(Minghui.org) Soy una estudiante de posgrado. Durante el proceso de solicitud y hacer el examen de admisión, me di cuenta de que, siempre y cuando sueltes tus apegos, el Maestro Li Hongzhi puede ayudarte.

Como universitaria, me interesé por la investigación académica, que requiere un título de posgrado. En ese momento, mi pensamiento era simple: solo quería estudiar en la mejor universidad y con los mejores profesores de mi especialidad.

Entonces, comenzando en mi tercer año, me levantaba a las 5 a. m. y regresaba al dormitorio a las 10 p. m. Esto se convertía en un apego cada vez más fuerte. Vi mi deseo de asistir a una escuela famosa como un sueño puro e impecable. También lo llamé mi forma de validar el Fa.

Mis padres me aconsejaron repetidamente que me transfiriera a una escuela más compatible con mis habilidades, pero no estaba de acuerdo y les dije que, incluso si fallaba al final, quería intentarlo. Mis padres conocían mis habilidades, pero no pudieron disuadirme.

Mis mejores planes salen mal

El día del examen de admisión, había viento gélido y nevaba. El día anterior, me había resfriado porque había estudiado afuera. Tenía los síntomas de fiebre y secreción nasal, pero tuve que hacer el examen. Sabía que no aprobaría parte porque algunos de los temas eran nuevos para mí. Los resultados confirmaron mi valoración.

Empecé a reflexionar sobre mi perseverancia en la preparación para el examen. Sabía que estaba equivocada y no debería haberme apegado tanto a asistir a una escuela de prestigio. Entonces comencé a enviar desesperadamente solicitudes a distintas escuelas de posgrado que podrían reclutar universitarios recién egresados.

Antes pensaba que estaba equivocada al perseguir una escuela prestigiosa, ahora no me importaba qué tipo de escuela fuera; aceptaría cualquier oferta siempre que fuera admitida. Solo tenía un deseo y era continuar un posgrado. Llamé a las oficinas de admisiones de diferentes universidades y tuve que escuchar sus respuestas sarcásticas. No recuerdo cuántas veces me sentí deprimida ni cuántas veces lloré. Cada vez que quería rendirme, me decía que este era un proceso de poner a prueba mi corazón.

Finalmente, una escuela en una ubicación remota me envió una notificación para una segunda ronda de exámenes. Después, pensé que lo había hecho bien y esperaba ser admitida. Al parecer, había olvidado que estaba atrapada en una situación tan difícil debido a mi apego a la fama.

Cuando cené con mis padres esa noche, me sentí bien conmigo. Cuando íbamos de compras, hacía algunas exigencias poco razonables, como querer comprar ropa bonita, y actué como si ya fuera una estudiante de posgrado. Pero, al día siguiente, mi nombre no estaba en la lista de admisiones. Caí en pedazos.

Entendí que era otra prueba a mi xinxing . Estaba triste y lloré, pero me dije que tenía que mirar hacia adentro y que debía tener algunos apegos que no había soltado. Descubrí que tenía una profunda necesidad de evitar perder la cara. Me preocupaba que, si incluso una escuela en un lugar remoto no quisiera admitirme, me avergonzaría ver a mis compañeros y maestros cuando regresara a mi universidad. Me di cuenta de que siempre había sido arrogante y menospreciaba a otras personas.

Shifu dijo:

“Todos aquellos corazones que no puedes dejar entre la gente común, hay que hacer que los dejes. Todos los corazones de apego, siempre que los tengas, tienen que ser molidos y desechados en todo tipo de ambientes. Se te hace tropezar, y desde dentro de esto te iluminas al Dao; el xiulian transcurre simplemente de esta manera” (Cuanta Lección, Zhuan Falun).

Después de haber perdido toda esperanza, dejé de lado por completo mis apegos a perder la cara y al egoísmo y enfrenté la situación con calma, pensando que si no podía ingresar al posgrado este año, simplemente lo dejaría ir y lo volvería a intentar el siguiente.

Cuando regresaba a casa de la universidad, al día siguiente, el departamento de admisiones del posgrado de mi escuela me llamó y me dijo que había sido admitida. Me di cuenta de que solo cuando dejas ir tus apegos, Shifu puede ayudarte y puedes obtener todo lo que te corresponde.

