(Minghui.org) Antes de empezar a practicar Falun Dafa en 2005, era introvertido. Superé mi personalidad tímida y en 2006 comencé a hablar con la gente sobre Falun Dafa y la persecución. Mi compasión conmovió a muchas personas, que aceptaron renunciar al Partido Comunista Chino (PCCh) y sus organizaciones afiliadas. Sentí la urgencia de salvar a la gente y animé a los compañeros practicantes a aclarar la verdad a más personas.
Una vez, cuando tomé un taxi, el conductor parecía muy mezquino, pero aun así le hablé de Falun Dafa. Me dijo: "No me hables de esto. No quiero escuchar". Le dije: "Hermano, arriesgo mi vida cuando hablo con la gente sobre Falun Dafa. Sin embargo, me sentiré responsable si sigues al PCCh para encontrar tu perdición. Quiero decirte por qué la gente debe renunciar a él". Se conmovió hasta las lágrimas por lo que dije y aceptó renunciar a las organizaciones del Partido a las que se unió.
Aclarar la verdad en el trabajo
Trabajo en una empresa mediana de más de 1.000 personas. Poco después de que se publicaran los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista y se expusiera la verdadera naturaleza del PCCh, muchos chinos comenzaron a renunciar al Partido. Comprendí que mi misión era salvar a la gente, así que aclaré la verdad a todos los niveles con los que trabajaba, incluidos los técnicos, inspectores, directivos y al personal de limpieza. La mayoría de mis colegas renunciaron al PCCh y sus organizaciones afiliadas. Cuando me trasladaron a otro taller, tuve más oportunidades de hablar con la gente. Al cabo de unos años, la mayoría de la gente de mi empresa renunció al PCCh.
Una vez aclaré la verdad a un nuevo colega llamado Wang. Me dijo: "No voy a renunciar porque casi todos en mi familia son miembros del Partido". Hablé con él seis o siete veces, pero seguía negándose a renunciar a la Liga Juvenil del PCCh. No me rendí. Un día, escribí una carta y se la entregué. Después de leerla, me dijo: "Por fin entiendo por qué aconsejas a la gente que renuncie al PCCh. Tú salvas a la gente, no participas en la política. Por favor, ayúdame a renunciar a la Liga de Juvenil". Me sorprendió y quise darle un seudónimo, pero me dijo con firmeza: "Quiero usar mi nombre real". Cuando le vi al día siguiente a través de mi tianmu, vi que su cuerpo era tan puro como el jade blanco. Me alegré mucho de que eligiera un futuro brillante.
Seguí los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia en el trabajo y traté de ser mejor persona. Todos mis compañeros me querían y me respetaban. Siempre me ayudaban cuando aclaraba la verdad a las personas que tenían dificultades para entenderla. Con su ayuda, algunas personas que tenían profundas reservas aceptaron renunciar al PCCh y sus organizaciones afiliadas. Un día, un inspector de calidad me preguntó: "¿Es usted practicante de Falun Dafa?". Respondí: "Sí". Me dijo: "Soy miembro del Partido. Ahora sé que el PCCh es malo. Por favor, ayúdeme a renunciar a él". Fue la primera persona que acudió voluntariamente a mí para dejar al PCCh.
Cuando trabajo con personas de otros centros, me esfuerzo por ayudarles. Cuando olvidaban sus guantes, les daba los míos. Me llevaba muy bien con todos. Después de que un trabajador se enterara de la verdad, me trajo a más de 40 personas para que aprendieran los hechos sobre Falun Dafa. La mayoría de ellos renunciaron al PCCh.
A menudo leo los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista y el Epoch Times para informarme. Durante los descansos en el trabajo siempre me reúno con mis colegas y charlo con ellos. Les contaba la historia de la persecución del PCCh al pueblo chino. Cómo el Partido encubrió sus orígenes y la historia de China, la mayoría de la gente no sabía que el PCCh usurpó el poder asesinando a millones de chinos. Disfrutaban escuchándolo. Decían: "Ven aquí, hermano Hua, y cuéntanos algo".
Hablando con los taxistas
Después de que la mayoría de mis colegas se enteraran de la verdad, empecé a aclarar los hechos a otras personas. Tomaba taxis cuando podía y hablaba con los conductores. La ventaja de esto era que no tenía que perder tiempo buscando a la gente. Además, tenía más privacidad y menos interferencias en el taxi, por lo que tenía tiempo suficiente para aclarar la verdad a los conductores a fondo. Más del 90% de los conductores con los que hablé estuvieron de acuerdo en renunciar al PCCh. Algunos conductores incluso derramaron lágrimas. Algunos no querían cobrarme cuando sabían que había tomado el taxi solo para decirles la verdad.
