Un coronel retirado muere en la cárcel y su familia sospecha encubrimiento

(Minghui.org) La familia del Sr. Gong Piqi recibió una llamada de un guardia de la prisión en la noche del 12 de abril de 2021, y le dijeron que el coronel retirado de 66 años de la ciudad de Qingdao, provincia de Shandong, acababa de ser llevado al hospital para ser reanimado.

Momentos después, el guardia de la prisión volvió a llamar y dijo que el Sr. Gong, que estaba cumpliendo una condena de 7,5 años en la prisión de Jinan (también conocida como la prisión de la provincia de Shandong) por practicar Falun Dafa, había muerto de un repentino derrame cerebral.

Cuando la familia del Sr. Gong fue al hospital a la mañana siguiente, el médico y las autoridades de la prisión se negaron a dejarles ver su cuerpo. Ante la enérgica protesta de la familia, al hermano mayor y al sobrino del Sr. Gong se les permitió finalmente echar un vistazo a su cuerpo, pero sin tomar fotos ni vídeos.

Según su hermano, la cabeza del Sr. Gong tenía heridas y estaba hinchada y había sangre en sus oídos.

Durante el año y medio anterior a la muerte del Sr. Gong, la prisión nunca permitió a su familia visitarlo, citando la pandemia como razón. Su familia dijo que no tenía conocimiento de su estado de salud y de si había sido torturado en la prisión.

Según el vídeo de vigilancia proporcionado por los guardias de la prisión, el Sr. Gong se sentía enfermo y permaneció en la cama la noche de su muerte. Un médico de la prisión había acudido a tomarle la presión, pero el médico se marchó sin proporcionarle ningún tratamiento. Alrededor de las 20:32 horas, el Sr. Gong se cayó al suelo y no podía moverse, pero la ambulancia no llegó hasta las 21:00 horas.

Mientras que el guardia de la prisión que llamó a su familia afirmó que el ataque fatal del Sr. Gong fue causado por incumplir a su tratamiento para la hipertensión arterial, su familia cuestionó por qué la prisión no les había informado antes de su estado o no le había dado la libertad condicional por motivos médicos.

Su familia dijo que ha habido demasiadas preguntas sin respuesta, como cuánto tiempo tuvo el Sr. Gong la presión alta, qué tratamiento le proporcionó la prisión, si tenían registros del mismo, por qué el médico no le proporcionó ningún tratamiento el día antes de su muerte y por qué tardó media hora en llegar la ambulancia.

El Sr. Gong Piqi

Comenzando a practicar Falun Dafa a pesar de la persecución

El Sr. Gong leyó por primera vez Zhuan Falun, el texto principal de Falun Dafa en 1995. Aunque le impresionaron los profundos principios tratados en el libro, no estaba preparado para comenzar la práctica en ese momento.

Cuando el régimen comunista chino inició la persecución a Falun Dafa en 1999, el Sr. Gong, miembro del partido comunista desde hacía mucho tiempo, sabía a qué se enfrentaban los practicantes. Pero fue entonces cuando tomó lo que considera la decisión más importante de su vida.

"Sabía lo que podía perder y lo que me esperaba si empezaba a practicar Falun Dafa, pero lo que ganaría no tendría precio. Había una voz en mi interior que me llamaba. Sabía que tenía que tomar la decisión: era el momento de elegir mi camino", dijo.

El 15 de agosto de 1999, unas tres semanas después del inicio de la persecución, el Sr. Gong decidió comenzar a practicar Falun Dafa. Poco después dejó de fumar y de beber. Su salud también mejoró.

Cuando su superior se enteró que practicaba Falun Dafa, fue despedido del ejército y obligado a jubilarse anticipadamente.

Manteniendo firme su fe a pesar de las dificultades

El Sr. Gong y su esposa, la Sra. Sun Dongxia, que también practica Falun Dafa, fueron detenidos por primera vez el 13 de mayo de 2005. Su esposa fue condenada a cinco años de prisión, y él fue llevado a un centro de lavado de cerebro. Tres oficiales lo vigilaban las 24 horas del día y lo obligaban a ver vídeos de propaganda que demonizaban a Falun Gong.