Plantando las semillas de la cultivación

Me había sumergido en la gracia de Falun Dafa desde que era niña. Mis padres comenzaron a practicar cuando yo tenía un año. La persecución aún no había comenzado. Seguí a mis padres para difundir Dafa, hice los ejercicios y escuché el Fa con los adultos. Aunque no entendí los significados más profundos de las enseñanzas, entendí el estándar para medir el bien y el mal.

Cuando estaba en la escuela primaria, estaba en la puerta de la escuela todas las tardes, esperando a que mi padre me recogiera después de salir del trabajo. Aunque salía del trabajo muy tarde, a menudo lo esperaba más de una hora y era la única en la puerta, y nunca me quejé. No parecía saber qué era una queja. Solo sabía que era realmente mucho tiempo de espera, y que no era muy común.

Una vez, mientras esperaba a mi padre en la parada de autobús, un niño de mi clase de repente me gritó, llamándome "imbécil", "idiota", etc. No sabía cuándo lo había ofendido. Ni siquiera le dije una palabra en clase.

Muchos estudiantes lo vieron insultándome. Me quedé atónita por un momento, pero recordé el principio de que cuando alguien te ofende o golpea, aún tenías que sonreír. Mi sonrisa solo lo animó y les dijo a los otros estudiantes: “¡Miren, ella es una gran tonta. La llamé por sus “nombres” y ella sonrió, ¡realmente es estúpida!".

Después de que el partido comunista chino (PCCh) comenzó a perseguir a Falun Dafa, mi padre a menudo fue detenido ilegalmente y sometido a lavado de cerebro en el trabajo. A menudo no lo veía durante un mes y dependía cada vez más de mi madre. Cuando tenía 12 años, saquearon mi casa y arrestaron a mis padres. Estuve sola durante mes y medio.

Haciendo un gran avance académicamente

Además de mejorar mi xinxing, el mayor problema para mí eran mis calificaciones. Cuando era joven tuve un entendimiento erróneo acerca de “estudiar”. Siempre sentí que "luchar por el primer lugar" era un mal pensamiento y que solo necesitaba "seguir el curso natural" en términos de calificaciones. Esto se convirtió en una justificación desmesurada para mi pereza.

Entonces, desde la escuela primaria hasta la secundaria, a excepción de las materias de humanidades y ciencias, en las que sobresalí, mis calificaciones fueron promedio. Y especialmente no estudié matemáticas. En el examen de ingreso a la escuela secundaria de matemáticas, solo acerté la mitad de los problemas.

No fue hasta el tercer año de la escuela secundaria que, de repente, me di cuenta de que si mis calificaciones en matemáticas no mejoraban, tal vez ni siquiera pudiera ingresar a la universidad; estaba realmente preocupada.

Así que pensé que solo podía pedirle ayuda a Shifu. A menudo leo historias en el sitio web de Minghui sobre otros jóvenes practicantes de Dafa que lograron la excelencia académica porque fueron bañados en la gracia de Dafa, que abrió su sabiduría. Aunque leí muchas de esas historias, nunca me pasó.

En ese momento, no entendía por qué era así. Me preguntaba: “Todos somos jóvenes discípulos de Dafa. ¿Por qué otros obtienen calificaciones tan excelentes y yo no puedo?". Entonces me di cuenta de que ya no podía escapar de mi situación, así que comencé a estudiar mucho.

Incluso si era muy tarde cuando terminaba mis deberes escolares, todavía leía una Lección de Zhuan Falun antes de acostarme. De hecho, estudié el Fa con un corazón de “búsqueda y de perseguir”, y fue este corazón el que me impulsó a estudiar el Fa todos los días.

Aunque estudié el Fa con apegos, gradualmente comencé a entender que si yo era una estudiante, debía aprobar mis materias lo mejor posible para validar mejor el Fa. Como resultado, mis calificaciones en las pruebas de matemáticas mejoraron significativamente. En el examen de ingreso a la universidad, obtuve 129 puntos de 150. Finalmente entendí cuál era mi entendimiento erróneo sobre el desempeño escolar. Shifu dijo: "Tanto sacrificas, tanto obtienes, es simplemente este principio" (Novena Lección, Zhuan Falun).

Solía pensar que, mientras me cultivara, mis notas serían excelentes. Me di cuenta de que esto era un mal entendimiento de Dafa e imposible de lograr. La cultivación debe ajustarse al estado de la gente común en la mayor medida posible, y no hundirse con la corriente de la gente común. Si no trabajo duro y espero sacar buenas notas fácilmente, es una ilusión y una excusa para mi pereza.