Practicante de ocho años: Shifu siempre está a mi lado

(Minghui.org) Soy una practicante de Falun Dafa de ocho años, y vivo en los Estados Unidos. Empecé a asistir a los Fahui cuando mi madre estaba embarazada de mí.

Cuando pude, estudié el Fa, practiqué los ejercicios, y también leí de 5 a 6 páginas de Zhuan Falun cada día con mi madre. Recientemente, intenté hacer la posición de cruzado doble mientras meditaba y memorizaba el Fa. Alternaba los ejercicios de pie y sentada cada día durante una hora. Es la primera vez que escribo una experiencia de cultivación.

Una artista necesitaba hacerme unas fotos para su cuadro. En el cuadro, los policías intentan detener y llevarse a la madre de una niña pequeña. La nenita llora e intenta agarrarse a las piernas de su madre.

Sin embargo, cuando la artista empezó a hacerme fotos, no pude llorar para la cámara. Otra practicante me sostuvo en sus brazos y me dijo: "Eres una pequeña discípula de la Dafa. Esta es tu oportunidad de validar el Fa. Tienes que llorar". Parecía que había entendido y me puse a llorar inmediatamente. Después de tomar las fotos, ella dijo: "Bien, no necesitas llorar más". Dejé de llorar al instante y volví a jugar.

Cuando tenía cinco años, quise ir con mi madre al aeropuerto para esclarecer la verdad. Había un espacio libre en el coche, así que mi madre me llevó con ella. Me sentí muy feliz. Recitamos Lunyu del Maestro y enviamos pensamientos rectos en el camino. Cuando llegamos, me puse al lado de mi madre mientras sostenía un cartel de aclaración de la verdad, ella aclaraba la verdad a la gente de China. Vi a una joven de mi edad caminando hacia mí. La niña empezó a hablar conmigo y mi madre aprovechó la ocasión para aclarar la verdad a su madre y la ayudó a renunciar al partido comunista chino (PCCh) y sus organizaciones juveniles. Mi madre dijo que estaba predestinado que yo conociera a la niña. De vuelta en el coche, me quedé dormida y tuve un hermoso sueño. No me sentía nada cansada.

Una vez mi madre dijo que estaba un poco cansada y que no sabía qué cocinar. Justo en ese momento, otra practicante llamó por teléfono y dijo que había hecho albóndigas para que comiéramos. Sabía que el Maestro nos estaba animando.

En otra ocasión me puse los patines y salí a la calle. No había nadie en la calle y empecé a patinar muy rápido. Patiné cada vez más rápido e hice algunos giros técnicos y me sentí muy bien. Mientras patinaba cada vez más rápido, no me di cuenta de que había una zanja. Era demasiado tarde para frenar, perdí el control y me caí. Mis rodillas derraparon durante casi medio metro. Las dos capas de pantalones que llevaba tenían dos grandes agujeros alrededor de las rodillas. Mis rodillas estaban completamente bien excepto por tres pequeñas manchas rojas y mis piernas no me dolían. Le dije al Maestro: "¡Gracias, Maestro! Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno".

Recientemente, traté de hacer un experimento poniendo una cuchara sobre el fuego y enjuagándola bajo el agua fría. Accidentalmente me quemé los labios con la cuchara y se me formó una gran ampolla. ¡Fue realmente doloroso! No me atreví a decírselo a mis padres porque sabía que me habían dicho que no jugara con fuego. Cuando llegó la hora de cenar, mi madre me sirvió un vaso de agua caliente. El agua caliente me quemó aún más la ampolla. Mi padre culpó a mi madre de la ampolla que tenía en los labios. Aun así, no les dije la verdadera razón por la que me había salido la ampolla.

Al día siguiente me dolía tanto que estaba incómoda y no podía quedarme quieta. Mi madre me sugirió que hiciera la meditación sentada. No me di cuenta de que el Maestro me dio una pista a través de mi madre, así que no medité sino hasta la noche. Después me acosté. La ampolla se secó al día siguiente de contarle a mi madre la verdad.

El Maestro dijo:

"Para un cultivador, mirar hacia adentro es una herramienta mágica" (Enseñando el Fa en el Fahui Internacional de Washington DC 2009, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. IX).

Al mirar hacia adentro, encontré muchos apegos como ser perezosa, demasiado juguetona y no decir la verdad. Prestaré atención a la cultivación desde el interior y agradezco la protección benevolente del Maestro.

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