(Minghui.org) Mis padres comenzaron a practicar Falun Dafa en 1997. Yo nací al año siguiente y desde entonces estuve inmersa en la gracia salvadora de Dafa. Cuando era una adolescente mi madre se hizo coordinadora local. Organizó un grupo de estudio del Fa, ayudó a los practicantes que habían dejado la práctica debido a la persecución a retomar la cultivación y también ayudó a los practicantes con yeli de enfermedad a superar sus tribulaciones.
En aquel entonces, siempre la seguía y era su pequeña ayudante. Después de montar un sitio de producción de materiales en casa, comenzamos a hacer DVD de aclaración de la verdad, materiales de información y amuletos. También descargábamos archivos y los copiábamos en los reproductores de MP3.
Donde sea que iba, ella intentaba despertar la conciencia de la gente. Yo siempre estaba a su lado, enviando pensamientos rectos. A menudo yo iba con otros practicantes por nuestro vecindario para repartir materiales informativos. Cuando establecimos el grupo de estudio del Fa en nuestra casa, varios practicantes venían cada noche. Antes de ir a la cama, recitaba con mi madre Hong Yin y Escrituras esenciales para mayor avance, me sentía muy afortunada de ser una joven practicante.
A medida que crecía comencé a tener un mayor contacto con la sociedad común e inconscientemente comencé a perseguir la fama y el interés propio. Mi comportamiento también comenzó a decaer. Comencé a salir y no pude superar el sentimentalismo. Me alejé cada vez más del Fa cuando desarrollé un apego a jugar con mi teléfono móvil.
Afortunadamente, el año pasado sucedió algo que me alarmó y me hizo darme cuenta de que aún era una practicante, alguien con una misión y no solo una persona común. Había estado esperando a Dafa vida tras vida, no podía dejar a Dafa ni ser indigna de la gracia salvadora del Maestro.
La tribulación de enfermedad de mi madre fue una llamada de atención para mí
Tan pronto como me enteré de que mi madre estaba siendo severamente interferida a fines de abril del 2019, pedí tiempo libre en el trabajo y fui a casa, cuando entré, vi a mi madre tumbada en la cama rodeada de practicantes que estaban enviando pensamientos rectos. Uno de ellos me dijo que de repente tuvo síntomas de derrame cerebral (embolia) y que se desmayó. Tanto mi padre como mi abuelo son practicantes, sabían que no era una enfermedad, eran las viejas fuerzas que se estaban aprovechando de sus brechas. Querían dejar todo en manos del Maestro y anular los arreglos de las viejas fuerzas.
La Sra, He que tenía fuertes pensamientos rectos dijo: “Estará bien, todo es una ilusión. Sigamos enviando pensamientos rectos”. Ella y otros practicantes fueron a nuestra casa y comenzaron a enviar pensamientos rectos para mi madre.
Tres días después de desmayarse, necesitaba pañales y solo bebía un poco de leche. Debido a que me había alejado del Fa durante un tiempo, no tenía pensamientos rectos y me volví emocional, a menudo lloraba. En nuestra casa siempre había practicantes enviando pensamientos rectos para ella. Aunque no era diligente en la cultivación, decidí estudiar el Fa y enviar pensamientos rectos con ellos.
Los practicantes que venían a enviar pensamientos rectos por la noche, estudiaban el Fa hasta la media noche. Muchos de ellos se quedaban despiertos durante toda la noche. Excepto entre las 4 y las 5 de la madrugada, que hacíamos los ejercicios, enviaban pensamientos rectos a cada hora. Realmente pude sentir que el ambiente de mi casa era muy recto.
Cuando estudié el Fa de forma intensiva, mi pena desapareció. Entendí que la razón de que mi madre estuviera en ese estado era forzada por las viejas fuerzas, era una persecución. Aunque se pareciera mucho a la enfermedad de una persona común, no era una enfermedad sino una ilusión. Debía negarlo.
Entonces me di cuenta que debía cambiar, debía dejar mis apegos por mi madre: “¿Cuándo se ha despertado? ¿Ha comido bien? ¿Estaba mejor hoy que ayer? Paré de preocuparme por todo eso. Cuando otras personas me decían lo que debía comer en cuanto a la nutrición, que debíamos hacerle masajes todos los días y qué puntos de acupuntura debía presionarle, no hacía nada de eso. Creía que ella obtendría lo de un verdadero practicante, sin que yo hiciera nada especial. Todas estas recomendaciones eran para gente común, pero no funcionan para un practicante.
Con el cambio de mis nociones, pude calmarme y poner mi corazón en el estudio del Fa. Comencé a leer las nuevas conferencias del Maestro. Poco a poco, cuando leía Zhuan Falun, las principales enseñanzas de Falun Dafa, tuve nuevos entendimientos de los significados internos detrás de las palabras. Cada día entendía nuevos principios y disfrutaba del estudio del Fa.
La respiración de mi madre cada vez era más fuerte y comía más. Su brazo y su pierna izquierda se movían con más frecuencia que antes. Un practicante me dijo que el día que tuvo la embolia, su respiración era muy débil. Al parecer las viejas fuerzas trataban de quitarle la vida.
