(Minghui.org) Soy un constructor de 42 años de la pintoresca prefectura autónoma de Xishuangbanna, en la provincia de Yunnan, al suroeste de China (vecina de Myanmar y Laos). Hace varios años me diagnosticaron leucemia en fase avanzada mientras estaba fuera de la ciudad trabajando en un proyecto de construcción.

Mientras luchaba por mi vida, conocí por casualidad a una practicante de Falun Dafa, también conocido como Falun Gong. Ella me explicó en qué consistía la práctica y me dio algunos materiales para que los leyera. También me instó a que recitara "Falun Dafa es bueno" y "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno" con un corazón sincero. Seguí su consejo y me recuperé poco después.

Se acerca el Día Mundial de Falun Dafa, 13 de Mayo. Como también es el cumpleaños del Sr. Li Hongzhi, el fundador de Falun Dafa, me gustaría expresar mi más sincero agradecimiento al Sr. Li por haberme salvado la vida y le deseo al Sr. Li un ¡Feliz cumpleaños!

Más de 100.000 yuanes gastados, y aun así al borde de la muerte

Era el otoño de 2018 y mi empresa de construcción ganó un contrato de construcción en una ciudad del interior. Mientras trabajaba en el proyecto, comencé a sentirme mal y acudí a un reconocimiento, que reveló que tenía leucemia en fase avanzada. Hospitalizado inmediatamente, también pedí a mi mujer y a mi hermana que vinieran a la ciudad y ayudaran a cuidarme.

Después de permanecer en el hospital durante un mes, gasté más de 100.000 yuanes, solo para ver que mi estado empeoraba. Estaba extremadamente débil y mi voz era como el zumbido de un mosquito. Me administraron inyecciones, oxígeno y transfusiones de sangre, pero nada funcionó. Al acercarse el Festival de Medio Otoño (también conocido como el Festival de la Luna), me entristecía no poder llegar a casa para las fiestas tradicionales. Atrapado en un hospital lejos de mi ciudad natal, me sentí abrumado por el miedo, el dolor, la impotencia y la desesperación, ya que la muerte se acercaba.

Afortunadamente, no me abandonaron. Mientras estaba en el hospital, conocí a una doctora. También era de Xishuangbanna. Encontrar a alguien de mi ciudad natal a unos mil kilómetros de distancia, me emocionó mucho. Se mostró muy comprensiva con mi situación. También trajo a su hermana mayor, Mei, para que me viera. Mei se había criado en Xishuangbanna y se había trasladado a la ciudad hacía décadas tras casarse y seguir a su marido.

Presenciando un milagro

Cuando Mei vino a verme por primera vez, trajo unos aperitivos de fruta. Tenía un fuerte acento de Xishuangbanna, que era reconfortante, bonito y agradable, para mí, alguien que pronto dejaría este mundo, tan lejos de mi ciudad natal.

Mi enfermedad no significaba todavía el fin del mundo, me explicó. Mei me contó cómo Falun Dafa, una práctica de meditación basada en los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia la había ayudado a ella y a otras personas, tanto física como espiritualmente. Aunque la práctica ha sido severamente reprimida por el régimen comunista, sus practicantes no han renunciado a su fe: para ellos, nada es más importante que la conciencia y la integridad.

Además, dijo que los no practicantes que decidieron apoyar a los practicantes inocentes también han recibido bendiciones. Asimismo, me dio algunos ejemplos de personas que han sido bendecidas después de recitar "Falun Dafa es bueno" y "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno".

Cuando Mei me visitó, estaba tumbado en la cama y apenas tenía energía para levantar la cabeza. Sus palabras me dieron esperanza y comencé a recitar las frases casi de inmediato. Al principio, mi voz era todavía débil. Al cabo de un rato, las decía alto y claro.

Una hora después, me senté inconscientemente. El tubo de oxígeno que tenía en la nariz ya se había caído sin que me diera cuenta. Descubrí que podía respirar con normalidad, así que no me lo volví a poner. Al ver esto, mi mujer, mi hermana y Mei tenían grandes sonrisas en sus caras.

Cuando Mei nos contó cómo el partido comunista chino (PCCh) había perjudicado a la gente en el pasado y ahora persigue a los inocentes practicantes de Falun Dafa, todos nosotros -mi mujer, mi hermana y yo- acordamos renunciar al PCCh y a sus organizaciones juveniles.

El mejor pastel de luna

Mei siguió visitándome, a menudo con algún aperitivo. Además de recitar las frases, también nos ponía algunos archivos de audio para que los escucháramos, que incluían Vida y esperanza renovadas, Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista y otros.

Mi situación mejoraba todos los días. También comía bien y dormía bien. La doctora que me atendió estaba sorprendida pero contenta. "Está usted listo para recibir el alta", anunció.

El Festival de Medio Otoño coincidió con mi último día en el hospital. Mei trajo unos pasteles de luna y unos bollos que había hecho ella misma para despedirse de mí. Mientras comía el pastel de luna, las lágrimas rodaron por mi rostro: nunca imaginé que sobreviviría, por no decir que mejoraría. Ese pastel de luna era la comida más deliciosa que había comido en mi vida.

Le di las gracias a Mei por todo. Ella dijo que debemos estar agradecidos a Falun Dafa y al Maestro Li. "Yo también tenía muchas enfermedades, y fue el Maestro Li quien me salvó", "todos deberíamos agradecerle al Maestro Li y desearle un Feliz Cumpleaños. ¿Verdad?", dijo. Estuve de acuerdo de todo corazón.

Después de salir del hospital, volví a mi ciudad natal. Mi salud siguió mejorando. Mei también me envió más materiales para leer. Dos meses después visité un hospital local para una revisión. Todo estaba bien.

Falun Dafa y el Maestro Li me salvaron de la muerte y evitaron que mi familia perdiera a su esposo y padre. Mi gratitud al Maestro Li está más allá de las palabras. ¡Feliz Cumpleaños, Maestro Li! Y gracias a todos los practicantes, incluida Mei, por contarle a la gente como yo sobre Falun Dafa y cambiar nuestras vidas para mejor.

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