Salvando a las personas del sistema judicial y policías que participan en la persecución

(Minghui.org) A menudo, las tribulaciones surgen cuando uno ha aflojado en la cultivación, permitiendo que los seres malignos se aprovechen de las brechas de uno y causen problemas. Cuando las tribulaciones aparecen inesperadamente, es una prueba para ver si uno puede hacerlo bien, lo que depende del propio estado de cultivación, si uno ha estudiado el Fa y lo ha puesto en práctica.

Una tribulación aparece repentinamente

Una mañana temprano, varios policías se presentaron en mi casa diciendo que eran de la oficina 610. Uno me dijo que tenía que ir a la comisaría para responder a algunas preguntas, mientras los otros registraban mis bolsos, escritorios y los libros de Dafa en los estantes. No estaba preparado para una irrupción repentina. Aunque envié pensamientos rectos, era obvio que mis pensamientos rectos no eran fuertes.

Las palabras de Shifu vinieron a mi mente:

“Por supuesto, no se te avisará antes de que la tribulación o el conflicto aparezca, porque si se te cuenta todo, ¿qué xiulian harás? Esto tampoco sirve. El conflicto frecuentemente aparece de repente, solo entonces puede probarse el xinxing del hombre, hacer que el xinxing del hombre obtenga la verdadera elevación y ver si alguien es capaz o no de preservar el xinxing, solo así uno puede darse cuenta; por eso, cuando aparece un conflicto, no existe por casualidad” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

Siempre guardé resentimiento hacia los policías tras haber sido encarcelado y perseguido. Cuando noté la mirada engreída de un joven policía, sentí que estos oficiales eran muy lamentables: estaban envenenados por las mentiras y la propaganda del PCCh, y estaban siendo controlados por el mal, pero no lo sabían.

Recité en silencio el Fa de camino a la comisaría y envié pensamientos rectos. Poco a poco me fui calmando. En un tono pacífico, les conté a los agentes en el auto la verdad sobre Falun Dafa. Les dije que Zhou Yongkang y Li Dongsheng, los antiguos jefes de la oficina 610, están en prisión, y que la persecución a Falun Dafa era insostenible y que la oficina 610 se desintegrará pronto. Les pedí que eligieran un futuro brillante para ellos.

Lo que dije al parecer logró tocar sus corazones, y se veían avergonzados. Me di cuenta que habían pensado en eso y se sentían incómodos en el fondo de su corazón.

Aunque algunos de los factores malignos que los controlaban se eliminaron cuando les aclaré la verdad, no pude anular por completo la persecución y fui detenido durante 15 días.

Oponiéndome a la persecución usando la ley

Después de regresar a casa del centro de detención, compartí mis entendimientos con los practicantes sobre cómo me defendí usando el reglamento de la ley de reconsideración administrativa.

Hubo muchos problemas con las supuestas "pruebas" que se utilizaron para detenerme. El lugar donde la persona me denunció no coincidía con el lugar donde me tomaron las fotos las cámaras de vigilancia. Estaban muy lejos el uno del otro y las horas no coincidían.

Me acogí a la ley de reconsideración administrativa para aclarar la verdad. Sin embargo, mi objetivo no era saber si las "pruebas" que se usaron contra mí eran erróneas, sino resaltar que era ilegal detenerme solo porque sospechaban que había distribuido material informativo de Dafa.

Algunos practicantes me apoyaron, mientras que otros se opusieron a mi enfoque. Los practicantes que no estaban de acuerdo conmigo pensaban que la ley de reconsideración administrativa solo conduciría a dos resultados: o me arrestarían o se negarían a aceptar mi caso.

Después de estudiar el Fa, me di cuenta de que la ley de reconsideración administrativa no era más que otra forma de esclarecer la verdad y tratar de detener la persecución. El propósito era salvar a los policías, procuradores y demás personas que trabajan en el sistema judicial. Mientras mi intención fuera buena, las cosas irían bien.

Terminé de redactar el formulario de reconsideración administrativa con la ayuda de los practicantes. Me enfoqué en enfatizar que la persecución a Falun Dafa era ilegal, más que en asegurar que las "pruebas" que se usaron en mi contra eran erróneas.

