(Minghui.org) Un hombre de la ciudad de Gongzhuling, en la provincia de Jilin, falleció el 3 de abril de 2021, después de soportar años de encarcelamiento, tortura y desplazamientos por negarse a abandonar su fe en Falun Dafa, una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino desde 1999. El Sr. Wang Sheng tenía 73 años.

Inicio de la persecución

El Sr. Wang comenzó a practicar Falun Dafa en 1993. La práctica de autocultivación le ayudó a dejar los malos hábitos, como beber, apostar y visitar prostitutas. Su salud mejoró y su vida familiar se volvió armoniosa.

Meses antes que el régimen comunista chino inició la persecución a Falun Dafa debido a su tremenda popularidad en julio de 1999, agentes vestidos de civil comenzaron a aparecer en los lugares donde se realizaban los ejercicios de Falun Dafa para obtener información. La policía ordenó a los coordinadores voluntarios de cada lugar que dejaran de hacer los ejercicios. Uno de los agentes también ordenó al Sr. Wang que informara sobre las actividades de Falun Dafa.

El Sr. Wang y otros practicantes acudieron a la oficina de apelaciones de la provincia de Jilin en junio de 1999. Al día siguiente lo llevaron al departamento de policía local para interrogarlo. El jefe lo acusó de no proporcionar información sobre Falun Dafa como se le ordenó.

Cuando el Sr. Wang y otros practicantes planeaban ir a Beijing para apelar al gobierno central, los agentes de policía los detuvieron en una estación de tren.

Desde ese momento, la policía acosó con frecuencia al Sr. Wang en su casa. También lo llevaban al departamento de policía para interrogarlo y le exigían de nuevo que se convirtiera en informante, pero el Sr. Wang se negó.

Un día, dos personas del departamento de policía se presentaron en su casa, diciendo que eran de la oficina de apelaciones, tratando de obtener información sobre Falun Dafa. El Sr. Wang les dijo cómo se había beneficiado de practicar Falun Dafa y no les dio ninguna información sobre otros practicantes. En respuesta, la policía trató de inculparlo, pero no tuvieron éxito.

Escondiéndose

El régimen comunista inició oficialmente la persecución a Falun Dafa el 20 de julio de 1999. El Sr. Wang y otros practicantes fueron a Changchun, la capital de la provincia de Jilin, para apelar por su derecho a practicar Falun Dafa, pero fueron golpeados por la policía.

El Sr. Wang fue a Beijing para apelar en octubre de 2000. La policía lo volvió a golpear en la plaza de Tiananmen. Lo hicieron sangrar en la cara y la boca.

Al regresar a casa, le informaron que la policía había intentado detenerlo varias veces. Varias docenas de practicantes locales fueron arrestados en ese momento. Los amenazaron con perder sus puestos de trabajo y también involucraron a sus familias. El Sr. Wang decidió esconderse para evitar más persecuciones. Como represalia, las autoridades suspendieron su pensión y la de sus familiares.

Durante los siguientes cinco años, el Sr. Wang estuvo en la miseria y se enfrentaba a un peligro constante. A veces salía a la calle a altas horas de la noche con temperaturas bajo cero. Se quedó una noche en casa de un familiar y se marchó a la mañana siguiente para no involucrarlo.

La policía iba a la casa del Sr. Wang día y noche para buscarlo. Su esposa temblaba de miedo cada vez que escuchaba que llamaban a la puerta.

En una ocasión, más de 20 agentes irrumpieron en la casa de uno de sus familiares a altas horas de la noche. Cuando su pariente fue a la comisaría a quejarse porque habían asustado a su hijo pequeño, los agentes golpearon al familiar y lo echaron de la comisaría.

Tres años en un campo de trabajo forzado

El Sr. Wang estaba en casa de su sobrina el 24 de mayo de 2004, cuando más de 20 agentes rodearon el edificio y entraron por la fuerza. Empujaron al Sr. Wang al suelo, lo esposaron y le quitaron el cinturón. Le confiscaron el teléfono móvil y el dinero en efectivo, el dinero de su sobrina y todas sus joyas.

En un centro de detención, la policía esposó al Sr. Wang a una silla metálica en una celda solitaria y le negó comida y agua durante tres días.

Para protestar por el maltrato, el Sr. Wang inició una huelga de hambre. Al decimotercer día, tenía sangre en las heces y estaba muy mareado. Los reclusos no podían sentir su pulso y llamaron a los guardias. Lo trasladaron a un hospital y le diagnosticaron cáncer de colon. El médico dijo que estuvo a punto de morir.

Los funcionarios de la prisión llamaron a su familia al día siguiente y les sugirieron que se prepararan para su muerte. Su familia lo llevó a un hospital mejor equipado en la capital de la provincia, donde le diagnosticaron problemas de hígado y riñón, diabetes, colecistitis y cáncer de colon. Los médicos también dijeron a su familia que preparara su funeral. Su peso bajó de más de 77 kg a menos de 50 kg (170 libras a menos de 110).

A pesar de su estado, las autoridades le impusieron tres años de trabajos forzados. Cuando el Sr. Wang se negó a firmar el documento de sentencia, las autoridades obligaron a su familia a firmar en su lugar.

Tres años y medio de prisión

La última detención del Sr. Wang sucedió el 26 de abril de 2014, después que regresó a su casa tras asistir al funeral de un familiar. Apenas bajó del autobús, varias personas se acercaron por detrás y lo agarraron. Delante de una multitud, lo golpearon y patearon, fracturándole el fémur y el coxis.

El Sr. Wang posteriormente fue condenado a tres años y medio de prisión y trasladado a la cárcel de Gongzhuling el 2 de marzo de 2015. Estuvo recluido en el pabellón para reclusos recién ingresados durante cinco meses. Durante ese tiempo, lo obligaron a sentarse en un pequeño taburete sin moverse desde primera hora de la mañana hasta las 8 de la tarde. Cuando se negó a cumplir, lo obligaron a ponerse de pie frente a la pared. Estaba demacrado y extremadamente débil cuando lo liberaron el 28 de diciembre de 2016.

Acoso continuo tras su liberación

La policía siguió acosando al Sr. Wang en su casa y llamándolo repetidamente. Aunque se vio obligado a vivir de nuevo fuera de casa, la policía se las arregló para encontrarlo. A principios de septiembre de 2017, funcionarios tanto de su residencia original como de su nueva residencia fueron a acosarlo. Como casualmente estaba fuera de casa, la policía tomó fotos de su esposa.

El desplazamiento continuo afectó su salud. Tras luchar contra un mal estado de salud durante varios años, falleció el 3 de abril de 2021.

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