(Minghui.org) Escribo este artículo para compartirlo con los practicantes y para advertirme que debo recordar la lección que aprendí. Espero que otros practicantes de Falun Dafa no sean como yo. Traté mi cultivación con demasiada ligereza y me causé tribulaciones, lo que interfirió con el camino de cultivación que el Maestro Li Hongzhi dispuso para mí.
Soy el tipo de persona que le gusta aprender sobre las cosas. Después de que empecé a practicar Falun Dafa, mi mente cambió gradualmente, y ya no me gustaban las cosas modernas. Empecé a aprender sobre la cultura tradicional china. Sentí que, como se había transmitido durante muchas generaciones, era valiosa y la gente de entonces era buena. Así que empecé a estudiarla y no caí en la cuenta del principio “no hay una segunda vía de cultivación”. En otras palabras, pensé que lo que estaba haciendo no era ‘gran cosa’. Este apego fue creciendo poco a poco.
Hace varios años, la cultura tradicional china se convirtió en un tema de moda y había muchas clases disponibles. Un amigo me presentó una empresa que ofrecía esas clases. Se decía que el director era un practicante de Dafa.
Sin embargo, descubrí que esta empresa no era mejor que cualquier otra. La gestión era un desastre, las finanzas no eran buenas y las clases se impartían a menudo en las casas de los alumnos. Algunos padres de los alumnos tenían mucho interés en obtener beneficios y estaban involucrados en el negocio, y a la empresa le gustaba contratar a jóvenes atractivos.
Al final, la empresa no consiguió nada y acabó siendo vigilada por la comisión de asuntos políticos y jurídicos. Se les inspeccionó con frecuencia y acabaron cerrando.
Debería haber aprendido la lección de lo ocurrido, pero no lo hice. Recientemente, perdí ingresos debido a la pandemia, así que decidí dar clases. Al pensar en qué enseñar, volví a tomar un camino destinado al fracaso.
Preparé un conjunto de lecciones de Confucio y fui a alquilar un aula. Mientras discutíamos el alquiler, el propietario alquiló la mitad del local a otro profesor de cultura tradicional. Mi instinto me decía que estaba haciendo algo mal, pero no podía averiguar exactamente qué era.
Esa noche tuve un sueño muy claro. Me llevaban a lo que parecía el amplio vestíbulo de un restaurante. Había carteles con caracteres chinos en la puerta, así como un altavoz que emitía constantemente "Namo Amitabha". Cuando oí las palabras, supe que no quería escucharlas, pero no se lo especifiqué claramente a nadie.
Alguien con traje me dio entonces una lista que me pareció repugnante. Dije: "¿Esto no es una casa de baños?". En realidad, no he estado en un lugar así ni me he planteado ir a uno. Mientras caminaba con la persona del traje, vi hombres y mujeres de todas las edades que parecían ser huéspedes. Todos llevaban ropa normal de cintura para arriba y algunos tenían un aspecto muy respetable. Sin embargo, les faltaba la entrepierna de los pantalones. Actuaban como si esto fuera normal y no parecía importarles en absoluto.
Me condujeron a una larga mesa de comedor, pero no había platos ni tazones. Toda la comida se había volcado sobre la mesa en un gran desorden. Había mucha gente sentada a la mesa y todos me miraban. Tomé asiento y vi a una mujer a mi izquierda que era algo bonita pero no joven. En cuanto me senté, me sonrió e insistió en sentarse en mi regazo. Al final, no pude controlarme y cedí a la tentación de la lujuria.
Me enfadé conmigo cuando desperté e inmediatamente me di cuenta de que el sueño era una manifestación de mis antiguos problemas con la lujuria y de no tener cuidado con “no hay una segunda vía de cultivación”. Las viejas fuerzas se aprovecharon de mí porque rara vez miraba en mi interior para examinar mi comportamiento. ¿Acaso esas "personas" del sueño no estaban allí para hacerme daño? Pero no tuve la menor intención de negarme a seguir sus arreglos. ¡Esto reveló una brecha tan grande en mi cultivación!
En los últimos dos días, he enviado pensamientos rectos con frecuencia y he tratado de profundizar y reflexionar sobre mis fallas. Inmediatamente dejé de prepararme para dar clases. También me iluminé a que el Maestro Li tiene arreglos para cada uno de nosotros, y no podemos simplemente seguir nuestros apegos y desbaratar nuestro camino de cultivación. Debemos limitarnos a hacer bien nuestros trabajos comunes.
En cuanto al futuro, estoy seguro de que la sociedad humana volverá a la cultura y los valores tradicionales. Sin embargo, puede que no sea como lo imaginamos y que no preserve las culturas históricas que existieron en el pasado.
Espero que mi experiencia pueda ayudar a despertar a otros practicantes que muestran un real interés en aprender sobre la cultura tradicional.
No creo que sea conveniente que alguien que no es educador profesional se ponga a enseñar estos temas. Incluso los eruditos en el tema deben tener cuidado. Ya sea en China o en otras partes del mundo, todas las diferentes instituciones de la sociedad tienen cosas malas. Debemos ser capaces de discernirlas.
Los que tienen conocimientos y quieren enseñar la cultura tradicional, deben tener una mente clara y ser responsables tanto de los demás como de sí mismos.
Este es mi entendimiento en el estado actual de comprensión en el que me encuentro. Si algo es inapropiado, por favor, señálenmelo.
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Nota del editor: El artículo representa únicamente la opinión del autor y está destinado a compartir entre los practicantes según la enseñanza del Fa: “…comparte en el aprendizaje y comparte en la cultivación…” (Cultivación sólida, Hong Yin).
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Categoría: Mejorándose uno mismo