(Minghui.org) Nací en una pobre familia campesina hace 64 años. Mi madre falleció a la edad de 45 años y dejó nueve hijos, el más pequeño solo tenía cuatro años. Yo, la mediana, tenía entonces 18 años.

Me hice cargo de mis cuatro hermanos menores. El duro trabajo cobró su precio sobre mi salud. A veces pensaba en acabar con mi vida para poder estar con mi madre. Una vez, mi hermana mayor me llevó a una adivina de su pueblo. La adivina predijo que no viviría más allá de los 45 años.

Cuando me casé le dije a mi marido: "Vengo de una familia pobre, mi madre murió joven, siempre alimentaba a los demás antes de tener algo para ella. Espero que podamos disfrutar de una vida familiar armoniosa. Por favor, no me grites y yo tampoco te gritaré". Él aceptó. Durante los siguientes diez años, nunca me regañó por nada.

En 1996, me hice practicante de Falun Dafa. Mi esposo fue testigo de los enormes cambios en mi salud y no interfirió en mi cultivación.

Sin embargo, en julio de 1999 comenzó una implacable persecución contra Falun Dafa dirigida por Jiang, el exjefe del Partido Comunista Chino (PCCh). La policía frecuentaba mi casa para acosarnos a mi familia y a mí. Me detuvieron y me extorsionaron por dinero. La policía también fue al lugar de trabajo de mi marido para amenazarlo a causa de mi fe. Toda mi familia sufrió debido a la persecución.

Bajo una tremenda presión, mi marido se preocupaba de que me arrestaran en cualquier momento. Empezó a golpearme y a maldecirme para descargar su ira.

Yo quería ir a la plaza de Tiananmen para pedir el fin de la persecución a Falun Dafa. Para evitar que yo fuera, mi marido me amenazó con quemar mis libros de Dafa. Pedí ayuda a mi hijo y rápido salí de casa. Pasé la noche en casa de un compañero y al día siguiente fui a la plaza de Tiananmen. Tras mi arresto, pasé un mes detenida y luego me fui a vivir con un pariente mayor.

Cuando se retransmitió por televisión la escenificación de la "autoinmolación de Tiananmen", mi marido se preocupó de que una de las víctimas pudiera ser yo. Más tarde se enteró por sus familiares de que yo seguía viva. Me pidió que volviera a casa, pero me negué. "Si vuelvo a casa, no me dejarás hacer los ejercicios ni estudiar el Fa", le dije. "Volveré a casa cuando termine la rectificación del Fa".

"Por favor, vuelve a casa", dijo. "Aunque el PCCh continúa la persecución, yo escondí tus libros de Dafa por ti, no quemé ninguno de ellos. Ya no intentaré impedir que practiques Falun Dafa".

Aterrorizado de que pudiera ser arrestada de nuevo, una vez mi marido salió afuera con mi ejemplar de Escrituras esenciales para mayor avance y dijo que lo quemaría. Lo perseguí afuera y cuando estaba a punto de enterrar el libro en el patio, le pedí que no dañara los libros de Dafa. Estaba preocupado por mi seguridad y me prohibió cultivar. Me golpeó con un palo y me dejó moretones en los brazos y las piernas.

Me senté con él para explicarle por qué insistía en practicar la cultivación y le hablé de la bondad de Dafa. Cuando se calmó, leyó de principio a fin el libro Escrituras esenciales para mayor avance.

Hice que mi marido viera programas de la televisión NTD (New Tang Dinasty), como Los Nueve Comentarios del Partido Comunista Chino. También le di a leer boletines y folletos sobre Falun Dafa. Poco a poco, aprendió lo que realmente es Falun Dafa y ahora aprueba la práctica. Le dije que siempre que se encontrara en una situación difícil, recordara decir "Falun Dafa es bueno, Verdad, Benevolencia, Tolerancia es bueno", y el Maestro Li, fundador de Dafa, le ayudaría.

Los cambios en mi marido fueron espectaculares. En invierno, me acompañaba cuando salía a la calle a colocar carteles de Falun Dafa. Preocupado por mi seguridad, a veces salía él solo a colocar los carteles de Dafa por la noche y me pedía que revisara los carteles a la mañana siguiente.

Lo que mi marido ha hecho, le ha traído buena fortuna. Un día, en el trabajo, se resbaló y cayó desde un acantilado de más de 10 metros de altura. Al pie del acantilado había un profundo estanque. En el centro del estanque había una gran roca con una depresión en el centro. Había tierra blanda en el centro de la depresión. Aterrizó en la tierra blanda de la roca y perdió el conocimiento.

Lo rescataron y lo enviaron a urgencias del hospital. Tenía una herida en uno de sus brazos que necesitaba puntos de sutura. También se fracturó huesos de la espalda, pero se recuperó en un mes.

No fue hasta varios años después, mientras visitábamos a otro practicante, que mi marido nos contó lo que había sucedido aquel día. Cuando estaba cayendo del acantilado, un anciano con una larga barba blanca lo atrapó y lo puso en la depresión de la roca. De otro modo, se habría ahogado en el estanque o habría muerto al caer sobre la roca. El compasivo Maestro de Falun Dafa, Li Hongzhi, salvó a mi marido.

Él me apoya mucho en mi cultivación y les habla a los demás de las bondades de Dafa. Empezó a hacer el quehacer doméstico para que yo tuviera más tiempo para estudiar el Fa y aclarar la verdad a la gente. También aprendió a cocinar y su caracter mejoró.

El Maestro dijo:

“…cuando una persona practica, toda la familia se beneficia” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Australia, 1999).

Dafa no solo me salvó a mí, sino también a mi marido.

Quiero agradecer al Maestro su compasión y protección durante estos últimos veinte años. En el final del período de la rectificación del Fa, seguiré siendo diligente, haré bien las tres cosas y salvaré a más personas. No decepcionaré al Maestro Li y seré digna de su compasiva salvación.

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