(Minghui.org) A finales de 2019, le dije a mi familia que la epidemia en Wuhan estallaría durante el Año Nuevo chino y que sería muy grave. Mi familia no lo creía, porque la CCTV, un medio del partido, decía que la epidemia era "prevenible y controlable" y que no se propagaría de persona a persona. Justo después del Año Nuevo chino de este año, el virus del PCCh estaba arrasando: se cerraron ciudades, al igual que aldeas, barrios y calles. Fue espantoso. Esta vez mi familia estaba un poco asustada y creyeron que lo que les había dicho era cierto.

En ese tiempo le dije a mi familia: “La epidemia no tiene nada que ver con nuestra familia. Debido a que toda nuestra familia cree en Dafa, estamos protegidos por el Maestro Li Hongzhi y no tenemos nada de qué preocuparnos”. También les dije: “Cuando un practicante de Falun Dafa venga aquí y les dé la lista de los que han renunciado al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones afiliadas, por favor guárdenlas para mí si no estoy en casa. Es tan difícil salvar a una persona. Por favor, no las pierdan”. De hecho, mi familia también entiende, que no es fácil para los practicantes de Falun Dafa aclarar la verdad y salvar a la gente. Mi familia siempre saluda cálidamente a los practicantes cuando vienen a mi casa. Estoy agradecido con el Maestro Li por ayudarme a crear un buen ambiente familiar.

Los médicos, enfermeras y pacientes del hospital de nuestro condado, se contagiaron. Debido a que murieron algunas enfermeras, se cerró el hospital y se aisló a los médicos y enfermeras. Mucha gente en nuestra zona contrajo el virus y murió. Aunque los líderes del condado, de la ciudad y de la provincia, no se atrevieron a decirle a la gente la verdad, no pudieron mantenerla en secreto, porque cuando la gente de nuestro condado iba a otros lugares, no se les permitía entrar. Esto también se supo en todo el país. La gente decía que nuestro condado era el segundo "Wuhan". La cuarentena no se levantó en nuestro lugar hasta el 1 de julio de 2020.

Cuando fui a la casa de una practicante a entregar revistas semanales, su familia no me dejó entrar. No los culpé, ya que entendí cuán preocupados y temerosos se sentían sus familiares no practicantes. Solo le dije: "Por favor, ven a mi casa por las revistas, pues mi familia está bien".

Aunque dije que estaba bien que viniera a mi casa, no pude evitar sentirme un poco preocupada. Temía que cuando la pandemia estuviera más seria, mi familia no querría practicantes en nuestra casa. Si ese fuese el caso, causaría retrasos en hacer algunas cosas para Dafa. Luego envié pensamientos rectos para despejar la interferencia, pidiéndole al Maestro que me bendijera con la capacidad de desintegrar todos los factores malignos en el campo dimensional de mi hogar. También estudié más el Fa para poder mantener siempre pensamientos rectos.

El 5 de marzo, el consejo editorial de Minghui.org, publicó la "Convocatoria de presentaciones para conmemorar el Día Mundial de Falun Dafa 2020". Descargué el editorial, lo leí con atención, lo imprimí y lo envié a otros practicantes. También comunicamos lo que significa escribir sobre nuestras experiencias de cultivación. Entendimos que debemos escribir nuestros artículos con cuidado y no perder esta preciosa oportunidad de compartir.

Las calles de nuestro condado estaban bloqueadas con grandes fardos de paja. Cada comunidad tenía una sola entrada y todos debían registrarse cuando salían y entraban. Para mí era muy inconveniente entrar y salir de mi vecindario. Acostada en la cama en la noche, le dije a Shifu: “Shifu, es muy difícil para los compañeros practicantes venir a mi casa a entregar sus manuscritos para la conferencia del Fa. Quiero alejar con mi capacidad de teletransportación, los fardos de paja, tal que les sea posible llegar aquí”.

Unos días después, tuve que ir de compras y me preparé para pasar a través de los fardos de paja como lo había hecho antes. Cuando llegué a la entrada de la calle, vi que solo quedaban tres fardos grandes. Inclusive, uno fue empujado hacia un lado, tal que había un gran espacio y yo podía pasar tanto en mi bicicleta como en mi motocicleta. ¡Estaba tan emocionada y agradecí al Maestro por mover los fardos! ¡Me apresuré a informar a mis compañeros practicantes que ahora podían llegar a mi casa sin ninguna dificultad!

