(Minghui.org) ¡Saludos Maestro! ¡Saludos compañeros practicantes!

Mis padres y yo empezamos a practicar Falun Dafa en 1996. Después de empezar a practicar, mis enfermedades, como fiebre, dolores de muelas y desmayos, desaparecieron, y me convertí en una de las pocas personas sanas entre mis colegas. La gente que me rodeaba decía: "No sabemos nada de Falun Dafa, pero tu salud mejoró tanto, ¡debe ser bueno!".

Fui interrogada ilegalmente, vigilada y despedida de mi trabajo tras el inicio de la persecución en 1999. Tropezando en el camino, experimenté la alegría de obtener el Fa y mejorar mi xinxing, el dolor al pasar las pruebas, la reflexión bajo alta presión y la urgencia de salvar a la gente. Cada paso que di en mi cultivación fue con el apoyo y el cuidado del Maestro.

Nuestra familia se mudó a los Estados Unidos en 2018. Poco después de llegar, me uní a un proyecto, y luego a otro. Me gustaría contarles mis experiencias de cultivación durante los últimos dos años.

Cuando empecé a trabajar en el primer proyecto, tuvimos que hacer mucho trabajo físico: reparar edificios viejos, organizar los suministros y limpiar la basura. Nunca había hecho un trabajo manual y fue un reto, tanto físico como mental. Al superar mi miedo a la suciedad, el sufrimiento, el cansancio, el frío y el calor, mi xinxing mejoró. Durante los primeros seis meses, tuve dolores y llagas por todo el cuerpo. Durante el peor periodo, me dolía tanto la espalda que ni siquiera podía darme la vuelta en la cama. Perseveré hasta que mi yeli (karma) desapareció, y después la situación cambió por completo: Mi cuerpo se sentía ligero y lleno de energía, y empecé a disfrutar del trabajo físico.

Eliminando la codicia

Gestioné el almacén durante un tiempo. Además de limpiar, pintar y organizar, también buscaba clavos y piezas utilizables. Al mismo tiempo mi familia acababa de mudarse a una casa vacía, y pensé que me vendrían muy bien algunos clavos. Como había muchos clavos por todo el almacén, pensé que si no fuera por mis esfuerzos, muchos clavos se habrían tirado. Pero me recordaba todo el tiempo que no debía llevarme los clavos a casa: somos discípulos de Dafa en el período de la rectificación Fa, cada uno de nuestros pensamientos y acciones quedan registrados en el cosmos y servirán de ejemplo para los seres conscientes en el futuro. Hay que eliminar cualquier rastro de avaricia y mantener siempre nuestro xinxing, no tomaré nada que no me pertenezca.

Eliminando la mentalidad de mostrarme

Cuando decidí unirme al proyecto, tuve que dejar de lado mi apego al estatus social, a un buen salario y a un entorno de trabajo cómodo. Pensé que al tomar la decisión, había eliminado mi búsqueda de fama o fortuna. Sin embargo, las sustancias seguían existiendo y reaparecían de vez en cuando.

Cuando trabajaba sola, cansada y sucia, de vez en cuando pensaba: "Ojalá alguien pudiera ver lo mucho que estoy trabajando y el sufrimiento que estoy pasando". Por lo general, notaba y eliminaba fácilmente las manifestaciones obvias de esta mentalidad, pero algunas no eran tan evidentes.

En una ocasión, mi jefa me pidió que elaborara una serie de datos. Completé rápidamente la tarea y estaba ansiosa por hacerle saber mi logro. A primera vista, parecía que estaba siendo responsable con mi trabajo, pero en el fondo tenía una mentalidad de mostrarme: quería impresionarla con mi eficiencia. A la hora del almuerzo, finalmente la encontré y le di los datos. Me dijo: "¡Hecho! Estupendo". En ese momento, quise explicarle que había terminado la tarea hacía bastante tiempo, pero me di cuenta de mi mentalidad de mostrarme y no dije nada.

Además, solía contar a los compañeros recién llegados todo el trabajo que habíamos hecho y el sufrimiento que habíamos pasado. Daba a entender que yo sufría mucho más que ellos. La verdad es que los practicantes que me precedieron sufrieron aún más.

Le dije a mi marido: "En las primeras etapas del proyecto, solo había unos pocos practicantes trabajando. Sufrían mucho y no tenían ingresos. Cuando el proyecto creció y pudo ofrecer sueldos, mucha gente se precipitó a querer ayudar". Me contestó: "Parece que estás un poco celosa. Cada uno tiene su propia misión en diferentes momentos, y todo lo que hacemos, lo hacemos para nosotros mismos". Pensé: "Sí, nuestro esfuerzo inicial tiene como objetivo poner en marcha el proyecto, para que más gente pueda unirse, y las personas tengan mejores salarios. Nuestro objetivo es validar la Fa. Mi marido me ayudó a identificar mi envidia y mi mentalidad de ostentar.