Debido a la situación de mi madre, los practicantes locales se dieron cuenta de que no fue casualidad que un coordinador tuviera una interferencia tan grave. Mientras que en la superficie parecía que sus brechas en la cultivación eran aprovechadas por las viejas fuerzas, esto suponía que nuestro cuerpo en general tenía problemas. Todos nosotros comenzamos a mirar hacia dentro para rectificarnos. Al mismo tiempo, comenzamos a enviar más pensamientos rectos con mayor intensidad.
Un mes y un día más tarde, por fin mi madre recobró la conciencia. Todos sabíamos que el Maestro la salvó. ¡Gracias, Maestro!
Encontrando mi verdadero yo
Mientras mi madre estaba inconsciente, mi padre y yo hacíamos turnos para descansar. Yo estudiaba el Fa hasta las tres de la madrugada, cuando tenía sueño, me lavaba la cara o bebía agua en lugar de dormir. Cuando descubría un nuevo entendimiento sobre una frase o parágrafo, lo recitaba. Luego pensaba: “Debo recitar el Fa”. Ya había recitado el Zhuan Falun una vez, decidí recitarlo de nuevo.
Por la noche estaba tranquila, recitaba tres o cuatro páginas de Zhuan Falun cada día, luego leía las nuevas conferencias del Maestro. Sin darme cuenta, recuperé mi antiguo estado de diligencia. Crecí en el Fa y me asimilé activamente al Fa, que era mi verdadero yo, en contraposición al que estaba encerrado por apegos y nociones. Comencé a despertar, esta conciencia era racional, en contraposición al sentimiento de impotencia. Antes, por mucho que mis padres me intentaban hacer entrar en razón, nunca me lo tomé en serio. Esta vez, fue el poder del Fa el que me despertó, impidiendo que me deslizara aún más hacia abajo. Volvía a estar en el buen camino.
Un día, tuve un sueño: entré en un aseo mugriento que estaba junto a la recepción de un magnífico hotel. Como no podía soportar la suciedad, me fui inmediatamente. No entré en el hotel y me quedé en medio.
Mi sueño fue muy vívido, pensé: “¿No era esto para iluminarme? Sabía que tenía que salir de ese asqueroso aseo. Entre un humano y un dios, la diferencia radica en un pensamiento. Si podía dejar de lado mi humanidad y perseguir la divinidad, alcanzar la divinidad no sería tan difícil. Pensé: “¡Quiero poner mi corazón en la cultivación!”.
No obstante, tomé varios desvíos y había cometido varias fechorías. Sentí que había defraudado al Maestro. No sabía si aún podría alcanzar el proceso de rectificación del fa del Maestro. Esa noche, cuando recité el Fa recordé las palabras del Maestro:
“Siempre y cuando hagas el xiulian y pongas tu corazón firme para cultivarte, todo aquello que has perdido puede ser repuesto" (Segunda Lección, Zhuan Falun)
Sentí cómo mi cuerpo temblaba, lloré de inmediato ya que sabía que el Maestro me estaba animando. No había renunciado a mí! Sentí que mi fe en la cultivación era aún más fuerte. Me dije que no debía preocuparme por nada más que la cultivación, después de tropezar, no te quedes ahí, ¡levántate y sigue!
Cultivando cada pensamiento
Después de que mi madre se despertó, no podía mover la parte derecha de su cuerpo, por lo que no podía cuidarse. El proceso de ayudarla también fue un proceso de cultivación para mí. Siempre he buscado la comodidad, era perezosa y no quería hacer ninguna tarea, ella siempre ordenaba mi habitación. También me gustaba dormir hasta tarde, todos los fines de semana o durante las vacaciones dormía mucho. También estaba apegada a la comida, me apetecía comer esta comida hoy y mañana otra. Le pedía a mi padre que cocinara o que pidiera comida para llevar.
Al ayudar a mi madre, mi apego a la comida desapareció. No me importaba lo que comía, también abandoné mi apego a la tranquilidad. Comencé a participar en los ejercicios matutinos, también enviaba pensamientos rectos cuatro veces al día, comencé a cocinar. La mayor parte del tiempo estudiaba el Fa con mi madre y también traté de encontrar tiempo para recitar el Fa por mi cuenta. La limpiaba y me aseguraba que siempre estuviera muy limpia. Cuando otro practicante me vio, dijo: “¡Trabajas mucho!”, le sonreí y dije: “las dificultades forman parte de la cultivación”.
El Maestro dijo: “Cuando sobrepasas este nivel del hombre común, ya puedes percibirla” (Primera Lección, Zhuan Falun).
Después de llegar a casa, como estaba todos los días con los practicantes, dejé de mirar el celular, el tiempo que dedicaba a jugar él lo dediqué a estudiar el Fa. Me di cuenta que cuando no escuchaba ni miraba noticias de la gente común ni permitía que entrara información dañina en mi mente, esta estaba mucho más clara. Cuando hice la meditación sentada, tuve una sensación maravillosa que nunca antes había experimentado.
