(Minghui.org) Un practicante mayor estaba experimentando una tribulación de ye de enfermedad si ninguna señal de recuperación. Grupos de practicantes fueron para ayudarlo: “¡Deberías hacer esto…!”. Luego otro grupo de practicantes le dijeron: “¡Deberías actuar de esta manera…!”. Los practicantes le aconsejaron de distinta forma, y algunos fueron bastante exigentes. No obstante, el practicante falleció.

Cómo conocía bastante bien al practicante, estaba triste y apenado. Al mismo tiempo, en el fondo de mi corazón, también tuve pensamientos negativos hacia él: “Tenía un pobre entendimiento, si hubiera tenido unos pensamientos rectos fuertes, no habría fallecido”.

Uno años más tarde, me di cuenta que estaba equivocado, entonces siempre me centraba en mí. Parecía que pensaba en los demás, cuando de hecho, solo me preocupaba de mi propio entendimiento. Sentí firmemente: “Si me hubiera escuchado, no habría fallecido”. Me di cuenta de que había bastantes practicantes que tenían los mismos pensamientos.

Siempre que un practicante experimente una prueba de ye de enfermedad y una prueba de xinxing, debemos posicionarnos bien. No debemos considerarnos médicos y ofrecer un tratamiento. Más aún, si no hay una comunicación eficaz, lo que digamos no cuenta para nada. No debemos preocuparnos por las lagunas de los practicantes; estamos cultivándonos, por lo que no tendremos un camino fácil. El punto crítico es lo que realmente nos importa y lo que intentamos corregir y comentar. ¿Tenemos algún apego humano desconocido?. Incluso si no hay un apego, nuestras sugerencias solo funcionan cuando el practicante que tiene problemas nos escucha y se corrige.

Durante mucho tiempo, así era como actuaba: Siempre que escuchaba que alguien tenía problemas en pasar una prueba, inmediatamente quería instruirle. Más tarde, me pregunté por qué tenía este apego. Me di cuenta que estaba apegado a mi ego, sentía que mi estado de cultivación era bueno y que tenía una buena reputación entre los practicantes. Entendí que esto era un gran problema ya que desarrollé un gran ego. Tendía a comparar las deficiencias de otros practicantes con mis fortalezas y esto me hacía sentir mejor.

Hablaba demasiado y con frecuencia criticaba a los demás. A menudo me jactaba de haber pasado las pruebas. Era demasiado complaciente. Como cultivador, debo tener claro que independientemente de lo bien que haga las tres cosas y de lo bien que otros hablen de mí, mi cultivación es guiada por Dafa y protegida por el Maestro. Sin la protección y la guía del Maestro, ya podría haber fallecido, ya que estuve muy enfermo antes de practicar Falun Dafa. Todo lo que hemos logrado es gracias al Maestro. Solo si nos mantenemos tranquilos y con la mente clara los demás estarán dispuestos escucharnos y solo entonces seremos capaces de ver nuestros propios problemas y dejar ir nuestros apegos.

Cuando vemos los problemas de otros practicantes, puede ser una ilusión. No debemos considerarnos más elevados que los demás. En lugar de eso, podemos preguntar: “¿Qué puedo hacer por ti?”. Si somos benevolentes, daremos un estímulo a los practicantes que puede ayudarles a superar las pruebas. Si decimos: “Esto está mal, aquello está mal”, esto presionará a los practicantes y los obligaremos a entrar en un callejón sin salida.

También me di cuenta que cuando tratamos de ayudar a los practicantes, debemos ponernos en su lugar y ser considerados con él, nuestra actitud debe reflejar nuestra benevolencia. Nuestra voz no debe ser muy fuerte y no debemos dar órdenes. Solo cuando seamos muy amables, un practicante estará dispuesto a compartir y confiar en nosotros. Y cuando quiera hablarnos de algo de lo que se avergüenza debemos cultivar nuestra forma de hablar. Si hablamos con otros de los problemas del practicante, estaremos siendo irresponsables, ya que esto contribuye a arruinar al practicante. Por eso algunos practicantes no querían compartir sus problemas, incluso antes de morir. Es porque no confiaban en nadie y no se atrevían a hablar sobre sus problemas ya que les preocupaba que todo el mundo los conociera.

Debemos esforzarnos por hacerlo mejor, en lugar de ser complacientes o incluso juzgar, sintiendo que en comparación somos mejores que los demás. ¿No es cierto que este tipo de pensamientos revelan que no lo hacemos tan bien como pensamos? Ayudar a los practicantes es un proceso de cultivación que también nos ayuda a mejorar nuestra cultivación y a entender el Fa.