(Minghui.org) Me gustaría compartir mis experiencias al instalar antenas parabólicas para que puedan ver NTD en china (Nueva Dinastía Tang, NTD por sus siglas en inglés). Al hacer este trabajo, he dejado el apego al "yo", he aprendido a colaborar con otros practicantes y puse a prueba mi xinxing (carácter).

Llevo muchos años instalando antenas. Sé lo importantes que son los programas de NTD porque he visto los cambios en mis parientes y amigos. A un pariente que vive en una zona rural le instalaron una antena. Mucha gente que iba a su casa a jugar al mahjong también empezó a ver los programas de NTD.

Una persona tenía una grave adicción al mahjong; solía jugar todo el día y no paraba ni para comer. Un día, se sintió atraído por uno de los programas de NTD. Cuando empezaba el programa dejaba de jugar y cuando el programa terminaba volvía a jugar de nuevo.

Otra persona, conocida por su personalidad agresiva, también jugaba al mahjong con mis familiares. Después de ver los programas de NTD, quiso una antena en su casa. Él no tiene miedo así que empezó a contarle a mucha gente los hechos sobre Falun Dafa y la persecución. No podía creer que la gente cambiara tan drásticamente después de ver los programas de NTD.

Un marido testarudo brinda su apoyo

Una practicante había intentado hablar con su marido sobre Falun Dafa, pero él no quería escuchar. Después de ver los programas de la NTD, empezó a cambiar su actitud sobre Dafa y también se dio cuenta de lo malvado que era el partido comunista chino (PCCh). Cuando la practicante salió a repartir información a la gente sobre Falun Dafa, él la ayudó. Cuando ella fue a pegar carteles, él se ofreció a conducir. Dijo que a él le gustaría practicar Falun Dafa, pero que no podría dejar de beber y fumar. Pensaba que tal vez no era el momento para que empezara a cultivarse.

Un día, el jefe de su marido dispuso que un grupo de soldados tomara un descanso en su casa. Entonces encendió la televisión en los programas de NTD, y todos vieron la información sobre Dafa. El jefe preguntó en qué consistía el programa, y la practicante dijo que explicaba la verdad sobre la persecución. El jefe parecía asustado y dijo: "Ya no podemos ver eso. Tenemos normas estrictas". Me di cuenta de que entendía los hechos sobre Falun Dafa, pero su trabajo le exigía seguir las directrices de la organización.

Después de ver los programas de NTD, los familiares de los practicantes se han enterado de cuántas vidas inocentes se han perdido por culpa del PCCh. Algunos dijeron: "¡Abajo el PCCh!" o preguntaron cuándo caería el PCCh.

Un antídoto para el veneno

Sé que ha sido un viaje duro para NTD. Comenzó como una pequeña empresa, pero ha crecido y ahora emite una gran variedad de programas de televisión. Los practicantes de Falun Dafa tuvieron que superar muchas dificultades para que la emisora llegara a donde está. Me siento feliz de saber que he contribuido a que más personas vean los programas de NTD.

En 2019, cuando dos millones de personas en Hong Kong protestaron contra el proyecto de ley de extradición, hablé con mis colegas sobre lo que estaba sucediendo. Habían sido engañados por la propaganda del PCCh y creían que la gente se estaba revelando. Me sentí triste porque no pude explicarles bien los hechos. Mucha gente conocía los hechos sobre Falun Dafa. Ojalá pudieran entender también lo que estaba ocurriendo en Hong Kong.

Compartí mis pensamientos durante una reunión de estudio del Fa y hable de como los medios de comunicación propiedad del PCCh son una herramienta para el lavado de cerebro. NTD, sin embargo, es un antídoto contra el veneno de la campaña de propaganda estatal. Para ayudar a la emisora a ampliar su audiencia en China, sugerí que todos hiciéramos de su promoción una prioridad.

Pruebas en la batalla entre el bien y el mal

Una practicante decidió promover NTD con sus amigos y parientes, además de explicarles los hechos sobre Falun Dafa. Si estaban interesados en que les instalara una antena para recibir la transmisión de NTD, los ayudaría a que fuera gratis. Si no lo estaban, los ayudaría a renunciar al PCCh y sus organizaciones.

Cuando íbamos a ver a uno de sus familiares, la policía nos detuvo para hacer la prueba de alcoholímetro al esposo de la practicante. La prueba mostró que su nivel de alcohol en sangre estaba por encima del límite aceptable. Aunque no es practicante de Falun Dafa, no bebe, por lo que los resultados de la prueba eran incorrectos.

