(Minghui.org) ¡Saludos Maestro! ¡Saludos compañeros practicantes!

He trabajado en la Imprenta de Epoch Times durante dos años y medio. Recuerdo que un compañero practicante me llamó tres veces, preguntándome si tenía tiempo, me dijo que la imprenta necesitaba ayuda y si podía hacerlo durante tres meses. Tenía la sensación de que la imprenta lidiaba con tinta, y que no era conveniente para mí. Sin embargo, pensé que era un proyecto de Dafa, y como solo tenía que hacerlo durante tres meses, acepté hacerlo.

En ese momento trabajaba en el turno de noche. Durante el primer día, pensé que sería bueno hacerlo solo durante tres días, ni pensar en los tres meses. Casi 100 decibeles de ruido, olor a tinta, y polvo de papel por todas partes, la alta temperatura del taller, las máquinas parecían poder hornear huevos. Me sentía muy incómoda. El ambiente de mi anterior trabajo era muy confortable.

El transporte también era complicado. Tenía que caminar 15 minutos hasta la estación de metro, viajar hasta un lugar y luego caminar para poder compartir el auto con un compañero practicante para ir al trabajo. Todos los días tenía que hacer un viaje de ida y vuelta de cuatro horas en la carretera y caminar a casa a las 4 a. m. por un camino oscuro. A veces, un indigente aparecía frente a mí y me daba los buenos días. Me asustaba mucho. Era especialmente difícil cuando hacía viento y llovía. Estaba un poco desanimada, pero como había prometido hacerlo durante tres meses, debía cumplir mi promesa y cumplirla. No esperaba poder quedarme y seguir haciéndolo.

Cuando me uní por primera vez al grupo de estudio del Fa en la imprenta, vi la solemne foto de Shifu sonriéndome en la sala con infinita compasión. Escuché a los compañeros practicantes decir: Este es un buen lugar para cultivar, un crisol, un lugar para refinarse. De hecho, realmente me di cuenta de por qué este es un buen lugar para la cultivación.

"Templar la voluntad" (Hong Yin)

Durante dos años, he recorrido el camino más difícil de mi cultivación. En cada tribulación, mi lado comprensivo decía: esto es cultivación. El lado humano también pensaba: ¿Por qué hacerlo difícil para mí? Otros practicantes pueden tomar tu lugar. Pero cada vez que estaba a punto de escapar, nuestro compasivo Maestro veía que no me había iluminado y me daba señales una y otra vez.

No mucho después de que llegué aquí, cuando estaba haciendo placas en la sala de distribución, un compañero practicante tomó una pila de documentos y dijo que no debía hacer eso. Estaba tan confundida que no sabía lo que estaba pasando. Pensé: "Acabo de llegar, ¿cómo puedo vivir mi vida así en el futuro?". Cuando estaba lista para enviar la placa, me paré en el ascensor en el segundo piso y miré hacia abajo. Vi un humilde empleado mayor, sudando y codificando la máquina. Me sentí profundamente conmovida. Estos compañeros practicantes no buscan fama ni ganancias, y ni siquiera sé cuántos años han trabajado persistentemente aquí. En comparación con ellos, de repente me siento tan insignificante. Cómo es que ni siquiera puedo tolerar un poco.

Seis meses después, mi puesto cambió y de repente fui responsable de muchas cosas. Una de ellas es que tengo que hacer arreglos para terminar de escribir las direcciones de los suscriptores y enviar sus periódicos a tiempo todas las semanas. De repente, nuestra empresa carecía de mano de obra y tuve que hacerlo yo. Pero luego me dijeron por qué lo hice yo sola. Me dijeron que buscara a alguien más. Dije: "No conozco a nadie, incluso es difícil para los compañeros practicantes que han estado aquí durante más de diez años encontrar a una persona, sin mencionar a una recién llegada como yo. No pude evitar sentir algo de resentimiento en mi corazón.

Me di cuenta de que cada vez que encuentro problemas, tiendo a caer en el pensamiento de gente común sobre qué es bueno y qué es malo, y lo uso para medir los problemas que encuentro en mi cultivación y tribulación. Me recordé mirar hacia adentro: ¿Tenía el apego a la competencia, a la exultación, y a la mentalidad para validarme? Pero en cada momento, no estuve dispuesta a dejar de lado el razonamiento de la gente común sobre el bien y el mal.