Un joven practicante me dijo una vez: "Cuando practicábamos danza, algunos bailarines se esforzaban mucho sin obtener buenos resultados. Era porque no practicaban bien. Otros bailarines se calman y piensan cuidadosamente en sus movimientos cuando encuentran problemas, y mejoran rápidamente sus técnicas con poco esfuerzo". Sus palabras me hicieron reflexionar. Estamos trabajando en el proyecto de validar el Fa y salvar a los seres conscientes, así que tenemos que rectificar cada pensamiento y acción con los principios de Dafa. Si nuestros pensamientos y acciones son impuros, no tendremos el poder de salvar a la gente. Por lo tanto, en el proyecto, siempre debemos encontrar y rectificar nuestros propios problemas. Solo progresando en nuestra cultivación, podemos cumplir mejor la misión de salvar a los seres conscientes.

Rectificar mi forma de pensar y eliminar las nociones adquiridas

Cuando empecé a trabajar en este proyecto, me costó algún tiempo y esfuerzo antes de poder abrir mi corazón para compartirlo con otros practicantes.

Al haber vivido en China durante muchos años, mi forma de pensar tenía elementos de autoprotección, especulación, ocultar mis intenciones, etc. En cuanto llegué a los Estados Unidos, los compañeros practicantes me dijeron: "En la sociedad occidental, la gente es muy amable y no suele acusar a los demás. A diferencia de la gente de China, hablan con suavidad. A lo mucho, dan recordatorios suaves cuando necesitan señalar algo inapropiado". Así que no decía nada cuando veía que los practicantes a mi alrededor hacían algo incorrecto. En ocasiones, incluso secundaba opiniones que consideraba erróneas para mantener una supuesta "relación amistosa" con los demás. Evitaba los conflictos y sentía que estaba siendo "benévolo y tolerante".

Cuando los compañeros practicantes me señalaban mi sentimentalismo humano, sentía que sí tenía esos apegos.

El Maestro dijo:

“Tú eres un Dafa dizi, cuando alguien tiene un problema, si tú no dices nada, tampoco es bueno para esa persona” (Enseñando el Fa en el Día Mundial de Falun Dafa).

Pero seguía sin saber cómo hacer un avance. Para mí, señalar los problemas de los practicantes era como criticarlos. Podían no aceptarlo y yo me sentiría avergonzada.

Una vez oí a un practicante señalar a otro sus acciones inapropiadas. El problema se lo señaló de forma muy pacífica y racional, sin avergonzar a la otra parte. La otra parte lo aceptó felizmente y le dio las gracias. Pensé en sus palabras y en su forma de actuar con mucha atención y las comparé con las mías. Mi proceso de pensamiento era el siguiente: cuando veía un problema en un compañero practicante por primera vez, lo consideraba un hecho ocasional; si lo encontraba de nuevo, me formaba una idea sobre él. La tercera vez que veía el mismo problema, mi noción sobre la persona se hacía más fuerte, y cuando veía repetidamente su comportamiento inadecuado, desarrollaba pensamientos negativos sobre él. Con estas nociones y emociones negativas acumuladas en mi mente, señalé el problema al compañero practicante. Al hacerlo, me esforcé por ocultar mis emociones negativas hacia él, por lo que mis palabras no tuvieron el poder.

El Maestro dijo:

“Shan es extremadamente poderoso. Es sólo que cuando una persona le dice a otra algo bueno en la sociedad común, ésta siempre expresa sus propios conceptos e incluso se preocupa de que sus intereses personales se vean afectados; quiere protegerse a sí misma. Muchas cosas son agregadas a lo que dice, así que lo que dice se volverá pretencioso, impuro, y generalmente conllevará emoción. Si lo que dices sale realmente de tu corazón sin ningún interés personal, tus palabras realmente tocarán a los demás” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Singapur).

Examiné mis pensamientos en busca de impurezas, reflexioné sobre cómo se formaban y existían esas impurezas, y seguí eliminándolas. Me esforcé por no formar nociones sobre las personas o las cosas al tratar asuntos concretos. Poco a poco, mi mente se fue simplificando.

Pero me preguntaba: ¿qué asuntos debo señalar y de qué asuntos no debo decir nada?

Una practicante me hablaba a menudo de forma grosera y me daba órdenes con frecuencia. Me sentía un poco incómoda, sobre todo cuando esto ocurría delante de otras personas. Aunque sonreía y me esforzaba por cooperar, mi corazón no estaba tranquilo.

Otra practicante me dijo: "¡Es tan grosera contigo!". Sabía que esas palabras iban dirigidas a mis apegos y que debía buscar en mi interior. Después de mucho tiempo, pude ignorar su actitud. Pero empecé a preguntarme: "¿Sabe ella cómo cultivarse? ¿Debo señalar también sus apegos?". Compartí mi pregunta con mi marido. Me dijo: "Si su actitud hacia ti no afecta al proyecto, creo que es una oportunidad para que te cultives". Estuve de acuerdo.

