(Minghui.org) El propietario de una empresa de Internet en la ciudad de Jingmen, provincia de Hubei, fue condenado a 4.5 años de prisión por su fe en Falun Gong, una práctica para la mejora de mente y cuerpo que ha sido perseguida por el régimen comunista chino desde 1999. Recientemente, Minghui ha confirmado que fue torturado en la cárcel, además de golpeado, esposado, privado de sueño y forzado a realizar trabajos no remunerados.
El Sr. Meng Xianglong, exempleado de la oficina local de impuestos, fue condenado a cinco años de prisión en 1999 por su fe. Fue despedido de su trabajo cuando fue liberado en 2004. Para ganarse la vida, creó su propia empresa de Internet, que pronto tuvo mucho éxito. Tras su última detención en 2015, se vio obligado a cerrar la empresa, lo que le provocó importantes pérdidas económicas.
Última detención y sentencia
El Sr. Meng fue detenido cuando se dirigía al trabajo el 19 de marzo de 2015, y fue recluido en el Centro de Detención de Huyaguan. Compareció ante el Tribunal el 3 de noviembre de 2015 y posteriormente fue condenado a 4.5 años en la Prisión de Fanjiatai, donde estuvo encarcelado durante su primer período.
Golpeado por más de diez reclusos
El día que llegó a la prisión, fue retenido en una sala de interrogatorios y obligado a memorizar las reglas de la prisión, pero se negó. Más de 10 reclusos lo rodearon y lo golpearon por todo el cuerpo. Con cada golpe, le preguntaban si quería cooperar, pero se negaba. Durante la golpiza, un diente del lado derecho de su boca salió volando y escupió sangre. También se le aflojaron todos los demás dientes.
Ilustración de la tortura: Palizas.
A continuación, los reclusos lo arrastraron hasta el patio situado detrás del baño, donde la cámara de vigilancia estaba bloqueada, y continuaron golpeándolo. Su camisa y los pantalones estaban empapados de sangre. Los reclusos lo llevaron de nuevo al baño y le lavaron las manchas de sangre del cuerpo antes de empujarlo de nuevo a su celda.
Obligado a permanecer de pie
El Sr. Meng fue obligado a permanecer de pie durante largas horas todos los días por no renunciar a Falun Gong. Se le hinchaban las piernas y no podía ponerse los zapatos. Se sentía débil y sin energía. Quince días después, como se mantenía firme en defensa de Falun Gong, los reclusos no le permitían acostarse hasta después de medianoche, pero le despertaban a las 6 de la mañana todos los días.
Un día, tenía mucho sueño y se acostó antes de la hora permitida. Los reclusos empezaron a pegarle. Uno de ellos le estranguló con una toalla y otros le golpearon en el estómago. El Sr. Meng gritó que le estaban pegando, pero el guardia de turno no vino hasta quince minutos después.
Los guardias también intentaron obligarlo a añadir la palabra "criminal" antes de su nombre al pasar lista. El Sr. Meng se negó a hacerlo. Los guardias acabaron cediendo.
Trabajos forzados
El Sr. Meng fue obligado a realizar trabajos forzados en la cocina, 18 días después de llegar a la prisión. Los guardias también le privaron del sueño durante una semana después de empezar a trabajar allí, como forma de aumentar su sufrimiento.
Al ver que el método de tortura no surtía efecto en él, los guardias lo esposaron en el patio con los brazos abiertos y las puntas de los pies apenas tocando el suelo. Como ese día llovía, la ropa del Sr. Meng estaba empapada.
Ilustraciones de tortura: Esposado en el aire.
Una vida destrozada por la persecución
Para evitar implicar a su familia, Meng se divorció mientras estaba en prisión. Después de que su pena de prisión expirara el 16 de febrero de 2019, los oficiales de la Oficina 610 lo llevaron a un hotel y le lavaron el cerebro durante dos días antes de permitirle volver a casa.
La tortura en prisión hizo que se le cayeran cuatro dientes y que el resto se le aflojaran. Su empresa también se vio obligada a cerrar y las pérdidas económicas son inconmensurables. Las autoridades siguieron vigilándolo después de su liberación. Cada vez que pasaba por el control de seguridad de la estación de tren local, los agentes siempre lo llevaban a una sala aparte para registrar su bolsa porque su documento de identidad había sido marcado para indicar que es un practicante de Falun Gong.
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