(Minghui.org) Bajo el compasivo arreglo de Shifu, pasé unos meses con una compañera practicante el año pasado. Fue muy difícil para mí. Afortunadamente, bajo la guía de Shifu, y al pasar repetidamente pruebas y tribulaciones, constantemente atravesé niveles y obtuve una mayor comprensión de los principios del Fa. Al recordar esas dolorosas y difíciles situaciones, veo lo valiosas que son y estoy agradecida.

Me quedé con una practicante nueva y tuvimos desacuerdos y fricciones intensas y desgarradoras durante ese tiempo. El ambiente también me resultaba extraño. Fue el proceso de cultivación más doloroso que había experimentado. En mi opinión, era la persona más difícil de tratar porque había estado muy contaminada en la gran tina de tintura de la sociedad común. Me sentí así debido a mi yeli, mis nociones y envidia.

Por ejemplo, ella cocinó un día. Cuando fui a la cocina vi un desastre y comencé a limpiarla, a la vez que me tragaba sentimientos de ira, angustia, juicio, etc.

Gracias por brindar apoyo a nuestra cultivación

Después de calmarme y salir de la situación, descubrí que las personas que nos rodean y nos hacen sentir enojados, heridos, despreciados y contrariados, son quienes verdaderamente nos apoyan en nuestros caminos de cultivación hacia la divinidad.

Con frecuencia quedamos profundamente atrapados en estas falsas ilusiones que ocurren en nuestras interacciones con otras personas, o incluso con compañeros practicantes. Ellos son como actores, desempeñando sinceramente sus roles para provocar emociones como tristeza, preocupación, dolor, cariño, gozo, etc. Nos empujan hacia adelante en nuestros caminos de cultivación para convertirnos en seres superiores. Sin embargo, a menudo quedamos atrapados en la trama, siempre mirando las deficiencias de los demás, quejándonos de los otros, alterados y resentidos.

De hecho, desde un punto de vista fundamental, no han sido esas personas las que realmente nos han hecho sufrir, sino los pensamientos, las nociones, los diversos apegos humanos, las emociones, etc., son los que nos hacen sufrir. El egoísmo del viejo universo manipula la parte que no hemos cultivado bien para mostrarla, y son esas cosas las que mueven nuestros corazones.

Al cambiar nuestras nociones y mirar el asunto de manera racional, en realidad las personas y cosas que nos rodean son las que desencadenan todos los elementos negativos que no hemos cultivado y hacen que se expongan nuestras deficiencias. Sin jugar su papel en el drama de la vida y acompañarnos en la senda de la cultivación, ¿cómo podríamos reflexionar sobre nosotros mismos desde la trama, encontrar nuestras deficiencias, analizar las causas fundamentales y asimilarnos al Fa?

Estoy profundamente agradecida por los arreglos compasivos e infinitamente sabios de Shifu, que me dan oportunidades en la cultivación y el ambiente para mejorar a través de diferentes niveles y todo tipo de tribulaciones. Todo eso me ayuda a salir de la humanidad y avanzar hacia la divinidad. También estoy agradecida con todos los compañeros practicantes que han caminado conmigo y me han ayudado. Aquellos que me aconsejaron, apoyaron e incluso me impulsaron hacia arriba, a hacer bien las tres cosas. Ayudémonos unos a otros y recorramos juntos el último tramo de nuestro camino.

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Nota del editor: El artículo representa únicamente la opinión del autor y está destinado a compartir entre los practicantes según la enseñanza del Fa: “...comparte en el aprendizaje y comparte en la cultivación…” (Cultivación sólida, Hong Yin).

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