(Minghui.org) Un día, como de costumbre, salí a contarle a la gente los hechos sobre Falun Dafa. Cuando entré a unos grandes almacenes, vi a un anciano de cabello gris que caminaba y murmuraba para sí mismo.

Me acerqué y le dije: “¿Cómo está, señor? ¿Aún no ha encontrado lo que busca?".

Él dijo: “Quiero comprar un atuendo holgado e informal para un hombre mayor, pero todo lo que encuentro es ropa ajustada de formas extrañas. Las personas que los usan, ¿parecen seres humanos aún? Hoy en día, la sociedad está transformando a los humanos en fantasmas”.

Su franqueza y su voz eran tan familiares que miré su rostro con mucho cuidado. Me di cuenta de que era un excompañero, Guangyin, a quien antes perjudiqué profundamente, hace más de 50 años. El recuerdo de ese evento doloroso apareció rápidamente.

Un evento del pasado

En la década de 1960 fui asignado para trabajar en una gran fábrica estatal de municiones, tan solo tres años después de terminar la escuela secundaria técnica. Más tarde fui ascendido de puesto y luego fui secretario de la liga juvenil, una afiliada del malvado partido comunista chino (PCCh).

Al final del "movimiento de las cuatro limpiezas" y el comienzo de la gran revolución cultural, el secretario del PCCh me ordenó "desenmascarar y criticar" a Guangyin.

Amenazado y coaccionado por el partido, sin mencionar mi impulso por el beneficio personal, ignoré mi conciencia y acepté. En una “reunión cara a cara para desenmascarar y criticar”, “expuse y critiqué” a Guangyin.

Después, el partido hizo que lo despidieran de la fábrica, con la excusa de que tenía "antecedentes familiares de clase alta". Nunca lo volví a ver. Ese incidente me dolió profundamente y, aunque había sucedido hacía más de 50 años, se me llenaron los ojos de lágrimas.

El anciano vio mi expresión insólita, se subió las gafas y abrió mucho los ojos. Los dos gritamos el nombre del otro casi al mismo tiempo.

Me incliné ante él profundamente, presionando mis palmas juntas en el gesto de respeto de heshi. Genuinamente arrepentido, le dije: “¡Hermano Guangyin, sinceramente me disculpo con usted! ¡Le ruego que me perdone! ¿Cómo está?".

Lo pensó durante unos segundos, luego estrechó mi mano con fuerza y dijo: “¿Cómo estás? ¡Olvidemos el pasado! En ese momento eras joven e ingenuo. El secretario del partido te engañó y realmente no te culpo”.

Le agradecí por perdonarme y le dije: “Estoy bien, porque soy bendecido por Falun Dafa. Fue Dafa que me salvó. De otra forma nunca te habría encontrado hoy”.

Dafa me dio una nueva vida

Pensé por un momento y dije: "Habiendo sido engañado por el malvado partido, te perjudiqué profundamente y me generé mucho y pesado ye. Más tarde, yo fui perseguido por el partido y fui dañado tanto mental como físicamente. Aun antes de cumplir 30 años, estaba plagado de muchos problemas de salud".

“Cuando me hice mayor, ni siquiera podía cuidarme, llevé una vida amargada durante más de diez años, lo que era peor que la muerte”.

“Afortunadamente, en 1996 comencé a practicar Falun Dafa. Solo después de leer ese atesorado libro Zhuan Falun, pude ponerme de pie. Una vez que terminé de leerlo por segunda vez, podía ir al sitio de ejercicios para practicar los movimientos. Un mes después, todas mis enfermedades habían desaparecido. Ves lo saludable que estoy ahora; ¡Es Dafa lo que me ha dotado de una nueva vida!".

Guangyin dijo: “Escuché que confrontaste al secretario del partido durante su reunión por criticar a Falun Dafa; ¡lo derrotaste!".

Le dije: “En realidad en ese momento, estaba tratando de ayudarlo a él y a otros miembros del partido que estaban allí. No quería que se destruyeran persiguiendo a Dafa. Lo que hablé y clarifiqué durante la reunión era todo verdad, pero todo lo que ellos dijeron eran mentiras y calumnias del partido. Entonces dije: 'El mal no puede vencer lo que es recto' y se quedaron sin habla”.

Él dijo: “Realmente admiro a los practicantes de Falun Dafa. También yo apoyo a Falun Dafa”.

Renunciar al PCCh

Luego dijo: “Escuché que el secretario Wang murió en un accidente de tráfico. ¿Es verdad?".

