Víctima de la "economía de plasma" de China obtiene una nueva vida gracias a la práctica de Falun Dafa

(Minghui.org) En 1990, el gobierno de la provincia de Henan, en China, apoyó firmemente la "Economía del Plasma", una campaña en la que la gente donaba plasma sanguíneo para venderlo a empresas de biotecnología. La población local lo vio como una oportunidad para ganar dinero, y los intermediarios obtuvieron enormes beneficios de la campaña. Sin embargo, debido a las bajas normas de salud y seguridad, incluida la falta generalizada de procedimientos de esterilización adecuados, la recolección generalizada de plasma provocó una rápida propagación del sida y la hepatitis C en toda China. Posteriormente se conoció como el "desastre del plasma sanguíneo". Los gobiernos locales encubrieron el desastre o eludieron su responsabilidad. El PCCh (partido comunista chino) guardó silencio sobre el asunto, y el tema se convirtió en un tabú.

Jia Ping, de 60 años, que vive en Toronto, Canadá, fue una víctima del "desastre del plasma sanguíneo". Contrajo hepatitis C a través de transfusiones de sangre. La práctica de Falun Dafa puso fin a su sufrimiento y le dio una nueva oportunidad de vida.

Jia Ping

Desastre provocado por el hombre

Jia Ping recordó: "Me hicieron una histerectomía en febrero de 1991 y recibí 2.400 cc de plasma sanguíneo. La operación fue un éxito y pronto me recuperé. Cuando estaba a punto de regresar al trabajo, empecé a tener náuseas y vómitos. En mayo de ese año, me ingresaron en la sección de enfermedades infecciosas del hospital de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación. Aparte del nivel elevado de transaminasas (enzimas), los médicos no encontraron nada malo en mí. Enviaron las pruebas a un laboratorio de Shanghái y el resultado reveló que tenía hepatitis C".

Una copia del "comprobante de hospitalización" de la Sra. Jia Ping, expedido por el hospital de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación de China en Zhengzhou.

"Muchos pacientes del hospital tenían síntomas similares. En aquellos años, muchas personas contrajeron enfermedades hepáticas por transfusiones de sangre, pero los hospitales no podían diagnosticar la enfermedad. Llamaban a los síntomas "hepatitis por transfusión de sangre". Mi médico me dijo que no era fácil tratar mi enfermedad. Solo podían controlar los niveles de enzimas. Mi médico me dijo que solía progresar hasta endurecerse el hígado y que podría vivir otros diez años. Recordó que el mejor medicamento para tratar la hepatitis C era la insulina.

La Sra. Jia también acudió a los mejores médicos de medicina tradicional china (MTC). Cada vez que visitaba a un médico de MTC, se llevaba a casa 12 bolsas de hierbas chinas. Bebía grandes tazones de hierbas medicinales cada día y se sentía como si estuviera sumergida en bebidas medicinales.

"Aquella catástrofe provocada por el hombre causó innumerables tragedias. Las autoridades persiguieron a los que expusieron la verdad sobre el 'desastre del plasma sanguíneo' y muchos tuvieron que trasladarse para evitar la persecución.

"Busqué tratamiento por todas partes. Cuando la medicina occidental no funcionó, probé la medicina china. Tomé innumerables pastillas y me sometí a muchos tratamientos. Mis síntomas se repetían. A veces eran graves, a veces leves. Nunca se erradicaban completamente". La piel de Jia Ping se volvió amarillenta y se debilitó mucho debido a la enfermedad y a los efectos secundarios de todos los medicamentos que tomaba. A veces se volvía muy irritable y se sentía como si estuviera esperando la muerte.

Una nueva vida gracias a la práctica de Falun Dafa

Desde la infancia, a Jia Ping le enseñaron a ser atea y a ser materialista. No creía en nada que la ciencia no pudiera explicar. Pero cuando la medicina occidental no pudo aliviar su dolor, pensó en practicar qigong o budismo.

"Mi madre empezó a practicar Falun Dafa en 1995 y le pareció excelente. Me sugirió que lo intentara. En ese momento, mucha gente en China practicaba Falun Dafa. Se corrió la voz rápidamente sobre los extraordinarios beneficios para la salud de esta práctica. Esto aumentó mi confianza".