Mi novio era seis años mayor que yo. Su trabajo no era tan bueno como el mío, no les gustaba a mis padres, pero insistía en salir con él. Cada vez que lo nombraba, discutía con mis padres. Un practicante me dijo: “Esto podría ser una interferencia de qing que intenta hundirte”.
No era diligente en mi cultivación y me negué a escuchar a mi madre. Discutí y dije que me estaba ”amoldando a la sociedad común” o “que la gente joven aún necesitan formar familias”. Cuando mi madre sufrió esa gran tribulación, sentí que debía tener algo que ver conmigo. A ella no le gustaba mi novio y yo me negué a escucharla, esto se convirtió en algo que no pudo superar.
Después de calmarme y pensarlo detenidamente, me di cuenta de la gravedad de la situación. Después de comenzar a salir con él, mis apegos se acentuaron. Me quedé atrapada en el sentimentalismo entre un hombre y una mujer, y desarrollé un fuerte apego a la lujuria. Soñaba con una vida feliz, con vivir en una casa bonita, con conducir un coche elegante y con ganar más dinero para lograr estos objetivos. ¡Incluso tenía el deseo de tener un perro! Mis pensamientos sobre cómo vivir una buena vida eran como los de una persona común. Me di cuenta de que la raíz de perseguir fama e interés propio era el sentimentalismo. Me alejó de la práctica e intentó destruirme.
Debía deshacerme del sentimentalismo. Mi novio nunca había accedido a romper. Esta vez, después de que le dije: “Si realmente quieres lo mejor para mí, por favor, respeta mi decisión” él dijo: “ Claro”. Después de eso me llamó dos veces y no respondí. Desde entonces seguimos caminos separados.
Estaba aún más segura de haber tomado la decisión correcta.
Lo que sea que encontremos en nuestra cultivación no es accidental. Como mis pensamientos estaban en el Fa, no me sentí triste en absoluto. La tensión entre mis padres y yo a causa de mi exnovio desapareció. Esa noche tuve un sueño: Mi exnovio venía a buscarme. Bajaba de un edificio muy alto y me dijo que quería reconciliarse, le dije: “Por favor, déjame en paz”. Después de eso, volví al edificio alto y seguí subiendo y subiendo. Supe que ese gran obstáculo en mi cultivación se había ido.
Con más estudio del Fa, sé claramente como cultivarme. No importa cuán pequeño sea el problema, incluso si alguien dice una frase, si esta mueve mi corazón, me doy cuenta que esto es una prueba que hay que pasar. Esto también es una oportunidad y debo atesorarla. Recuerdo lo que dijo el Maestro:
“...quien refina gong tiene que ejercer Ren” (Novena Lección,Zhuan Falun).
Cuando ejercía Ren, no me metía en conflictos y gradualmente muchas cosas ya no me movían. Me volví más calmada y menos emocional. También fue un proceso de eliminación del sentimentalismo. Al fin y al cabo, cada apego surge del sentimentalismo.
Cuando podemos dejar de lado las emociones, la compasión ocupa su lugar. Como dijo el Maestro: “La misericordia es el estado eterno de los dioses” (¿Por qué rechazas?, Hong Yin III).
También adquirí el hábito de mirar las cosas desde los principios rectos: entonces todo se convierte en algo bueno. Ahora, la cultivación no parece tan difícil.
Conclusión
Cambié cuando tomé en serio el estudio del Fa. Entendí realmente por qué el Maestro siempre nos dice que estudiemos más el Fa, que también es la primera de las tres cosas que debemos hacer. Ya sea cuidando a mi madre, hacer frente al acoso de los agentes del equipo de seguridad doméstica o mi fe en Dafa, mis pensamientos rectos son amplios y poderosos.
El Maestro dijo:
“Actualmente, en todo el mundo yo soy el único que está transmitiendo públicamente el Fa recto, he hecho algo que la gente anterior nunca hizo en el pasado y además he abierto una puerta así de grande en el período final del Fa. En realidad es algo que no se encuentra en miles o en decenas de miles de años; sin embargo, en cuanto a poder ser salvado o no, es decir, poder cultivarse o no, aún tiene que depender de uno mismo; esto que enseño es un enorme principio del universo” (Tercera Lección, Zhuan Falun).
“Pero vuestro camino es muy estrecho, con un pequeño descuido, el camino se desvía, y una vez que se desvía, surgirán problemas, incluso problemas grandes, y si no puede retornar, será un lamento para siempre” (Otra vez un palo de advertencia).
He practicado durante mucho tiempo, pero tomé un gran desvío. Aunque lo lamento, me siento afortunada de haber despertado. La gran tribulación de mi madre me ayudó a ser diligente. Aunque aún no se ha recuperado del todo, continua estudiando el Fa, hace los ejercicios y envía pensamientos rectos, cada día mejora. Cuando estaba gravemente enferma, varias personas comunes esperaron a ver cuál era el desenlace. Sabían que todos en mi familia practicamos Dafa. A través de su mejora todos han visto cómo es de increíble Falun Dafa.
Caminaré bien el último tramo de mi cultivación y volveré a casa con el Maestro.
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