Debemos salvar a los policías, a los procuradores y a los que trabajan en los tribunales

Tenemos que ser compasivos para salvar a la gente y eliminar nuestras nociones humanas.

"La compasión puede disolver Cielo y Tierra y traer la primavera…”. (El Fa rectifica el cosmos, Hong Yin II)

Los practicantes de Dafa no tienen enemigos. Es un crimen perseguir a los practicantes. Los policías que participan en la persecución son los más lamentables, porque están engañados por las mentiras del PCCh. Tenemos que salvarlos. Decirles la verdad es para tratar de evitar que cometan más crímenes.

Fui al departamento de policía y entregué el formulario de reconsideración administrativa a la persona de la recepción. Cuando vio que se trataba de Falun Dafa, levantó las cejas y me habló con dureza. No me sorprendió y le pedí con calma que leyera lo que estaba escrito en el papel. Lo tomó de mala gana y lo leyó. La expresión de su rostro experimentó sutiles cambios y se tranquilizó mientras yo enviaba en silencio pensamientos rectos para eliminar las viejas fuerzas que lo controlaban.

Le dije: "Fui a la recepción a entregar el formulario de reconsideración administrativa, pero me dijeron que tenía que mostrar una notificación de detención antes de poder aceptar mi caso. Ni mi familia ni yo hemos recibido una notificación de detención. Sé que esta notificación se debe emitir desde aquí".

Llamó a la división de seguridad interna y dijo por teléfono: "Si no emiten un aviso de detención administrativa, ¿cómo puede él presentar una reconsideración administrativa?". Después de colgar el teléfono, me dijo que tendría que esperar unos días para recoger la notificación.

El departamento de policía envió la notificación de detención administrativa a la comisaría donde yo vivía. Cuando fui a recogerla, el funcionario responsable del registro de la vivienda me preguntó por los detalles del incidente. Aproveché la oportunidad para aclararle la verdad. Otros policías se reunieron alrededor y escucharon. Cuando supieron que estaba haciendo un trámite de reconsideración administrativa y que necesitaba una notificación de detención administrativa, hicieron inmediatamente una copia de la notificación, le pusieron un sello y me la entregaron.

Después de estar completamente preparado, envié pensamientos rectos y fui al edificio del gobierno del distrito para presentar el formulario de reconsideración administrativa. El empleado de la recepción lo leyó detenidamente y dijo bruscamente: "No puedo aceptarlo". Cuando le pregunté por qué, me contestó: "Habla de una indemnización, pero no ha mencionado la cantidad que busca".

Sabía que buscaba una excusa para rechazarlo. Pensé que no podía quedarme atascado en algunos detalles menores, e inmediatamente contesté: "Puedo eliminar esa parte".

No encontró ninguna otra razón para rechazarlo, y lo aceptó de mala gana. Le conté mi experiencia de haber sido agredido y perseguido a causa de mi fe. Le dije: "Espero que pueda ser justo y equitativo". Pareció cambiar su actitud hostil original y dijo: "¡No se preocupe! Nos encargaremos de esto de acuerdo con las leyes y reglamentos pertinentes. Puede irse a casa y esperar la notificación".

Una semana después, recibí una notificación diciendo que podía proceder a "comprobar" parte de los expedientes de reconsideración.

Aunque el proceso de comprobación era relativamente de procedimiento, fue una valiosa oportunidad para aclarar la verdad cara a cara a los funcionarios del gobierno. Mi objetivo no era saber si las "pruebas" eran suficientes, ni cambiar la resolución anterior. Mi intención era demostrar que la persecución a Falun Dafa estaba mal y que la persecución es ilegal.

A través de este proceso noté un cambio gradual de actitud. Al principio, solo aceptaron que copiara a mano parte del contenido del expediente. Más tarde, me dijeron que podía tomar fotos de los archivos con mi teléfono. Era evidente que se habían vuelto más amables conmigo. Al final, uno de ellos dijo: "Si las pruebas actuales pueden demostrar que estaban equivocados, les pediremos que presenten más pruebas".