Practicar Falun Dafa fue duro para Jia Ping al principio. "No podía ni siquiera permanecer de pie durante media hora. No podía subir las piernas en la meditación sentada. Por suerte, muchos practicantes vivían cerca. Veíamos las conferencias grabadas del Maestro Li Hongzhi (fundador de Falun Dafa) y leíamos juntos Zhuan Falun. Poco a poco, me di cuenta que la cultivación no es para tratar las enfermedades. Mi enfermedad fue causada por mi yeli (karma). En la verdadera práctica de la cultivación, uno debe mejorar su carácter a través de la cultivación y ser una buena persona".

Jia Ping decidió cultivarse sinceramente. Continuó haciendo el ejercicio de meditación sentada sin importar lo doloroso que fuera. Poco después, las secreciones de su sistema respiratorio disminuyeron y luego desaparecieron completamente. Se recuperó de su persistente enfermedad respiratoria. Experimentó lo que era respirar libremente. Dijo emocionada: "Fue como si volviera a nacer".

Volver a nacer

Mientras continuaba practicando la cultivación, la salud de Jia Ping se transformó completamente. Todas sus enfermedades persistentes desaparecieron. Cuando estaba en su mejor estado de cultivación, se sentía tan ligera como una golondrina.

Sin embargo, el mayor beneficio que le trajo la práctica de la cultivación de Falun Dafa fue el mejoramiento de su carácter. Siguió los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia en su vida diaria. Se volvió comprensiva e incluso aprendió a ser amable con los demás.

La mente de Jia Ping se sintió más clara y se hizo más ágil. "Con un cuerpo sano, un semblante tranquilo y una mente ágil, sobresalí en el trabajo. Para mejorar mis habilidades laborales, obtuve una maestría en el trabajo", dijo.

Jia Ping lleva 25 años practicando Falun Dafa. Se considera muy afortunada de haber encontrado esta práctica espiritual. "Desde el primer día que empecé a practicar, no he vuelto a ponerme una inyección o tomar una píldora. Mi vida cambió completamente".

Jia Ping se trasladó a Toronto (Canadá) en 2008. Se unió a la Bamda Marchante Tian Guo, conformada por practicantes locales de Falun Dafa. La banda a menudo recibe invitaciones para participar en eventos realizados en la ciudad. "En el crudo invierno o en el sofocante verano, mi resistencia es buena. Solo tengo que levantar las piernas y marchar. No importa la distancia que tenga que recorrer en auto, no me mareo. Tampoco le tengo miedo al frío. Esto era imposible en el pasado. Disfruto de una gran salud y realmente volví a nacer, algo que antes no podía imaginar".

Jia Ping se siente feliz de participar en la Banda Marchante Tian Guo.

"Soy muy afortunada. Mi único deseo es cultivarme y ser una persona mejor. Le agradezco a Falun Dafa por haberme dado una nueva vida".

"Ahora que el virus del PCCh está mutando constantemente y no hay una cura efectiva, ¿no deberíamos abrir nuestras mentes e informarnos sobre Falun Dafa? Actualmente, se practica en más de 100 países y regiones de todo el mundo. Sin embargo, está brutalmente reprimido en China, el país donde se enseñó públicamente por primera vez. Falun Dafa ha realizado innumerables milagros al resolver enfermedades y mejorar la salud de las personas".

Acerca de Falun Dafa

También conocido como Falun Gong, Falun Dafa es una práctica espiritual que millones de personas en todo el mundo han convertido en parte de sus vidas. Consta de dos componentes principales: el mejoramiento personal a través del estudio de las enseñanzas de Dafa y cinco ejercicios suaves y meditación.

El sistema de creencias de Falun Dafa ofrece la posibilidad de crecimiento espiritual a través de la práctica disciplinada. Se anima a los estudiantes a dejar de lado los apegos poco saludables mientras se esfuerzan por armonizar sus vidas con las cualidades del universo: Verdad-Benevolencia-Tolerancia.

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