Calculaba las horas de trabajo, la capacidad de producción, las pérdidas, el personal, racionalicé la producción, mejoré algunos métodos de trabajo, y ahorré decenas de miles de dólares al mes. La capacidad de producción aumentó varias veces, lo cual es una cantidad considerable en un año. Mencioné esto, pero unos días después un compañero practicante dijo algo que pensé que era muy negativo y me hizo sentir muy agraviada. No dije nada en ese momento. Pero el compañero practicante lo repitió dos veces y no pude tolerar más.

Como se menciona en Zhuan Falun: "Pero generalmente cuando viene un conflicto, si a uno no lo irrita hasta lo profundo del corazón, no vale, no sirve para elevarse" (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

Cuando llegué a casa, le envié un mensaje al compañero practicante, diciendo que pensaba que la efectividad era obvia. El compañero practicante me respondió diciendo que lo había entendido mal. De repente me di cuenta de que las palabras involuntarias de mi compañero practicante me sonaban atronadoras, porque exponían mi apego de validarme: pensé que había obtenido logros y me encantaba escuchar cosas buenas. De hecho, nuestra habilidad la da nuestro Maestro. No debería reclamar el crédito de una intervención divina. Mi vida está dada por Dafa, de lo contrario la enfermedad antes de la práctica podría haberme quitado la vida hace mucho tiempo.

Me pregunté por qué cada vez que me encuentro con algo que no me gusta, no cultivo mi discurso o simplemente quiero irme. Cada vez que me encuentro con un problema no quiero elevarme en la cultivación. En cambio, quiero huir o evitarlo. ¿Por qué siempre tenía que buscar quién tenía razón o no en todo lo que hacía? Esto no solo me perjudicaba a mí, sino también a mis compañeros practicantes.

En Enseñanzdo el Fa en Manhattan, Shifu dijo:

"No pelees así y asá, no enfatices quién tiene razón o no. Algunos siempre están enfatizándose a sí mismos, tú tienes razón, tú no tienes errores, ¿Y? ¿Acaso te has elevado en el Fa? Usar un corazón humano para enfatizar lo correcto y lo incorrecto, esto en sí mismo es incorrecto, porque estás usando ese principio de la gente común para evaluarte a ti mismo, estás usando ese principio de la gente común para requerirles a los otros. Para los dioses, si un cultivador en el mundo humano tiene razón o está equivocado no tiene en absoluto importancia, sino que eliminar el apego de los corazones humanos es importante. En el xiulian, cómo quitar los corazones de apego es lo importante”.

A principios del año pasado, sentí que volvía a estar en una encrucijada. Me dije: Déjame superar esta tribulación. Estaba en el desfile de Brooklyn ese día, y estaba mirando al costado de la carretera cuando vi a una compañera practicante que venía hacia mí. No la había visto en mucho tiempo y tampoco tuve mucho contacto con ella. Ella me saludó con una sonrisa y me preguntó: "¿Cómo estás?". Suspiré y dije: "Estoy bien". De repente me abrazó y me susurró al oído: "No digas nada, lo sé todo, el Maestro está forjando tu poderosa virtud, debes persistir, persistir". Era como recitar un poema. Inmediatamente comprendí que nuestro Maestro la estaba usando para iluminarme. Sin embargo, mi lado humano pensó: "¿Qué sabes?". Estaba a punto de hablar, queriendo hablar sobre las injusticias en mi corazón, pero ella no esperó a que dijera nada y me soltó. Con una sonrisa, hizo un gesto con la mano y se fue.

Me quedé allí paralizada, con sus palabras resonando en mi mente. Mi lado consciente continuamente me decía que Shifu la estaba usando para iluminarme. Estaba triste, con los ojos llorosos y mirando el camino, con sus palabras resonando en mi mente. Hice que nuestro Maestro se preocupara de nuevo. Entiendo que debía elevarme. Ninguna tribulación puede pasarse por alto.

Poco después de mi regreso, todavía sentía que había obstáculos por todas partes. Me sentía impotente y quise irme una vez más.

Sin embargo, nuestro Maestro apareció en mis sueños: en una larga fila de mesas, estábamos listos para comenzar a comer, y se colocó un plato frente a cada persona. Todos los compañeros practicantes de la fábrica estaban sentados junto a nuestro Maestro. Yo estaba sola escondida en una mesa al otro lado. Shifu le pidió a los compañeros practicantes que movieran mi mesa frente a Shifu. El Maestro y yo nos sentamos uno frente al otro. Entonces hablé con Él: "Maestro, realmente no tengo fuerzas". El Maestro me animó". Me desperté alegre. Las palabras de infinita compasión del Maestro quedaron profundamente grabadas en mi corazón. Durante el peor momento de la pandemia, siempre me animaron a seguir adelante en mis momentos más difíciles. Yo podía hacerlo porque tenía a Shifu.

