(Minghui.org) Hace unos días, mi madre me dijo que mi hermana trabajaba horas extras todos los días, y que ganaba unos miles de yuanes más. El salario de mi hermana ya se consideraba alto para nuestra pequeña ciudad, y ahora con su paga de horas extras, sus ingresos mensuales son de casi diez mil yuanes.

Al oír esta "buena noticia", me sentí inexplicablemente molesto. Me di cuenta de inmediato: ¡envidia! Al mismo tiempo, también me sentí triste por mí. He estado practicando durante tantos años, pero todavía tengo un apego tan sucio a la envidia. Incluso tengo envidia de mi propia hermana.

Cuando llegué a casa, mi mente aún no se había calmado. Sabía que era la envidia manifestándose, y desde que afloró me estaba haciendo sentir mal. Pensé que debía enviar pensamientos rectos para desintegrarla. Sé que la envidia no es mi verdadera naturaleza. Si un ser divino estuviera en esta situación, nunca tendría este pensamiento. Dije en mi mente al Maestro Li, el fundador de Falun Dafa: "¡Maestro, realmente quiero cultivarme bien!". En este momento, el Fa del Maestro apareció en mi mente.

El Maestro dijo:

"La gente común posee lo que persigue la gente común, nosotros no lo perseguimos; aquello que posee la gente común, a nosotros tampoco nos interesa; pero lo que tenemos nosotros no puede ser obtenido por la gente común, por más que quieran" (Novena Lección, Zhuan Falun).

En mi familia somos tres personas, y nuestro ingreso mensual total es de menos de dos mil yuanes. Me pregunté: "No estoy trabajando ahora (debido a un cambio en el sistema de empleo), y pronto estaré oficialmente jubilado. Si me ofrecieran un trabajo que pagara diez mil yuanes al mes, ¿lo aceptaría? Mi respuesta sería no". Me pregunté: "¿Es el dinero lo que quiero? Mi respuesta es no; mi tiempo y mi energía deben dedicarse a la cultivación y a salvar seres conscientes. El dinero es algo para que persiga la gente común". Luego me pregunté: "¿Por qué estoy envidioso de los altos ingresos de mi hermana cuando ya no quiero perseguir las cosas de la gente común?".

En ese momento, me sentí especialmente claro, y la envidia hacia mi hermana desapareció. Al mismo tiempo, sentí compasión por mi hermana: En apariencia, es inteligente y sus condiciones de vida son excelentes. Sin embargo, cuando comenzó la persecución en 1999, mi hermana solo había leído unas pocas páginas de los libros de Falun Dafa. Es una pena que haya perdido la oportunidad de convertirse en practicante. Además, ver a los miembros de nuestra familia perseguidos causó un grave daño a mi hermana. Incluso ahora, todavía no puede aceptar completamente la verdad sobre Dafa. Está fascinada por las falsas apariencias del mundo y no sabe para qué está realmente acá la gente. Mi hermana sufre. Aunque su salario ha aumentado, tiene que trabajar intensamente durante casi diez horas al día. Sin embargo, esto es a menudo lo único que persigue la gente común.

Un discípulo de Dafa es compasivo con los seres conscientes. Yo también debo ser compasivo con mi hermana, para que ella pueda sentir la bondad de los practicantes de Dafa y la belleza que manifiesta Dafa. Una vez que me di cuenta de esto, sentí que debía actuar. Así que preparé una deliciosa cena para mi hermana y se la envié, con la esperanza de que comiera mejor y estuviera un poco menos cansada por las horas extras de trabajo. Mi hermana se sintió muy conmovida por mi amabilidad.

Gracias, Maestro, por la iluminación compasiva. Siento que he dado un paso más en el camino de la cultivación gracias a esta experiencia de eliminación de la envidia.

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