En una ocasión, cuando abrí el tema, un conductor me dijo enfadado: "El Partido te paga el sueldo. ¿Por qué dices cosas en su contra?". Le contesté: "¿De dónde saca el Partido ese dinero? ¡Nosotros somos los que lo alimentamos! Otros países solo tienen un grupo de funcionarios, pero nosotros tenemos dos grupos de funcionarios en todas las organizaciones: el Partido y el gobierno operativo".
Dije: "El PCCh ha arruinado la moral de la sociedad y ha creado un ambiente en China en el que todos hacen daño a los demás. Todo lo que la gente se lleva a la boca puede ser venenoso cuando los productores utilizan materiales baratos o falsos para reducir los costes, desde la leche hasta los medicamentos, e incluso las vacunas para los niños. ¿Qué ha hecho el PCCh por nosotros, los chinos? Persiguen a los practicantes de Falun Dafa que creen en Verdad-Benevolencia-Tolerancia y escenificaron una falsa autoinmolación en la plaza de Tiananmen. El PCCh ha hecho todo tipo de cosas malas. Mucha gente siente que el Partido está a punto de colapsar. Los practicantes de Falun Dafa estamos arriesgando nuestras vidas para aconsejar a la gente que renuncie a él para mantenerse a salvo". Finalmente comprendió la verdad y me dio las gracias.
Repartiendo calendarios con información sobre Falun Dafa
Minghui.org publica calendarios anuales que están llenos de hermosas fotos e inspiradoras historias reales. Si la gente acepta nuestros calendarios, sus familias también pueden aprender la verdad. Siento que es una gran manera de salvar a la gente, así que empecé a distribuirlos.
Siempre repartí los calendarios cara a cara. Después de repartir cientos de calendarios a mis colegas, pensé: "No debería seguir dándolos a las mismas personas, ya que otras personas también necesitan conocer la verdad". Así que empecé a distribuir calendarios en zonas públicas como parques, supermercados, paradas de autobús, centros comerciales, etc. Por lo general, los reparto entre una multitud porque otras personas los verán y los pedirán si una persona los acepta. Últimamente, cada vez más gente acepta nuestros calendarios. El primer año repartí 1.000 ejemplares y este año he repartido más de 4.000.
Un día, cuando estaba repartiendo calendarios en un parque, un anciano se acercó y dijo: "Por fin has venido". Resultó que vivía en otra comunidad y había recibido nuestro calendario antes. Le gustó mucho, así que se paseó por los parques de los barrios cercanos, buscando practicantes y esperando conseguir un nuevo calendario. Llevaba muchos días buscando. Sentí la urgencia de salvar a la gente cuando vi lo feliz que se puso el anciano al verme. No podemos defraudar a los seres conscientes que nos esperan.
Aprecio todos los materiales de Dafa, por lo que siempre digo a la gente que el calendario tiene información sobre Falun Dafa antes de dárselo. Una vez, una señora me pidió dos ejemplares más después de que le diera uno. Le pregunté: "¿Por qué necesitas tantos?". Entonces me dijo: "Uno es para mi familia. Otro es para mi hijo, y el tercero es para mi hija, ya que no vivimos juntos".
Una vez, en un centro comercial, una persona rechazó el calendario. Le dije: "Falun Dafa es bueno. El PCCh está difundiendo propaganda y está mintiendo. Espero que puedas enterarte más sobre la verdad". Otra persona escuchó lo que dije y pidió un calendario. Como resultado, muchas personas vinieron y pidieron uno. Entonces la persona que se negó a tomar el calendario pidió uno. Estaba muy feliz y grité: "¡Falun Dafa es bueno!". Una persona que consiguió un calendario dijo: "¡Ten cuidado! No dejes que la gente mala te escuche". Le dije: "Tuve que hacerles saber de antemano que el calendario era de Falun Dafa, porque no quiero que lo tiren después".
No es fácil salvar a la gente en el ambiente hostil de China. Una vez, cuando hablé con unos jóvenes que parecían estudiantes, me atacaron con cuchillos. Me hirieron y me hicieron una fuerte herida en la cabeza.
En otra ocasión me denunciaron a la policía. Me llevaron a la Estación de Policía local. Aclaré la verdad a todos los agentes. Dos de ellos comprendieron la verdad y renunciaron al PCCh. Me pusieron en libertad al día siguiente.
Aclarar la verdad en China puede ser arriesgado y desafiante. A veces me canso, pero no puedo quedarme en casa y descansar, ya que salvar a la gente es mi único deseo.
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