Muchas cosas sucedieron después, y algunas veces sucedieron debido a mis apegos humanos. Ahora los he superado, pero eso es después de pasar muchas veces por obstáculos desgarradores. Una y otra vez, hice que nuestro Maestro se preocupara por mí. Pero el Maestro me iluminó constantemente y me llevó paso a paso en el camino de mi cultivación. Como un padre que ayuda a un niño a aprender a caminar. ¿No podría simplemente correr? ¡Sí, puedo!

Perseverancia en medio de la pandemia

A fines de marzo del año pasado, comenzamos a imprimir la edición especial sobre el COVID-19. Me dijeron que cada vez que tuviéramos un trabajo importante de impresión, la maldad nos interferiría desde todas las perspectivas. Siempre ocurrían cosas inesperadas. Sabía que teníamos que superar las dificultades. En el momento en que la tarea de imprimir fue más intensa y problemática, algunos compañeros practicantes parecieron sufrir de yeli (karma) de enfermedad.

Sabía que la edición especial del Epoch Times no debía retrasarse, y el coordinador del proyecto solía decir: "Somos el último paso. Los esfuerzos iniciales de los compañeros practicantes no deben arruinarse en nuestras manos". Esta frase me impresionó totalmente. Sé que nuestro periódico es la espada para destruir al mal y la verdad para salvar seres conscientes.

Como varios compañeros practicantes se habían ido, la carga de trabajo también aumentó, y casi todo el trabajo recaía sobre mí. La fábrica operaba en un horario de tres turnos sin parar, pero aún tenía que coordinar y ocuparme de todas las tareas de producción, asignaciones de personal, gestión de costos, interfaz de los diversos procesos y departamentos, los pequeños problemas operativos de la máquina, fechas de entrega, etc. Incluso también tenía que ayudar con las cosas pequeñas como qué compañero de trabajo necesitaba compartir un auto, qué otro no tenía comida o quién estaba de mal humor.

Trabajé en turnos de día y de noche consecutivos. Me fui a casa para ducharme y dormir durante tres horas antes de volver al trabajo. Trabajando en el taller con ruido, tenía que gritar todos los días hasta el punto de perder la voz. También estaba bajo estrés mental y físico, ya que además nos faltaba personal para cubrir los turnos. Un día, cuando necesitaba confirmar algo con los compañeros practicantes y ellos no respondieron a mi mensaje ni a mis llamadas, mi ira y mi agravio finalmente surgieron.

Además, me estaba quedando atrás en el estudio del Fa y los ejercicios, y estaba demasiada cansada de trabajar 17 o 18 horas al día como un giroscopio que dava vueltas sin parar. También sufrí hinchazón en los pies hasta el punto de tener problemas para ponerme los zapatos como resultado de caminar y estar de pie demasiado tiempo. A menudo me saltaba las comidas y, a veces, no tenía el tiempo de beber un vaso de agua durante todo el día, a pesar de que el garrafón de agua está en el pasillo. Cada vez que pasaba por el agua, me decía: Dayu pasó tres veces por su casa, pero no entró; yo pasé 3 veces por el agua, pero no bebí. Porque creo que beber agua e ir al baño lleva demasiado tiempo.

Siempre hay cosas de cosas que me esperan con urgencia. Es más importante el periódico, es urgente, no puedo demorarme.

En ese momento, estaba ansiosa, agraviada, enojada y pensé: ¿Por qué tanto trabajo recae sobre mí, una mujer pequeña, y por qué no son considerados conmigo? Al sentir hambre y sed, me senté en el comedor esa noche y comí un poco de arroz con agua mientras derramaba lágrimas. Cuando un compañero practicante entró y me preguntó sobre mi trabajo, me sentí avergonzada y rápidamente dije una palabra y me fui. Nunca lloré en el pasado, pero ahora estaba tan cansada que lloré. En ese momento, recordé a lo que me había iluminado: "El Maestro está forjando tu poderosa virtud, asegúrate de perseverar".