Le dije: “Sí. El malvado partido tiene tantas deudas con nosotros, el pueblo, que es hora de eliminarlo. ¡Busquemos un lugar para sentarnos y charlar!".

Hablamos brevemente sobre nuestras experiencias, luego hablé sobre los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia de Falun Dafa. Le hablé de la bondad de Dafa y que más de 100 países y regiones alrededor del mundo lo apoyan y solo el PCCh lo persigue.

Él interrumpió y dijo: "¡El PCCh es monstruoso!". Le dije: “Es un espectro; ¡es Satanás, un demonio!".

También le conté cómo fui encarcelado y perseguido y el hecho de que el partido ha estado sustrayendo órganos de practicantes vivos de Falun Dafa para su propio beneficio. Le hablé de la antigua piedra tallada en Guizhou que dice: "El partido comunista chino muere".

Le pregunté si había escuchado que el Cielo va a eliminar al PCCh y que renunciar al PCCh podría mantenerlo a salvo.

Él dijo: "Sí, he visto las pegatinas". Le dije que había renunciado al PCCh en el sitio web de La Gran Época hace más de diez años y le pregunté si alguna vez se unió al PCCh.

Dijo que se había unido al partido en la pequeña fábrica donde trabajó, tras haber sido despedido del arsenal, pero después de retirado él quemó su certificado de membresía al PCCh, y nunca volvió a pagar las cuotas.

Le dije: “Renunciar al PCCh es un asunto muy serio. Cuando te uniste al PCCh, sostuviste tu puño en alto e hiciste el voto de dar tu vida por él. Solo cuando declares públicamente en el sitio web de La Gran Época, que has renunciado al PCCh y a sus organizaciones afiliadas, podrás realmente retirarte de él. Cuando se dé ese tiempo, los registros en La Gran Época, podrán testificar para ti.

Puedes usar un apodo o un seudónimo para renunciar. Si no sabes cómo usar Internet, yo puedo hacerlo por ti.

Antes de que pudiera terminar, se paró, sostuvo su puño derecho en alto y dijo: "Hoy yo, Guangyin, juro a los Cielos que voluntariamente renuncio al PCCh y a sus organizaciones afiliadas y ayudaré resueltamente a derrocarlo".

Yo le dije: "No necesitamos derrocarlo. Cuando todos renuncien ¿todavía existirá?".

Él dijo: “Oh, es verdad”. Me pidió que también ayudara a su esposa a renunciar.

Yo dije: “En algunos días los visitaré para ayudar a tu esposa y tus hijos a renunciar también. Sé que todos ellos se unieron a las organizaciones del PCCh. Solo cuando el sujeto acepta en persona, entonces es efectivo”.

Él dijo: "¡Entonces está decidido! Les contaré a cerca de esto cuando llegue a casa. ¡Todos estaremos esperando tu visita!".

Pocos días después visité a Guangyin y llevé los libros y dispositivos USB con los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista y El Propósito Final del Comunismo, así como algunos regalos. Me disculpé ante toda la familia otra vez.

Le dije a la esposa de Guangyin: “Hoy estoy aquí para pedir perdón. Yo los perjudiqué. Por favor perdónenme”.

Su esposa rápidamente sugirió que me sentara en el sofá y dijo: "El caso ha sido enteramente aclarado, ¿no es así? ¡Olvidemos del pasado! ¿Tu edad es cercana a los 70 años?".

Yo dije: "Tengo 75 años". Dijo que ella y Gunagyin estaban cerca de los 90.

Les dije que la longevidad de la que gozaban era buena fortuna por ser buenas personas, y de nuevo les agradecí por su perdón.

Guangyin me dio una lista con 18 nombres de personas que querían renunciar al PCCh, la liga juvenil y los jóvenes pioneros. Le pregunté: "Hay solo siete en tu familia, ¿Por qué 18 nombres?".

El respondió: "Fui al parque, encontré a mis viejos amigos y los persuadí de renunciar, así podemos ayudar a librarnos del PCCh tan pronto como sea posible".

Mientras nos despedíamos, ellos dos caminaron un largo trecho hasta verme partir. Teníamos tanto que compartir.

La esposa de Guangyin estrechó mi mano firmemente y dijo: “Después de que leamos todos estos materiales, iremos a tu casa para aprender Falun Dafa”.

"¡Eso es magnífico!", dije. “Llámenme entonces, y mi hijo vendrá a buscarlos”.

Ella asintió varias veces: “¡Magnífico, magnífico, magnífico! Entonces es un hecho; ¡encontrémonos después nuevamente!”.

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