Cuando mi corazón pudo permanecer imperturbable ante su actitud, poco a poco sentí que tal vez ella ni siquiera era consciente de su actitud, y que otras personas tampoco lo eran. Mi reacción debía ser mi apego a escuchar elogios, o mi poca disposición a escuchar palabras groseras, que me hacían sentir incómoda. Los comentarios de la otra practicante solo servían para irritarme psicológicamente, para que pudiera mejorar mi xinxing.

Me di cuenta de que toda la situación se había creado para ayudarme a mejorar mi xinxing y aprender a calmarme y a no dejarme perturbar por las actitudes y emociones de los demás. Una vez que mi mente se calmó, pude ver a través de la apariencia superficial y encontré la razón por la que esto ocurría.

Me he beneficiado mucho al abrirme y compartir con otros practicantes. Me señalaron un problema en mi forma de hablar: me gustaba hacer afirmaciones. Esto me dio la oportunidad de desenterrar las raíces de mis apegos, transformar mis nociones y mejorar mi xinxing.

Por ejemplo, cuando veía que un practicante hablaba con dureza, solía decir inmediatamente: "No eres lo suficientemente benévolo y eres demasiado duro cuando hablas con otros practicantes". En lugar de decir: "Sería mejor que hablaras más suavemente". Cuando veía que los comportamientos de un practicante tenían elementos de la cultura del partido comunista, empezaba diciendo: "Estás seriamente afectado por la cultura del partido comunista". Solía pensar que era un problema de mi forma de hablar, pero luego me di cuenta de que el problema radicaba en mi forma de pensar. No pensaba primero en los demás. Así que, en lugar de hacer una sugerencia sobre cómo se podría mejorar en función de su situación actual, empezaba con un comentario muy negativo, diciéndole a la otra persona lo malo que es su comportamiento. Esta forma de pensar no es compasiva.

El Maestro dijo:

“Practicamos la bondad, tratando a otros con compasión y benevolencia” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Singapur).

Me di cuenta de que tenía otra manifestación de mis nociones adquiridas. Analicé y juzgué las cosas basándome en mis propias experiencias pasadas, y luego llegué a la conclusión de que ciertos resultados ocurrirían definitivamente.

El Maestro dijo:

“Te lo digo de esta manera: si llevas cierta cantidad de energía, las palabras que dices generan efecto. Si algo no es de esa manera, lo volverás de esa manera porque dijiste que será de tal manera, entonces es probable que hagas algo malo” (Sexta Lección, Zhuan Falun).

Aunque estas nociones adquiridas tras el nacimiento no son fáciles de percibir, solo desenterrando las raíces para encontrarlas podemos cultivarlas más eficazmente. Solo eliminando nuestras formas de pensar adquiridas, podemos volver a nuestro verdadero ser. Las palabras y acciones genuinamente amables son manifestaciones naturales de nuestro verdadero ser.

Empecé a trabajar en el almacén de otro proyecto en octubre de 2020.

Una practicante del departamento de marketing tomó prestada ropa para hacer un estudio de mercado. No devolvió la ropa después de mucho tiempo. Mis colegas del almacén me pidieron que se lo recordara constantemente, diciendo que si no se le olvidaría. La practicante de marketing dijo: "Tus frecuentes recordatorios se han convertido en una carga para mí, estás interfiriendo en mi trabajo".

Me pregunté qué debía hacer. Pensando en ello desde la perspectiva de la cultivación, recordárselo era mi responsabilidad, pero no estaba siendo considerada y estaba interfiriendo en su trabajo. No recordárselo era ser irresponsable con mi trabajo. En efecto, ella estaba ocupada y se olvidaba con frecuencia de las cosas. Así que decidí recordárselo después de un periodo de tiempo razonable, pidiéndole que controlara ella misma sus progresos.

Aunque esta cuestión es trivial y parece sencilla, me dio la oportunidad de pensar en formas de resolver problemas. Y lo que es más importante, me dio la oportunidad de aplicar los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia en cada uno de mis pensamientos y acciones.

Han pasado casi tres años desde que llegué a Estados Unidos. Estoy trabajando en el proyecto de todo corazón. Espero que nuestro proyecto mejore rápidamente y salve a más personas. Espero que podamos prestar más servicios a las comunidades locales para poder llegar a más personas y aclararles la verdad. Espero que nuestro proyecto se expanda rápidamente para que los valores tradicionales puedan impartirse al mundo humano y se salve a más gente.

Cada rincón de nuestro lugar de trabajo está lleno de la dedicación y el trabajo duro de los compañeros practicantes. Los discípulos de Dafa han convertido poco a poco las ruinas en un lugar con tanta vitalidad y han preparado el proyecto para su mayor papel en la rectificación Fa del mundo humano. Como una partícula de ella, comparto este gran honor y sus grandes responsabilidades.

Por favor, señale cualquier cosa inapropiada.

¡Gracias, Maestro! ¡Gracias, compañeros practicantes!

(Presentado en el Intercambio de Experiencias de Cultivación de Orange County 2021, Nueva York)

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