El sábado, un compañero practicante se ofreció como voluntario y vino a ayudarme a escribir las direcciones, pero la máquina siempre estaba atascada. No pude arreglarlo, y el compañero practicante a cargo del equipo tampoco pudo arreglarlo. Mi objetivo era imprimir 40 mil copias, pero acabé imprimiendo menos de la mitad. Cuando llegué a casa por la noche, sentí que mi estado de cultivación estaba mal. Después de enviar pensamientos rectos, comencé a estudiar el Fa. Cuanto más estudiaba, más relajada me sentía.

Shifu dijo:

“Las tribulaciones que se encuentran, las pruebas de xinxing, la ardua cultivación, todos están atravesando sus propios caminos, todos se están forjando a sí mismos. Por supuesto, forjar a los Dafa dizi no es solo liberarse de la vida humana personal, los Dafa dizi no han venido para sí mismos, sino que están cargando la misión de salvar a las multitudes de seres” (Fahui Internacional de la Capital de los EE.UU. de 2012).

La posición en la que estoy actualmente, ¿no es esta la oportunidad que el Maestro me brindó para establecerme mi poderosa virtud? No puedo quedarme corta en este momento crítico, entonces me sentí muy aliviada. El domingo por la mañana, volví feliz al trabajo y continué escribiendo las direcciones con los compañeros practicantes, y la línea de inserción del periódico también funcionó muy bien. Como resultado, se imprimieron más de 40 mil copias.

A la mañana siguiente, vi al compañero practicante a cargo del equipo reparando la línea de inserción del periódico y le pregunté: "La máquina está bien, ¿qué estás haciendo?". Dijo: "No hay cinturón en la máquina, así que necesito instalar el cinturón". Me sorprendió y pregunté: "¿No tiene cinturón? Entonces, ¿cómo conseguí imprimir 40 mil periódicos con esta máquina ayer?". Él también se rió y dijo: "No lo sé". Comprendí enseguida que era el Maestro, era el Maestro quien veía que su discípula se había elevado un poco, era el Maestro quien me ayudaba y me animaba.

En otra ocasión, quería irme a casa temprano después de que todo estuviera arreglado porque estaba demasiado cansada. Me sentí muy feliz de poder irme a casa más temprano. Sin embargo, a las 12 en punto, cuando estaba enviando pensamientos rectos en la oficina, un compañero practicante llamó y dijo que no había descansado bien durante el día y que quería regresar temprano para descansar, y me pidió que encontrara a alguien que cubriera su turno. Estaba muy molesta y pensé: "Quieres regresar a casa después de solo una hora de trabajo, no debes culpar a nadie más por no descansar durante el día cuando no estás trabajando. Ya es medianoche, ¿dónde puedo encontrar a alguien que se haga cargo?". Entonces, pensé en tomar el turno yo misma a pesar de que sentía que mi cuerpo realmente había llegado al límite, no sabía si podría quedarme despierta toda la noche. Respondí de mala gana: “Está bien, puedes irte, yo cubriré". Pero mi lado comprensivo me está diciendo: “La prueba viene otra vez. Estoy en un estado de egoísmo, no pensé en él”.

Shifu nos dijo:

“También quiero decirles a ustedes que su naturaleza pasada estaba fundada sobre la base del egoísmo e interés personal. De ahora en adelante, cualquier cosa que hagas, deberás primero tener consideración hacia otros, para que así que obtengas la honrada iluminación de desinterés y altruismo. Entonces de ahora en adelante, en cualquier cosa que hagas o digas, ¡deberás tener en consideración a otros, a las generaciones futuras, como también la eterna inalterabilidad de Dafa!" (Escrituras esenciales para mayor avance, La naturaleza fo no tiene ningún punto débil).

Shifu nos dijo que cultiváramos y alcanzáramos la iluminación recta del desinterés y el altruismo, y que pongamos a los demás antes que a uno mismo. Cuando pensé en esto, me avergoncé de los pensamientos que acababa de tener. Dejé ir esa consideración de mi propio egoísmo, dejé ir ese resentimiento. Ya no me sentí agraviada. En el momento en que me paré frente a la máquina para cubrir su turno, de repente todo mi cuerpo se sintió relajado. Casi pensé que estaba demasiado cansada, y que era una alucinación, ¿me siento entumecida, estoy a punto de desmayarme? Pero después de experimentarlo, no era nada de eso.

Me sorprendió gratamente la sensación de frescura, fue nuestro Maestro quien vio que me iluminé y quitó mi sustancia cansada al instante, fue nuestro compasivo Maestro quien una vez más lo soportó por su dicípula. El compañero practicante al lado de la máquina me preguntó: ¿Estás bien? Dije: “Sí, estoy bien”.