Cuando el Sr. Gong reveló cómo el régimen comunista persigue a Falun Dafa, un joven oficial lo golpeó, causándole heridas y hemorragias internas.

Al ver que tanto el lavado de cerebro como el tormento físico no conseguían hacerle cambiar, los militares lo amenazaron con suspenderle la pensión, obligarlo a abandonar su vivienda gubernamental e incluso encarcelarlo.

Pero nada de eso sorprendió. Estaba preparado para perderlo todo cuando decidió elegir este camino seis años antes.

También comprendió que los represores participaban en la persecución porque estaban engañados por la propaganda del régimen comunista y no entendían realmente Falun Dafa.

Escribió una carta a su superior para explicarle la verdad sobre Falun Dafa y cómo quería ser una mejor persona siguiendo los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia.

Su superior se sintió conmovido por su carta y decidió ser indulgente. El Sr. Gong regresó a casa tras siete meses de detención.

Última detención

El Sr. Gong fue apresado por la policía junto con su esposa durante una detención en grupo de más de 20 practicantes de Falun Dafa entre el 16 y el 17 de octubre de 2017.

La policía saqueó su casa y confiscó muchas de sus pertenencias relacionadas con Falun Dafa, así como 150.000 yuanes en efectivo (unos 20.000 dólares).

Aunque su esposa fue liberada al día siguiente, el Sr. Gong permaneció detenido en el centro de detención de Pudong, en Jimo, provincia de Shandong.

El tribunal del distrito de Shibei en Qingdao lo juzgó en una sala improvisada dentro del centro de detención el 24 de mayo de 2018. Su abogado señaló que el procurador no tenía pruebas sólidas con las cuales acusar a su cliente, que fue detenido mientras intentaba visitar a un amigo que no sabía que había sido arrestado el día anterior.

El abogado también dijo que el procurador no respondió a su petición de libertad condicional médica para el Sr. Gong, que comenzó a experimentar síntomas graves y presión arterial alta en marzo.

Cuando el abogado pidió que se recusara al procurador por negligencia en el cumplimiento de su deber, el juez aplazó el juicio.

El juez celebró otra audiencia en el centro de detención el 22 de junio de 2018. El Sr. Gong testificó en su propia defensa. Dijo que no hizo nada malo al practicar Falun Dafa y tratar de ser una mejor persona.

Su abogado también argumentó sobre la violación del procedimiento legal por parte de la policía al manejar su caso. Dijo que ninguna prueba indicaba cómo su cliente había causado daño a la sociedad o a otras personas y, exigió que el Sr. Gong fuera absuelto. El juez interrumpió constantemente la defensa del abogado.

El 20 de julio de 2018, el juez le dictó una sentencia de 7,5 años con una multa de 20.000 yuanes.

Prisión de la provincia de Shandong

La prisión de la provincia de Shandong en la que el Sr. Gong cumplió su condena era conocida por los abusos a los practicantes de Falun Dafa para obligarlos a renunciar a su fe.

Los métodos de tortura más comunes eran palizas, la privación del sueño, permanecer de pie durante más de diez horas seguidas, el aislamiento con esposas, la denegación del uso del baño y el lavado de cerebro intensivo.

Muchos practicantes quedaron discapacitados como consecuencia de la tortura. Solo en 2002 murieron alrededor de 12 practicantes a causa de la tortura, según la información disponible recogida por Minghui.org. Un preso le dijo una vez a un practicante: "Mientras no te torturemos hasta la muerte, haremos que tu vida sea peor que la muerte".

Después de que el Sr. Shao Chengluo, médico detenido y practicante de Falun Dafa, contara a los funcionarios las torturas sufridas, los oficiales y los guardias siguieron abusando de él. El director de la sección de la prisión, Zhang Leiguang, lo retuvo junto a Qi Dongxing, condenado a muerte por asesinato, y le dio instrucciones a Qi para que torturara al Sr. Shao.

Zhang Leiguang, el instructor político Li Wei y otros oficiales también ayudaron a Qi y a otros reclusos que habían torturado a practicantes hasta la muerte a falsificar testimonios, afirmando a menudo que los practicantes habían muerto de "ataques al corazón". A veces también grababan vídeos de personas fingiendo reanimar a estos practicantes aunque ya estuvieran muertos.

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