Nos dimos cuenta de que estábamos experimentando una interferencia de otra dimensión, así que empezamos a enviar pensamientos rectos. Una segunda prueba mostró que no había alcohol en su organismo.

Cuando llegamos a la casa de los familiares, vimos el retrato de Mao Zedong en la pared. Después de hablar de Falun Dafa y convencer a la persona de que quitara el retrato, lo quitó pero no se deshizo de él.

Normalmente el tiempo para instalar una antena es de menos de una hora, pero había interferencias y tardamos dos horas en completar el trabajo. Cuando la practicante volvió de hablar de Falun Dafa con los vecinos de alrededor, insistió en que su pariente se deshiciera del retrato de Mao.

Mientras volvíamos a casa, recordé uno de los poemas del Maestro Li:

“Galopando diez mil millas, rompiendo filas de demonios
Aniquilando a todas las manos negras, eliminando a los dioses malvados
Sin importar la niebla espesa y el feroz viento turbulento
Lluvias de montaña quitan del camino el polvo de la expedición” (Expedición, Hong Yin (II)).

Me di cuenta de que acabábamos de vivir una batalla entre el bien y el mal.

Encontrando mis propios defectos

Un practicante me pidió que instalara una antena, pero unos días después no respondió mi mensaje. Cuando empecé a mirar hacia adentro para ver si algún apego me impedía hacer el trabajo, el Maestro me ayudó a darme cuenta de que tenía muchos apegos, como la competitividad, los celos, el miedo a las situaciones difíciles, la incapacidad de aceptar las críticas y el deseo de ser elogiado.

Me sorprendió descubrir los apegos al yo y al ego. Había estado ayudando a muchas personas a instalar antenas y mis habilidades habían mejorado considerablemente. Muchos practicantes confiaban en mí para que hiciera este trabajo. Como resultado, mi ego había crecido más y más. Olvidé que es el Maestro quien lo hace todo; yo solo hacía las cosas en su nombre. ¿Cómo podía ser tan egoísta? Cuando encontré esos apegos, me sentí mucho mejor, y el practicante que me pidió ayuda vino a verme esa noche.

Otro practicante quería que instalara una antena parabólica para su hermana. Lo intentamos dos veces, pero ambos fracasamos. Enviamos pensamientos rectos y pedimos ayuda al Maestro, pero seguimos sin conseguirlo. El practicante quería rendirse, pero le dije que debíamos mirar hacia dentro. Le dije que tenía apego a salvar la cara, a presumir, a la fama y a la vanidad. Entonces el practicante me comento sus apegos. Intentamos instalar la antena de nuevo y esta vez la señal era muy potente. Por fin conseguimos la señal después de mirar hacia adentro.

De camino a casa, pensé en mis experiencias al instalar antenas parabólicas y casi lloré porque me di cuenta de que mucha gente no se ha enterado de la verdad por culpa de los apegos de los practicantes de Dafa.

Un practicante quería aprender a instalar antenas parabólicas y me vio hacer algunas instalaciones. Era muy trabajador, honesto y amable. Sin embargo, cuando vi que no lo hacía como yo le había explicado, me enfadé y pensé que debía demostrarle lo bueno que era yo.

Cuando no pudo captar la señal, me enojé y me hice cargo pensando que era porque ya no teníamos tiempo. En realidad, se debió a mi falta de paciencia, egoísmo y falta de voluntad para cooperar. Aunque no discutimos, lo había lastimado y quería disculparme y agradecerle su tolerancia. Detrás de cada instalación exitosa está el arduo trabajo y las contribuciones de muchos practicantes. Les agradezco sus esfuerzos.

Una vez, un practicante de Falun Dafa de otra ciudad quiso que lo ayudara con la instalación porque no podía conseguir señal. No quise ir porque estaba muy lejos y tenía que trabajar por la mañana. Así que le pedí a otro practicante que fuera. Pero él tampoco pudo captar la señal.

Mirando lo que pasó, me di cuenta de que tenía el apego al miedo, a la pereza, a protegerme y a no poner a los demás en primer lugar. Todos estos apegos se originan en el apego al yo.

Unos días después, cuando fui a ayudar con la instalación, descubrimos que era un problema de hardware. Terminamos y llegué a casa a medianoche. Mi mujer me esperaba en la sala y hablamos un poco. Debido a la persecución, comprendí cómo mi mujer se ha preocupado por mí y me ha tolerado durante tantos años.

Gracias, Maestro, por protegerme durante mi cultivación. En este momento crítico de la historia, no defraudaré al Maestro. Me cultivaré bien y salvaré a más personas.

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