Cada periódico que imprimimos es una esperanza de salvar una vida. En la salvación final de los últimos días, no podemos retrasar la salvación de todos los seres conscientes debido a nuestros propios pensamientos egoístas.

Cuando salía de mi trabajo al amanecer, me preguntaba tantas veces si podría seguir así. Recordé las palabras que me dijo el Maestro en mi sueño. Pensé en todas el trabajo y el apoyo de todos mis compañeros practicantes en la imprenta, y mi respuesta fue ‘Sí’. Cuando los compañeros practicantes vieron que comía fideos instantáneos todos los días, alguien me trajo un plato de gachas de carne cuidadosamente preparadas por la mañana. Una compañera practicante dijo que trajo un pastel y que me dejó la flor más hermosa; un compañero practicante hizo bocadillos exquisitos y los envolvió especialmente en papel de aluminio.

Cada pequeña cosa me conmovió profundamente y nunca lo olvidaré. Con la ayuda del Maestro junto con los esfuerzos conjuntos de los medios de comunicación y la imprenta entre los compañeros practicantes, se entregaron a tiempo decenas de millones de copias del periódico a miles de hogares. Gracias, Shifu, y gracias a mis amables compañeros practicantes.

Shifu dijo:

”Presten atención: no importa cuán ocupados estén, no pueden omitir el estudio del Fa. Esto es lo que asegura fundamentalmente que ustedes sigan moviéndose hacia la perfección y que hagan bien el trabajo para Dafa” (A todos los estudiantes en el Fahui nórdico, Escrituras esenciales para mayor avance (II)).

Shifu nos ha dicho repetidamente que debemos estudiar bien el Fa. Quiero cultivarme bien, así que debo seguir aprendiendo el Fa y practicando los ejercicios. Para recordarme siempre, registro mi estado de aprendizaje del Fa, practico los ejercicios y envío pensamientos rectos a diario. Lo más básico es estudiar una lección de Zhuan Falun, enviar pensamientos rectos en los 4 tiempos establecidos y completar los 5 ejercicios, participar en los estudios grupales del Fa dos veces por semana. Si me retraso en algo, trato de compensarlo. Sin embargo, descubrí que a veces, todavía no estoy haciendo todo bien.

Conclusión

En el camino para aclarar la verdad y salvar seres conscientes, siento en todo momento que el Maestro me está cuidando y protegiendo, y que todo lo está haciendo el Maestro. Cuando estaba traduciendo el Zhuan Falun, no puedo recordar cuántas veces esas palabras tan precisas de repente salían de mi boca. Un compañero practicante decía asombrado: Esa es la palabra, ¿cómo se te ocurrió? Después de repartir materiales de la verdad en un callejón oscuro, las luces de un automóvil estacionado de repente se encendieron e iluminaron el camino delante de mí; después de terminar los materiales para aclarar la verdad en medio de una noche, el agua helada en la tubería del grifo de repente se convirtió en agua tibia, y cuando terminamos de ducharnos, el agua tibia se detuvo automáticamente de nuevo; en el camino para difundir el Fa, los arcoíris nos siguieron por doscientos o trescientos kilómetros y nos rodearon. Con una cosa tras otra, siento el cuidado compasivo del Maestro en todo momento.

Mirando hacia atrás en mis 19 años de cultivación, he pasado por un viaje con giros y vueltas siempre bajo el cuidado de Shifu. Es nuestro Maestro quien está forjando nuestra poderosa virtud y allanando nuestro camino de regreso al Cielo. Siempre que pienso en esto, nunca podré pagar la compasión de Shifu con todo lo que tengo. Sé que todavía tengo una gran brecha con los requisitos de Shifu, pero lo haré bien dentro del tiempo limitado, para cumplir con el voto de ayudar a Shifu a rectificar el Fa y salvar seres conscientes. Viviré a la altura de la compasiva salvación de Shifu y las expectativas de todos los seres conscientes.

No hay palabras para expresar mi agradecimiento a Shifu, así que por favor déjenme decirle de nuevo desde el fondo de mi corazón: "¡Gracias Shifu!".

¡Gracias Shifu! ¡Gracias a todos!

(Presentado en la Conferencia de intercambio de Experiencias de Cultivación de los medios de comunicación Epoch Times y NTD)

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