Después de ordenar las fotografías, obtuve un registro completo y detallado de todo el proceso de la persecución en mi contra, que más tarde me permitió escribir una carta en la que se detallaba todo lo relevante a los departamentos y al personal correspondiente.

Al reflexionar acerca de la persecución que sufrí, me di cuenta de que no prestaba atención a la seguridad y que todavía tenía muchos apegos, como mentalidad competitiva, el apego a hacer cosas, resentimiento, etc. También me demostró que no era diligente en el estudio del Fa, y no había negado completamente la persecución.

Mejorarme escribiendo cartas a las personas correspondientes

Escribir cartas al personal correspondiente también fue una oportunidad para mejorar mi cultivación, especialmente al escribir con benevolencia una carta a la persona que me denunció a la policía. Cuando revisé la carta, descubrí que aún estaba el resentimiento. Me sorprendió descubrir que todavía guardaba resentimiento después de tantos años de cultivación.

Ahora que lo había descubierto, debía deshacerme de él. Decidí reescribir la carta. Mientras la reescribía, me sentí triste por aquellos que han sido envenenados por las mentiras y la propaganda del PCCh. Me dije que estaban esperando que les contara la verdad. Solo podrían salvarse cuando supieran la verdad y se deshicieran de los malos pensamientos en sus mentes. Sentí la urgencia de aclararles la verdad. Cuando terminé de reescribir la carta, descubrí que era más sincera.

Los policías que me arrestaron eran de otro distrito, lejos de donde yo vivía, y los libros de Dafa que me confiscaron estaban guardados en esa comisaría. Esto hizo que fuera muy difícil recuperarlos.

Tardé mucho tiempo en llegar, y cuando llegué, no pude ver al policía que necesitaba. Incluso cuando finalmente me reuní con él, no quiso hablar conmigo. Me pasaba a otros departamentos o simplemente me decía que su jefe le había ordenado que no me devolviera los libros. En este proceso, me esforcé por contarles todo lo posible sobre Dafa para que cada uno de mis viajes valiera la pena.

Sin embargo, me desanimé después de visitarlos varias veces sin que me devolvieran ningún material, y quise rendirme.

Shifu dijo:

“En la cultivación, las dificultades no son el reto mayor. Las dificultades pasan rápidamente, y si no se maneja bien, igualmente luego uno tendrá las cosas en claro. Lo que es más difícil es mantenerse consistentemente disciplinado cuando parece no haber esperanza, eso es lo más difícil”. (Enseñando el Fa en la reunión de NTDTV).

No fue tan difícil para mí cuando pienso en eso. Me costó varios viajes, pero los policías me escuchaban, haciendo que valiera la pena.

El policía con el que más hablé al inicio se volvió más comprensivo y su actitud fue cambiando poco a poco. Prometió volver a hablar con su supervisor. Más tarde me dijo que fuera a su oficina. Cuando llegué, me llevó al despacho del jefe. El jefe me pidió amablemente que me sentara.

Supe que quería escuchar la verdad, así que le hablé de la apelación pacífica del 25 de abril de 1999 y del comienzo de la persecución el 20 de julio de ese año. Me escuchó atentamente.

Me dijo que él también tenía fe y que creía en el marxismo. Le pregunté: " ¿Qué sabe de Marx?". Entonces, empecé a decirle: "El Manifiesto Comunista decía al principio: 'Un espectro acecha Europa: el espectro del comunismo'". No me interrumpió y escuchó con atención. Puede ser que nunca hubiera escuchado tal hecho. En ese momento me sentí lleno de pensamientos rectos, y hablé de forma natural y metódica, así que no se sintió ofendido.

No sabía cuánto tiempo había pasado, entonces el jefe se levantó y se dirigió al policía que se ocupaba de mi caso, y le susurró al oído. Entonces, el agente me devolvió todos los libros de Dafa que me habían confiscado y otros objetos.

Sé que estas dos personas tomaron la decisión correcta después de entender la verdad sobre Dafa. Me alegro mucho por el brillante futuro que eligieron para ellos.

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