los demás practicantes a repartir materiales de aclaración de la verdad y salvar a seres conscientes. Leer el artículo me aportó mucho. Pensé: No estoy en un entorno maligno como esta practicante en China. ¿Por qué no puedo soportar el frío? Me puse alguna capa extra de ropa y salí. Conseguí recoger 60 firmas en dos horas. Aunque el tiempo era frío, me sentí muy feliz en el fondo de mi corazón.
Historias conmovedoras con seres sensibles
Tuve muchas experiencias conmovedoras durante los últimos dos meses y me gustaría compartir algunas de ellas.
Aunque no hablo inglés, recordé una parte de la conferencia del Maestro.
El Maestro dijo:
“El Fa rectifica el cosmos
La compasión puede disolver Cielo y Tierra y traer la primavera
Los pensamientos rectos pueden salvar a la gente en el mundo"
Siempre era compasiva y mantenía una sonrisa en mi cara cuando invitaba a las personas a firmar la petición. Cuando alguien acaba de firmar, levanto mi mano apuntando al cielo y digo que el cielo nos está protegiendo. Muchas personas entendían lo que les decía y expresaban su agradecimiento. Algunos mostraban su pulgar hacia arriba mientras que otros ponían sus palmas juntas en heshi. Encontré varios estudiantes universitarios, una vez que firmaron la petición uno de ellos incluso se arrodilló delante de mí y puso sus palmas juntas. Me emocioné mucho desde el fondo de mi corazón y sabía que su parte divina estaba jugando su papel.
Un día mientras leía Colección de enseñanzas del Fa, me encontré con esta sección del Fa del Maestro. El Maestro dijo:
"Muchos occidentales no han sido dañados por el veneno del perverso Partido, y bajo esas instancias puede que la persona aparente ser un poco indiferente, eso no es un problema. En cuanto a los Nueve Comentarios, en este momento son un paso importante para salvar a la humanidad. Quizás, en la próxima etapa, cada persona en esta Tierra deberá pronto demostrar cuál es su postura sobre si quieren que exista o no el perverso Partido. Cada persona deberá elegir su futuro" (Exponiendo el Fa en el Fahui Internacional del Oeste de los Estados Unidos, Colección de enseñanzas del Fa, Vol. VII).
Pensé: “¿Se está refiriendo el Maestro al presente? Los seres conscientes deben firmar la petición y elegir. ¿No están definiendo su propio futuro?”. Después de estudiar el Fa, creció mi confianza a la hora de recoger firmas.
Una vez estaba en una cancha de baloncesto y vi a siete estudiantes jugando a baloncesto. El padre de uno de ellos estaba sentado en una silla de ruedas, le sonreí y le pedí que firmara la petición. Después de firmarla, llamó a su hijo para que viniera a firmar la petición. Para mi sorpresa todos los estudiantes también vinieron a firmar la petición. Dos niños de alrededor de 10 años, levantaron la vista y me sonrieron mientras juntaban las palmas de las manos. Algunos chicos mayores dijeron: “Acabemos con el PCCh”. Me emocioné mucho.
El invierno es duro y frío en Calgary. Durante el invierno las temperaturas pueden llegar a los diez o veinte grados bajo cero, y a veces incluso a los treinta o cuarenta bajo cero. Una vez había unos veinte grados bajo cero y se acercó un hombre para firmar la petición. Dijo algo de forma rápida pero no fui capaz de entenderlo. Se fue apresuradamente y unos instantes más tarde volvió con un vaso de té con leche caliente. Le dije que no lo tomaría y que le pagaría por ello. El no quiso ningún dinero y se fue. Me emocionó mucho. No obstante tenía las manos ocupadas con la hoja de firmas y el bolígrafo, por lo que tuve que regalar el té. Además no solía comer o beber mientras estaba fuera recogiendo firmas. Tengo un bolígrafo extra en la manga y los voy cambiando ya que a veces estos dejan de funcionar por el frío.
He tenido muchos encuentros breves con seres conscientes. Los practicantes de Calgary han recogido un total de cuatro mil cuatrocientas firmas desde mediados de septiembre del año pasado. Yo pude recoger mil quinientas. Esto no es para alardear de mi capacidad, quiero transmitir el mensaje de que para alguien como yo, que no habla inglés, mientras ponga el corazón en las cosas y persista en lo que hago, podré lograrlo. En realidad, solo me limito a mover mis extremidades y mi cuerpo, el trabajo real es hecho por el Maestro. El Maestro lo arregló todo para que las personas predestinadas vengan a mí.
El Maestro dijo:
“La cultivación depende de uno mismo, el gong depende del shifu” (Primera Lección, Zhuan Falun).
He aprendido a estudiar bien el Fa y a tener una mente recta e inquebrantable. La primera vez que comencé a recoger firmas estaba llena de apegos. Muchos seres conscientes comenzaban a mirar los materiales de aclaración de la verdad y no firmaban la petición. Afloraron mis apegos al agravio, al rencor y la sensación de que las cosas eran injustas. Aunque me sentí agraviada tenía que dar las gracias! Eliminé muchos apegos, como a guardar las apariencias, ser perezosa y esperar estar cómoda para salvar a seres conscientes. Los seres conscientes tendrán esperanza mientras haya practicantes de Falun Dafa. Cuando me encuentro con personas que desean firmar la petición, les digo en voz alta “Gracias, Gracias!”, para provocar que la gente de alrededor tenga el deseo de firmar. Si me encuentro con personas que no desean firmar, les digo en voz baja “gracias” y me aseguro de que el que no hayan firmado no afectará a las personas de alrededor. Eso es a lo que me he iluminado.
Muchas personas me han ayudado a mejorar y otras incluso me han animado. Todas esas son cosas buenas. Los practicantes que tengan tiempo deberían dar un paso adelante para recoger firmas. No debemos preocuparnos por los resultados, el Maestro solo mira nuestros corazones.
No queda mucho tiempo, durante el último estrago, debemos hacer todo lo que podamos. Mientras sea el periodo de la rectificación del Fa debemos seguir eliminando nuestros apegos y salvar a seres conscientes.
Por favor señale de forma bondadosa aquello que no esté en línea con el Fa.
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Categoría: Aclarando la verdad