A causa de las precauciones por la pandemia, muchas personas designadas por las comunidades, patrullaban las calles todos los días para comprobar si había intrusos. Yo vivo cerca de la carretera. Todos los días se sentaban cerca de mi casa, y fácilmente podían ver mi casa de un vistazo. Sin embargo, con el cuidado compasivo del Maestro y la cooperación de mi familia, era como si no hubiera pandemia en mi hogar. Mis compañeros practicantes pudieron presentar sus manuscritos a tiempo y los envié a Minghui.org.

El 29 de abril, estaba a punto de salir cuando sonó el teléfono a las 3 p. m. Era la directora del comité vecinal. Ella dijo: "Las autoridades de la ciudad han decretado que si firmas una declaración de garantía para no practicar Falun Dafa, tu nombre será eliminado del sitio web de seguridad pública". Le hablé de mis experiencias de cultivación durante los últimos 20 años y cómo el partido ha interferido con mi familia. Le dije: "Soy pequeña y sin educación, y no sé lo que quieres escuchar. No firmaré ninguna declaración de garantía. Puedes hacer lo que quieras, incluso quitarme la vida, ¡pero no lo firmaré!". Ella respondió: "Informaré de su situación al secretario del partido".

Mi madre preguntó qué había pasado. Le dije que me habían dicho que firmara una declaración de garantía de que no practicaría Falun Dafa, pero me negué. ¡Mi madre estuvo de acuerdo en que no debería firmar tal garantía!

Recordé el proceso del diálogo entre la directora del comité vecinal y yo y me acordé de cada frase que dije. De repente me di cuenta de que la frase: "Puedes hacer lo que quieras, incluso quitarme la vida si quieres" estaba mal. Le dije a la imagen del Maestro: "Maestro, lo que acabo de decir está mal. No puedo dejar que hagan lo que quieran y permitir que me maten. Soy discípula del Maestro y mi vida me fue dada por el Maestro. Solo el Maestro puede cuidarme y no permitir que el mal me persiga. Solo el Maestro tiene la última palabra. Aunque tengo el apego a la competencia, definitivamente me desharé de él. Por favor, Maestro, quédese tranquilo que nadie puede afectar mi fe recta en Shifu y en Dafa. Quiero ser una discípula de Dafa diligente”.

Esa noche, leí artículos de intercambio de experiencias en el sitio web Minghui, publicados ese día. Uno, escrito por un practicante en Hunan, se titulaba "Una experiencia de pensamientos y acciones rectos durante la epidemia". El autor describía cómo era consciente de la interferencia al salvar personas durante la pandemia. Cuando esto ocurría, ella recitaba un pasaje de la conferencia del Maestro en Exponiendo el Fa en la ciudad de Los Ángeles:

“Lo importante para un cultivador son los pensamientos rectos. Cuando tienes fuertes pensamientos rectos, eres capaz de resistir cualquier cosa y hacer cualquier cosa. Eso es porque eres un cultivador: alguien que está en un camino divino y que no es controlado por los factores de la gente común o principios de bajo nivel” (Exponiendo el Fa en la ciudad de los Ángeles, 2006)

Memoricé esta enseñanza una y otra vez, sin darme cuenta de las lágrimas que corrían por mi rostro y sintiendo una corriente cálida saliendo de mi cuerpo. Estaba muy agradecida con Shifu. ¡También agradezco a la practicante en Hunan por su inspiradora participación!

Siempre que tenía tiempo, recitaba este pasaje de Exponiendo el Fa en la ciudad de Los Ángeles, 2006, igual que otros Fa del Maestro, como Pensamientos rectos, Rectificación del Fa, ¿Por qué temer?, Bondades entre el Shifu y los dizi y Dioses en el mundo. Esto me ayudó a desintegrar todos los miedos y pensamientos no rectos reflejados en mi mente. Poniendo cada pensamiento en el Fa, podía desintegrar la persecución malvada. Envié a Minghui.org cartas de felicitación para el Maestro Li, escritas por practicantes de Falun Dafa para su publicación.

El Maestro dijo:

“Mis raíces están todas atadas al universo, y quien pueda tocarte a ti, entonces puede tocarme a mí; hablando claramente, él ya puede tocar a este universo”. (Zhuan Falun).

A lo largo de mis 21 años de cultivación en Falun Dafa, solo con la protección y el cuidado meticuloso del Maestro he logrado hacerlo hasta el día de hoy. ¡Gracias, Maestro, por tu compasión y bendiciones! Daré bien mis últimos pasos en la cultivación y nunca defraudaré al Maestro.